El líder del sector crítico de Vox se da de baja en el partido
Carmelo González se despide de Abascal quejándose de que se haya construido una “dictadura intramuros”
Carmelo González, cara visible del sector crítico de Vox, se ha dado de baja en el partido. En una carta remitida a su presidente, Santiago Abascal, González le comunica que deja de ser afiliado en desacuerdo con “la dictadura intramuros de Vox que, bajo tu presidencia, algunos han organizado”.
Este médico canario, de 60 años, es uno de los militantes más veteranos de Vox y un viejo conocido de Abascal, con el que coincidió cuando ambos militaban en el PP. Saltó a la luz pública en 2006, cuando protagonizó una huelga ante el Palau de la Generalitat de Cataluña para reclamar que sus hijos pudieran estudiar en castellano. Participó en las manifestaciones que la fundación Denaes (Defensa de la Nación Española), embrión de Vox, organizaba en la Plaza de Colón y en 2014 se unió al nuevo partido, por invitación personal de Abascal.
En junio de 2015, en un momento en el que Vox quería desmarcarse de la dedocracia imperante en el PP, se prestó a participar en unas primarias para elegir al candidato de su partido a La Moncloa en las que Abascal le vapuleó, amistosamente, con el 84% de los votos.
En marzo pasado, González intentó presentarse de nuevo a unas primarias por la presidencia del partido, al frente de una corriente crítica denominada Vox Habla, pero la situación había cambiado y no se le permitió. Su candidatura fue excluida por no reunir el número mínimo de avales, aunque no se informó de cuántos había logrado. Miembros de la lista oficial formaban parte del comité electoral, supuestamente neutral.
“Supongo y asumo, querido Santi, querido presidente, que en unas elecciones libres y justas me ganarías nueve de cada diez veces. […] ¿Por qué, entonces, tanta manipulación? ¿Por qué tantas irregularidades y tanto desprecio a unos afiliados que aman a Vox y a España casi tanto como tú?”, escribe González en su carta de despedida.
La puntilla, explica, han sido las recientes elecciones primarias a los comités provinciales: “Allá donde no os ha gustado el resultado de las urnas, habéis reemplazado el voto de los afiliados por gestoras a vuestro gusto. Eso ha sucedido en la gran mayoría de España”. El exdirigente de Vox concluye intentando salvar a su antiguo amigo: “Presidente, con tu conocimiento o sin él, has construido uno de los monstruos más abominables de la libertad: una dictadura intramuros, una apariencia de democracia y libertad que, en realidad, es el tan patrio palo y tente tieso. Y eso ni es Vox ni creo que seas tú”.
La baja del dirigente crítico de Vox se produce pocos días después de la dimisión del presidente del partido en la provincia de Málaga, Enrique de Vivero. Este excoronel de la Legión fue elegido hace poco más de un mes, el 13 de octubre, convirtiéndose en el único candidato no oficialista que ganaba las elecciones internas. El pasado miércoles anunció su renuncia al cargo y su marcha de Vox por la falta de apoyo del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) presidido por Abascal, así como por los “infundios, insultos y falsedades” reibidos desde dentro de su propio partido. La dirección de Vox en Málaga ha quedado en manos de una gestora presidida por la diputada Patricia Rueda, que fue aupada al Congreso por la dirección provincial que perdió las primarias.
De las 52 provincias y ciudades autónomas, Vox convocó primarias en las 19 donde cuenta con más de 500 afiliados, pero solo en siete se celebraron votaciones, al haber obtenido más de una lista el 10% de avales. Dos de ellas, Jaén y Málaga, serán regidas por gestoras nombradas por Madrid al haber renunciado ambas listas o, como en el último caso, la ganadora. En la mayoría se han denunciado irregularidades.
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