“Para la intensidad de la borrasca, el número de incidentes fue mínimo”
El director de Protección Civil asegura que sabían lo que iba a ocurrir y que llevaban días emitiendo avisos
Leonardo Marcos (62 años, León) lleva un año escaso al frente de Protección Civil, el servicio estatal de coordinación de las emergencias. En ese periodo tan corto de tiempo ha tenido que coordinar los apoyos a las comunidades autónomas para luchar contra la pandemia de la covid-19, “muchos de los cuales siguen hoy activos” y, esta semana, debió enfrentarse a la nevada del siglo. Curtido en muchas batallas y con destinos que van de China a Estados Unidos, cree que ha habido una respuesta “razonablemente satisfactoria” ante la borrasca Filomena, que “no ha habido colapso en los hospitales”, y que la clave para enfrentarse a las emergencias está en la “coordinación”, la “anticipación” y, “en algo muy importante: hacer caso a los avisos oficiales. Si se recomienda no salir, que no se salga; y si se recomienda llevar cadenas, que se lleven”. Desde hace cinco días está sumido en un gabinete de crisis.
Pregunta. ¿Cuál fue la primera medida que se tomó ante la previsible llegada de Filomena?
Respuesta. El primer aviso de que venía una tormenta de este tipo fue el 5 de enero, en una nota que emitió la Aemet [Agencia Estatal de Meteorología], que advertía de que había muchas posibilidades de que chocaran dos borrascas sobre la Península. Ese mismo día nosotros emitimos un aviso y reunimos a la Unidad de Valoración de Riesgos (con DGT, Dirección General de Carreteras y Aemet) para analizar las posibles repercusiones de la borrasca. Ahí decidimos sacar todos notas de aviso y al mismo tiempo comprobamos que todo el dispositivo de vialidad invernal estaba en alerta: 1.600 máquinas quitanieves, la sal, las agrupaciones de Tráfico de la Guardia Civil, y se comunica a Transportes para que estén alerta los aeropuertos y el transporte ferroviario. Además se alerta a todas las delegaciones del Gobierno y comunidades autónomas.
No ha habido ningún colapso de los hospitales
P. Pero la borrasca se preveía en el centro peninsular.
R. Eso no estaba tan claro, se va ajustando. El 7 de enero declaramos el plan de preemergencia. Y entre el 5 y el 7 tomamos medidas adicionales: posicionar unidades de la Unidad Militar de Emergencias fuera de sus bases para acercarlas a los lugres de previsible mayor riesgo. Por ejemplo, se preposicionó parte de esa unidad en la base aérea de los Llanos, en Albacete, y parte del batallón (un centenar de efectivos con 40 vehículos) de León se colocó en Segovia. Pero no hay que olvidar que una emergencia de este tipo se acomete desde las comunidades, si alguna se ve sobrepasada, el Estado le da apoyo y se activa el Plan Estatal General de Emergencias. Supone reforzar los mecanismos de comunicación entre los centros de emergencias y estar preparados por si hay que movilizar recursos, fundamentalmente fuerzas armadas (UME, que tiene 3.300 efectivos distribuidos en seis batallones por todo el territorio nacional). El día 7, además, convocamos una reunión del Comité Estatal de Coordinación (UME, Policía Nacional, Guardia Civil, Defensa, DGT, Carreteras), el órgano que gestiona la llegada de recursos que se puedan necesitar.
P. ¿Qué se hizo entonces?
R. Garantizar la comunicación entre nosotros y las comunidades de cara a la posible movilización de recursos.
P. ¿Se hizo algo más?
R. No, porque ya el nivel de alerta era máximo y todo el mundo estaba en su sitio con los recursos a la espera de que empezara la borrasca. Sabíamos lo que iba a ocurrir y la hora a la que empezaría a nevar. Llevábamos días emitiendo avisos.
La gente atendió mayoritariamente los avisos
P. ¿Entonces, por qué se quedó tanta gente atrapada en las carreteras tanto tiempo?
R. Porque nevó mucho. Una nevada continuada de 30 horas colapsa todas las carreteras.
P. ¿No se esperaba eso, fue una sorpresa?
R. No, sabíamos que iba a ocurrir, pero ante eso no puedes hacer nada. Sabíamos que iban a ser 30 horas de nevada ininterrumpida.
P. ¿Y no se pudo hacer nada para evitar el colapso en las carreteras?
R. Vamos a ver, nosotros emitimos avisos desde el día 5. Y sabemos que ese día hubo una disminución importante del tráfico.
P. ¿Quiere decir que hubo quien atendió a los avisos?
R. Yo diría que mayoritariamente. Y, para la intensidad de la borrasca, el número de incidentes ha sido mínimo. En ocasiones anteriores hubo más incidencias. En esta nos anticipamos mucho.
P. ¿Y no se podía prever un colapso de los hospitales en plena tercera ola de la pandemia?
R. Es que no ha habido ningún colapso de los hospitales.
Lo grande se ha resuelto en un tiempo récord
P. Bueno, no se podía llegar ni entrar ni salir.
R. Pero no ha habido ninguna incidencia destacable de alguien que necesitara entrar o salir.
P. Ha habido personas que han muerto en su casa (al menos dos casos se han conocido).
R. No me consta. Desconozco el dato.
P. Y se han formado en las redes sociales grupos de ayuda para llevar y traer a personas de los hospitales en vehículos 4x4.
R. Está bien la colaboración, la pedimos siempre, pero los transportes sanitarios que se han realizado, en particular en Madrid, se han realizado con medios militares movilizados desde el sistema de Protección Civil. Al Summa le aportamos 15 ambulancias medicalizadas 4x4 para esos traslados, sobre todo de enfermos de diálisis.
P. Pero ha habido un sistema paralelo de solidaridad ciudadana.
R. Lo que ha habido son los recursos de las administraciones públicas funcionando al 100%.
P. Quizás no ha sido suficiente ese 100%.
R. Para una emergencia de esta naturaleza hay cosas que no podemos controlar, como que esté nevando 30 horas. Podemos estar preparados para dar una respuesta y eso se ha hecho y se está haciendo. Sí ha habido colaboración ciudadana, faltaría más, y es muy bienvenida. Pero la respuesta fundamental es la de las administraciones públicas: 28.000 guardias civiles, bomberos, militares... y la red de carreteras del Estado quedó ayer [por el domingo] limpia, esta mañana [por el lunes] se ha reabierto Mercamadrid... Podemos saber cuándo va a empezar a nevar y cuánto va a durar y prepararnos con todo lo que tenemos, y se ha dado una respuesta razonablemente satisfactoria ante la magnitud. Hoy estamos a 11 y lo grande está resuelto en un tiempo récord (vías principales abiertas, los trenes reiniciados en buena medida, se han reactivado los vuelos...). Se ha podido recuperar una parte importante de la normalidad, aunque la emergencia no ha terminado.
P. Ahora viene una ola de frío, ¿qué está previsto?
R. Lo fundamental es lo que podemos hacer cada uno de nosotros. Limitar al máximo los desplazamientos, que es lo que hemos recomendado para los próximos días.
P. ¿Y aparte de eso?
R. En Madrid están trabajando las unidades militares y los quitanieves del Estado y de la Comunidad para abrir las vías secundarias y los accesos a las vías principales. Además se está echando una mano al Ayuntamiento para limpiar los ejes principales de la ciudad.
P. ¿Es necesario declarar Madrid “zona catastrófica”?
R. Eso se hace siempre después de una catástrofe o después de la emergencia, porque se trata de articular medidas de apoyo económico para quienes hayan podido sufrir daños personales o materiales.
P. ¿Qué nos ha enseñado Filomena?
R. De todas las emergencias se aprende mucho: nos ha ratificado lo importante que es tener una buena información meteorológica, y que los servicios de emergencia son esenciales y deben de estar suficientemente entrenados, como lo están.
P. ¿Qué se puede mejorar?
R. La clave es la coordinación de los recursos y la autoprotección: seguir las indicaciones oficiales. Si se dice no viajen, no viajen. Si se dice lleve cadenas, llévelas.
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