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Las carreteras convencionales concentraron el 77% de los fallecidos en 2020

Los desplazamientos se redujeron un 25% por las restricciones de movilidad por la pandemia en el año con menos víctimas mortales (870) en vías interurbanas

Accidente en Teruel el pasado 30 de diciembre.
Accidente en Teruel el pasado 30 de diciembre.Servicio Ilustrado (Automático) (Europa Press)
José Marcos

La pandemia ha sido decisiva para que, por segundo año consecutivo, España marcase el mínimo histórico de fallecidos en carretera con 870, un 21% menos que los 1.101 en 2019. Los 797 accidentes mortales registrados son 213 menos que el ejercicio anterior. El número de heridos graves también descendió y fue de 3.463 personas, 970 menos. La intención es reducir las muertes en el asfalto a la mitad en 2030. Un reto mayúsculo, y más cuando el 77% de los fallecidos se concentró en las carreteras secundarias, cinco puntos más que en 2019.

El impacto del coronavirus, indomable como demuestra la tercera ola, ha sido tan colosal en nuestra vida cotidiana que hasta los mejores datos hay que tomárselos con muchísima prudencia. La perspectiva es clave para abordar el balance de siniestralidad vial en 2020 de la Dirección General de Tráfico (DGT) después del éxito de 2019. El Gobierno, las asociaciones de usuarios y de víctimas de accidentes de tráfico y expertos en seguridad vial coinciden en que se trató de un año atípico. “No hacemos un balance triunfalista y menos este año. Siguen siendo unas cifras inaceptables para cualquier sociedad”, afirmó este jueves Fernando Grande-Marlaska.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante su intervención en la presentación del balance de siniestralidad de 2020.Vídeo: EP

De hecho, el ministro del Interior incidió en que 2020 “no empezó bien”: del 1 de enero al 14 de marzo, el día en que se aprobó el decreto de estado de alarma con el que se dio inicio a uno de los confinamientos más severos del mundo, el número de fallecidos se había incrementado un 8% respecto al mismo periodo de 2019 (15 más, pasando de 186 a 201). Las restricciones para frenar la propagación de la covid marcaron un antes y un después: los desplazamientos de largo recorrido —cuando el tránsito es superior a 40 kilómetros— fueron 321 millones de viajes por carretera, un 25% menos que el curso anterior. En concreto, los máximos descensos en fallecidos se registraron en abril —una bajada del 59%— y mayo (50%), justo los meses en los que más cayó la movilidad (un 75% y un 60% respectivamente).

La entrada en vigor en 2019 de la reducción de la máxima velocidad permitida de 100 a 90 kilómetros por hora en las carreteras secundarias fue entonces una de las causas principales del éxito en el descenso de los accidentes mortales tras años de estancamiento. Las muertes en vías convencionales pasaron de las 884 en 2018 a 797 el ejercicio siguiente, representando el 72% de todas las que se produjeron en 2019. Ese porcentaje subió hasta el 77% en 2020, cuando 670 personas perdieron la vida en vías convencionales. Otro motivo de preocupación es que el porcentaje de fallecidos por salida de vía también se incrementó, y pasó del 39% en 2019 al 44% en 2020. Grande-Marlaska lo asoció a varios factores: el exceso de velocidad, consumo de drogas y alcohol y distracciones al volante como las provocadas por el uso del móvil. Los fallecidos en vías convencionales suelen ser conductores que circulaban en solitario.

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Un reflejo de lo difícil que es combatir las muertes en las carreteras nacionales y comarcales lo demuestra que en 2020 el número de fallecidos bajó el doble en autopistas y autovías (34%) que en las convencionales (16%). En las vías de alta capacidad fallecieron 200 personas, frente a las 304 de 2019.

El ministro del Interior también se mostró inquieto por que aumente la no utilización del cinturón de seguridad entre los fallecidos en turismos y furgonetas. El 26% no lo usaron (125) frente al 22% en 2019. “Si lo hubieran llevado puesto, la mitad de estos fallecidos podría haberse salvado”, destacó Grande-Marlaska. Sí aumentó el uso del casco entre los motociclistas: el 2% de los fallecidos no lo usaban (6) frente al 4% en 2019. En el caso de los ciclistas, 13 de los 36 fallecidos no llevaban casco. La DGT estudia una reforma del reglamento de circulación para que los riders estén obligados a llevar casco.

El descenso de muertes fue generalizado en todas las comunidades autónomas salvo Castilla-La Mancha (16 fallecidos más respecto a 2019), Baleares, Ceuta y Melilla (uno más) y Cantabria, donde no varía. Las mayores reducciones en términos absolutos se registraron en Cataluña, donde se pasó de 175 a 105 fallecidos, Madrid —de 90 a 44— y la Comunidad Valenciana, que cerró con 74 frente a las 99 de 2019.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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