El primer juicio a Josu Ternera en Francia, aplazado hasta septiembre por el coronavirus

El primer juicio en Francia contra el exjefe de ETA José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, desde su detención en mayo de 2019, quedó suspendido este lunes en apenas cuatro minutos. Los justos para que la presidenta del Tribunal de Apelación de París constatara la imposibilidad de convocar, debido a la crisis sanitaria, a los testigos internacionales que había solicitado la defensa y accediera a aplazar, hasta el 13 de septiembre, el proceso contra él por pertenencia a organización terrorista. El segundo de los dos juicios que Urrutikoetxea tiene pendientes en Francia antes de que las autoridades galas permitan su extradición a España está fijado, en principio, para junio, aunque es muy probable que también sufra un retraso.

“Tout va bien?, ¿Todo va bien?”, le preguntó la magistrada a Josu Ternera en el brevísimo intercambio de palabras que mantuvieron antes de dar por concluida la audiencia. “Tout va bien”, replicó Urrutikoetxea. El exjefe etarra, de 70 años y vestido de negro, llegó acompañado al Palacio de Justicia de París por media docena de personas, entre ellas su hija mayor. “¿Ningún problema con el control judicial?”, quiso saber la juez sobre el brazalete electrónico que porta desde que, el pasado julio, se le permitiera, por motivos de salud, abandonar la prisión parisina de la Santé. Ternera permanece en un piso cedido por amigos bajo condición de portar el aparato de seguimiento electrónico y salir a la calle en un horario restringido. “Ningún problema”, aseguró Urrutikoetxea antes de abandonar rápidamente la sala, sin hacer declaración alguna ante la prensa.

Tras su arresto en la localidad alpina de Sallanches el 16 de mayo de 2019, Ternera pidió la repetición de los procesos por pertenencia a una organización terrorista por los que había sido condenado en rebeldía en Francia. En este primer caso, por pertenencia a banda terrorista entre 2002 y 2005, fue condenado a siete años de cárcel en 2010, y los jueces decretaron su expulsión definitiva de Francia una vez cumplida la pena. Una década más tarde, ETA está disuelta y Urrutikoetxea, de salud delicada según su defensa, busca presentarse ante la justicia francesa como un negociador clave de la paz. Y ahí ha surgido el principal problema del juicio en tiempos de pandemia.

La defensa de Josu Ternera ha llamado a testificar al exdirigente socialista vasco Jesús Eguiguren, que fue el representante del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en las conversaciones con la banda para el frustrado proceso de paz de 2005-2006. También ha requerido la presencia del ex secretario general de Interpol Raymond Kendall, del político norirlandés y antiguo miembro del IRA Gerry Kelly, y de David Harland, del Centro para el Diálogo Humanitario de Ginebra, especializado en la mediación de conflictos armados.

El abogado de Ternera, Laurent Pasquet-Marinacce, confirmó a los periodistas que fue la defensa la que pidió el retraso del juicio.

“Lo habíamos pedido porque hemos solicitado testigos cuya presencia consideramos indispensable y son testigos que en su mayoría residen en el extranjero, en Belfast, en Ginebra, y Madrid (sic), y las condiciones sanitarias hacen que o no puedan desplazarse o que tengan que cumplir periodos de aislamiento de hasta tres semanas para poder venir a París y luego partir a su casa, así que son condiciones desproporcionadas”.

No está claro, sin embargo, quién acabará acudiendo a testificar a favor de Urrutikoetxea. La semana pasada, Eguiguren dijo a El Correo que no había aceptado acudir a París, aunque según el abogado de Ternera, su negativa está relacionada con el coronavirus. Pasquet-Marinacce también puso en duda la presencia del exjefe de Interpol, porque aunque reside en Francia, “tiene 87 años y problemas de salud importantes”. Por el contrario, aseveró, el irlandés Kelly “ha confirmado que desea testificar”.

La vista de este lunes tuvo lugar menos de una semana después de la primera cita de Urrutikoetxea con la justicia española. Ternera fue informado por videoconferencia el pasado miércoles por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz de su procesamiento por el atentado de 1980 en Vitoria que costó la vida a Luis María Hergueta, directivo de la empresa Michelin, y por la financiación de la organización terrorista a través de las herriko tabernas, locales a los que acuden simpatizantes de la izquierda abertzale radical, caso por el que la justicia francesa ya ha dado su visto bueno definitivo a su entrega a España. El primero está aún pendiente de una decisión final del Tribunal Supremo. La justicia francesa también ha aprobado de forma definitiva la extradición de Ternera por el atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza en 1987, en el que fueron asesinadas 11 personas, entre ellas seis niños.

Es imposible predecir cuándo podrá ser juzgado Ternera en España. Según confirmó su abogado este lunes, en cualquier caso, no sucederá antes de que cumpla con la justicia francesa.

“La cámara de instrucción ha dicho que no será enviado a España, si es que tiene que ser enviado, hasta que los procedimientos franceses hayan concluido, y si hay una pena, esta tendrá que ser purgada antes”, zanjó Pasquet-Marinacce.