El PP reclama participar en las reformas en la Corona

El Gobierno no ha tratado con el PP las posibles reformas sobre la Corona, a pesar de que Pablo Casado se mostró dispuesto a apoyar una ley orgánica que introdujera cambios en la Casa Real, siempre que reforzara a la institución. El líder del PP se queja de que se ha enterado por la prensa de los planes del Ejecutivo de Pedro Sánchez para la jefatura del Estado, tanto sobre la propuesta de promover una ley como sobre la intención de aparcarla, que hoy publica EL PAÍS. Casado acusa al Gobierno de haber lanzado la idea de una nueva norma como un “globo sonda” para obtener réditos electorales, y le pide “responsabilidad” para no dañar la reputación de la monarquía.

“Todo es bastante surrealista. La oposición se entera por la prensa de que quieren hacer una ley sobre la Corona, lealmente decimos que siempre y cuando se refuerce la institución y la jefatura del Estado estaríamos dispuestos a apoyarla, y ahora nos enteramos por la prensa de que quieren meter en un cajón esa supuesta ley de la Corona. Todo funciona así con este Gobierno, todo es un globo sonda para ver cómo funciona electoralmente, y al final esto tiene un coste reputacional en las instituciones y también en la credibilidad internacional”, ha lamentado el líder del PP este martes a preguntas de los periodistas.

“Todo es así, una improvisación, una incompetencia, demasiados engaños y propaganda. Espero que este año 2021 traiga cierta responsabilidad en el Gobierno, que falta hace con la que está cayendo”, ha reclamado Casado antes de visitar en el Ayuntamiento de Madrid, y acompañado por el alcalde, José Luis Martínez Almeida, una exposición sobre Gregorio Ordóñez, presidente del PP vasco asesinado por ETA en San Sebastián en 1995.

El líder del PP avanzó la semana pasada que respaldaría una ley orgánica para que introdujera reformas en el funcionamiento de la institución monárquica después de que la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, deslizara la posibilidad de introducir “cambios” en la jefatura del Estado. Casado asegura que lo hizo por lealtad porque no conocía las intenciones del Ejecutivo, aunque siempre precisó que solo daría su apoyo en caso de que la ley reforzara a la institución. Su movimiento sorprendió, porque las relaciones entre el Gobierno y el principal partido de la oposición están muy deterioradas, y Casado suele quejarse de que apenas tiene interlocución con el presidente. Su respaldo parecía dar a entender que había habido conversaciones entre La Moncloa y el PP para estudiar cambios sobre la Corona, pero el líder del PP insiste en que no ha sido así.

El Gobierno ha enfriado ahora el debate sobre la ley de la Corona, a la que abrió paso Pedro Sánchez en su última rueda de prensa de 2020. Fuentes del Ejecutivo han señalado a EL PAÍS que no está encima de la mesa una ley completa, sino una serie de reformas puntuales pactadas con La Zarzuela para lograr más transparencia. El sector socialista del Ejecutivo cree que una ley de la Corona, como reclama Unidas Podemos, abriría en el Congreso espacio a un debate entre monarquía y república que el PSOE quiere evitar a toda costa. En eso los socialistas coinciden plenamente con el PP.

El PP se ha caracterizado por una defensa cerrada de la Casa Real y del Rey emérito, a pesar de las investigaciones sobre el patrimonio de este. Los populares han preferido soslayar cualquier reprobación del comportamiento de Juan Carlos I, aunque haya regularizado casi 700.000 euros para evitar ser procesado por un delito fiscal, y han puesto el foco en la crítica a Unidas Podemos por su cuestionamiento de la monarquía. En esa defensa acrítica del emérito el PP ha coincidido con Vox pero no con Ciudadanos, que sí ha reprochado a Juan Carlos I sus presuntas irregularidades.