Iglesias, a Casado: “Ha sido un discurso brillante, pero llega tarde”

La segunda jornada de la moción de censura presentada por Vox ha arrancado con el mismo tono bronco con el que comenzó este miércoles, pero el discurso del líder del PP, Pablo Casado, marcando distancias con el partido ultraderechista, ha sorprendido a todos. El presidente de Vox, Santiago Abascal, se ha manifestado “perplejo” por la dureza empleada contra él por el popular, que ha logrado arrebatarle el protagonismo de la moción de censura. En su turno de palabra, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha ignorado los ataques del presidente de la formación de ultraderecha para centrarse en el líder popular: “Ha sido un discurso político brillante, pero llega tarde".

Iglesias ha asegurado que tanto el PP como Ciudadanos están “perdidos” en medio de lo que ha definido como “la batalla ideológica de la derecha”. "Dieron oxígeno al monstruo y ahora les está devorando”, ha afirmado desde la tribuna. El líder de Unidas Podemos les ha recordado tanto al PP y a Ciudadanos que “dependen de la ultraderecha” para llegar al poder, como en los Gobiernos autonómicos de Andalucía, Murcia o Madrid, lo que los sitúa en un “atolladero en el que se metieron solitos y del que ya no pueden salir”.

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Horas antes de que la moción de censura se convirtiera en un enfrentamiento directo PP-Vox, Abascal ha mordido el anzuelo de Unidas Podemos de llevar el debate de la moción de censura al feminismo. La formación que lidera Pablo Iglesias había decidido que las responsables de defender la postura de Unidas Podemos frente al partido de ultraderecha y su “discurso machista” fueran solo mujeres. Abascal ha calificado a las cuatro diputadas que han subido a la tribuna de “figurantes" y "floreros” y de formar parte de una “performance”. “Salen aquí porque se lo ha ordenado el machito alfa”, ha añadido en referencia al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias.

Las diputadas de Unidas Podemos -Sofía Castañón, Lucía Muñoz, Aina Vidal y Roser Maestro- han acusado a la ultraderecha de “montar” la moción de censura “con menos apoyos de la democracia” para “hacerse campaña”, pero han alertado de su “peligrosidad”. "Son unos pijos herederos del expolio franquista jugando a ser franquistas”, ha asegurado la portavoz adjunta en el Congreso, Sofía Castañón.

“El odio, la desconfianza y el egoísmo son el programa de Vox, vienen a generar ruido, crispación, a poner en riesgo la convivencia y crear caos", les ha acusado la diputada de En Comú Podem Aina Vidal, en la que ha sido su vuelta a la actividad parlamentaria desde el día de la investidura de Pedro Sánchez en enero y tras varios meses de baja por un cáncer. Su vuelta al hemiciclo ha sido celebrada con el aplauso de casi todos los diputados, en una imagen de unidad que no se veía desde hace meses en la Cámara, instalada en la bronca y las posturas irreconciliables. Pero la tregua ha durado poco.

Abascal ha utilizado sus dos respuestas para cuestionar el feminismo que representa Unidas Podemos. “La gran mayoría de las mujeres de nuestro país no son como ustedes, no asalta capillas, ni agrede a policías, ni va pidiendo por la calle la muerte de la gente diciendo Madrid será la tumba de Abascal, ni va gritando groserías: una copa menstrual en la boca de Abascal”. El líder de Vox, durante estas dos jornadas candidato a la presidencia del Gobierno, ha cerrado su intervención: “Nosotros nos preocupamos por las mujeres de verdad”.