Lesmes busca una mayoría holgada en nombramientos clave del Poder Judicial para escenificar cohesión
María Luisa Segoviano se perfila como primera presidenta de una sala del Supremo
El Consejo General del Poder Judicial, en funciones desde diciembre de 2018, aborda este miércoles uno de los plenos más importantes de los últimos años. Los 21 miembros del órgano de gobierno de los jueces tienen sobre la mesa la designación de seis plazas clave de la cúpula judicial: tres de las cinco presidencias de sala del Tribunal Supremo y tres puestos de magistrados de la Sala de lo Penal. Según fuentes del órgano que preside Carlos Lesmes, los bloques conservador y progresista ultimaban este martes por la tarde un acuerdo para posibilitar los nombramientos. Aunque algunas fuentes consultadas no daban nada por cerrado, el pacto estaba casi cerrado en torno a seis nombres: cuatro magistrados progresistas y dos conservadores.
La designación de cargos discrecionales requiere una mayoría cualificada de tres quintos (13 de los 21 miembros del órgano). Ninguno de los bloques del actual Consejo cuenta con 13 votos: el nombrado por el PP conforma una mayoría de 12 (contando al presidente). Los vocales que propuso el PSOE son siete, mientras que PNV e IU designaron a uno cada uno. Los bloques, con todo, no votan de forma monolítica, por lo que aunque las negociaciones han partido de esta división entre conservadores y progresistas, hay también discrepancias dentro de un mismo sector.
La intención de Lesmes, según las fuentes consultadas, es no solo sacar adelante los nombramientos, sino hacerlo con votaciones holgadas. El vocal Vicente Guilarte, elegido a propuesta del PP, ha enviado una carta a sus compañeros en la que le pide generosidad para llegar a nombres de consenso, un mensaje que ha calado entre vocales de los dos bloques. “En estos momentos es importante demostrar cohesión”, afirma un vocal del sector conservador, partidario de que todas las designaciones se hagan con un mínimo de 17 votos a favor.
Según las fuentes consultadas, entre las seis plazas clave la que ha generado más consenso es la presidencia de la Sala Cuarta (de lo Social) del Supremo, para la que se perfila María Luisa Segoviano, que se convertiría así en la primera mujer que preside una sala del alto tribunal. Aunque las votaciones pueden aupar a otra mujer a la presidencia de la Sala Tercera (de lo Contencioso) en la que rivalizan Eduardo Calvo, Pilar Teso y César Tolosa, el nombre que el martes por la noche parecía aglutinar la mayoría necesaria. Para la presidencia de la Sala Quinta (de lo Militar) del Supremo, Jacobo Borja de Quiroga López parte como favorito.
También están en juego tres plazas en la Sala de lo Penal del alto tribunal, la que tiene la última palabra en todos los asuntos penales, incluidos lo de corrupción, y juzga las causas contra aforados. El progresista Javier Hernández, actualmente en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, genera consenso entre vocales de ambos bloques. Para las otras dos plazas en liza, la mayoría de los vocales se decantaban hacia el conservador Ángel Hurtado y el progresista Leopoldo Puente, aunque algunas fuentes no daban el acuerdo por cerrado.
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