Iglesias asistirá el próximo martes 30 de marzo a su último Consejo de Ministros
La ley electoral de Madrid le obliga a deja del Gobierno antes del 31 de marzo. La normativa considera inelegibles al presidente del Ejecutivo y a los ministros, que deben dejar de serlo antes de la presentación de candidaturas
La ley electoral de Madrid y un despiste de Unidas Podemos han trastocado los planes de Pablo Iglesias, que pretendía seguir en el Gobierno al menos hasta el 14 de abril, cuando empiece la campaña de las elecciones madrileñas en las que será el candidato de Podemos. El próximo martes 30 de marzo será el último Consejo de Ministros del vicepresidente, según confirman fuentes de su entorno. Ese mismo día o el siguiente se producirá el cambio de carteras en el que Ione Belarra será la nueva ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. A su vez, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, pasará a ser la vicepresidenta tercera del Gobierno. El equipo de Iglesias no había reparado en la ley electoral de Madrid, que es tajante e impide que los miembros del Gobierno sean candidatos y exige por tanto que dejen de serlo antes del 31 de marzo, último día para registrar las candidaturas. Iglesias se ve obligado así por un error propio a abandonar el Ejecutivo mucho antes de lo previsto. Iglesias no podrá por tanto utilizar el escaparate del Gobierno hasta que arranque la campaña en Madrid, como hizo Salvador Illa, que recibió por ello las críticas de UP.
La ley electoral madrileña -Cataluña no tiene ninguna aprobada, por lo que rige la general- obliga al vicepresidente a dejar el Gobierno como máximo en una semana, el 30 de marzo. Nadie en Unidas Podemos ni en La Moncloa había reparado en este problema hasta que lo publicó en Twitter Paco Camas, investigador de Metroscopia. Alertados por este mensaje, y una vez leída la ley, diversas fuentes del Gobierno coincidían en que el texto es muy claro y no dejaba muchas opciones al vicepresidente más que dejar su cargo el martes o antes.
El propio Iglesias ha reconocido en los pasillos del Senado pasadas las 19.30 de la tarde que “probablemente” el martes asistiría a su último Consejo de Ministros. Una hora después, fuentes de su entorno lo confirmaban. El equipo de Iglesias, que no tenía previsto este importante inconveniente y se ha visto sorprendido, había pedido informes jurídicos para estar seguros de que no había más remedio que tomar la decisión, pero ya a media tarde todas las fuentes consultadas en La Moncloa lo daban por hecho. Unidas Podemos no dio explicaciones sobre cómo había podido cometer semejante error, pero fuentes de este grupo admitían que no habían reparado en este problema. La ley no obliga a Iglesias a dejar el escaño del Congreso para presentarse a las elecciones del 4 de mayo. Lo podría mantener hasta la constitución de la Asamblea de Madrid.
El líder de Podemos tendrá que dejar la vicepresidencia segunda del Ejecutivo antes de que su partido presente la candidatura para los comicios regionales madrileños, plazo que se inicia el 26 de marzo y termina el día 31 de este mismo mes. La ley electoral madrileña considera “inelegibles”, entre otras figuras institucionales, al presidente del Gobierno y a los ministros y secretarios de Estado. Y a estos efectos, prevé que la calificación de “inelegible” se otorgará a quienes lo sean “el mismo día de presentación de su candidatura”. Con esta premisa, establecida en los artículos 3 y 4 de la citada norma, Iglesias debería dejar el Gobierno, como muy tarde, el día anterior a la presentación de las listas ante la Junta Electoral Provincial.
Esta salida anticipada implica que Iglesias no podrá, como había anunciado, dar la batalla en el Gobierno antes de su salida para pactar la reforma de la ley de vivienda, respecto a la que aún se está lejos de llegar a un acuerdo interno. El lunes, un día antes de que el vicepresidente deje el Ejecutivo, habrá una nueva reunión negociadora, pero las posiciones sobre la intervención en el mercado del alquiler siguen muy distantes. Fuentes del PSOE señalan que esa reforma no se llevará al Congreso hasta que no esté pactada, porque no sería razonable arriesgarse a una derrota parlamentaria de ese calibre, por lo que todo indica que la norma se pospondrá hasta después de las elecciones del 4 de mayo.
La salida precipitada de Iglesias no solo le quita el escaparate del Gobierno en plena precampaña en Madrid, sino que además obliga a esta formación a reorganizarse rápidamente alrededor de la nueva estructura de poder, con Yolanda Díaz como vicepresidenta tercera e Ione Belarra como nueva ministra de Derechos Sociales.
“Esta es mi última intervención en el Senado. Quiero darles las gracias, señorías”, se ha despedido Iglesias en la interpelación sobre dependencia que ha tenido a última hora de la tarde. El 13 de abril, martes, está prevista que se celebre una sesión de control en el Senado, pero Iglesias ya no formará parte del Gobierno. “Señor Iglesias, le deseo lo mejor en su próxima andadura”, le ha correspondido Nerea Ahedo, la senadora del PNV impulsora de la interpelación. En ella, Iglesias le ha dejado el recado al PSOE de que debe cumplir con los compromisos en vivienda firmados: “Quedan cosas por cumplir, tendremos que cumplir lo que firmamos el presidente y yo en lo que se refiere a la vivienda”. Los dos socios del Gobierno pactaron el pasado octubre introducir límites de rentas en la futura ley de vivienda. Los socialistas se inclinan ahora por las bonificaciones a los propietarios que bajen el precio del alquiler.
Mientras, Iglesias sigue de vicepresidente pero su discurso público se concentra en la precampaña de Madrid. Hoy comparecía en el Senado, y las elecciones madrileñas han marcado una sesión que Iglesias y el PP han empleado como altavoz de las directrices de sus campañas. Y eso que aún quedan seis semanas hasta los comicios. El vicepresidente segundo del Gobierno ha anticipado la extinción de Ciudadanos. “Lamento que su fuerza política vaya a desaparecer y que el legado que vaya a dejar sea sostener al partido político más corrupto de Europa y haberle abierto las puertas de las instituciones a la ultraderecha”, le ha espetado al senador de Cs Tomás Marcos en alusión a PP y Vox. “Dice que no le gustan los extremos. Quizás tendrían que haberlo pensado antes de formar en la plaza de Colón con la derecha y la ultraderecha”, ha abundado el vicepresidente entre los aplausos de la bancada del PSOE. Iglesias ha incidido en que ahora la extrema derecha “está devorando” a Cs antes de recordar la moción de censura frustrada en Murcia por tres diputados que terminaron expulsados del partido de Inés Arrimadas: “Cuando han intentado rectificar, se ha visto que ustedes son una fuerza política en descomposición plagada de tránsfugas dispuestos a dejarse comprar por los billetes del PP”.
La confrontación con el Gobierno por la discriminación que, según el PP, padece Madrid tampoco ha faltado. “Es indignante el uso opaco que hacen de los fondos europeos. Es bochornoso cómo benefician a las comunidades donde gobiernan, la obsesión que tienen con Madrid y Ayuso raya lo enfermizo”, ha afirmado Paloma Adrados, que fue alcaldesa de Pozuelo y presidió la Asamblea de Madrid. La vicepresidenta Nadia Calviño le ha recordado que Madrid fue la más beneficiada, con 3.346 millones, por el fondo de 16.000 millones no reembolsables —es decir, a fondo perdido—que el Gobierno habilitó en verano. Cataluña recibió 3.166 millones, Andalucía 2.199 y la Comunidad Valenciana (1.486). “Me parece de aurora boreal que el PP, que es un partido nacional, plantee estos conflictos entre territorios. Un poco de mesura”, dijo Calviño. El PP también reclamó una mayor participación del Gobierno en la cofinanciación del transporte en Madrid antes de que la tensión alcanzara su techo. Fue cuando la ministra de Igualdad, Irene Montero, vaticinó el final de Ayuso: “La corrupción hizo que una mayoría parlamentaria les echara del Gobierno de España y su machismo va a hacer que muy prontito se les eche de la Comunidad de Madrid”.
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