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El presunto blanqueador VIP de la trama de Gao Ping intenta librarse del juicio

La Audiencia Nacional rechaza el recurso presentado por François Leiser, un belga de 80 años dedicado durante décadas a evitar a las grandes fortunas pagar impuestos

J. J. Gálvez
Gao Ping, en una imagen de archivo de 2011.
Gao Ping, en una imagen de archivo de 2011.ÁLVARO GARCÍA

El magistrado José Luis Calama ha desbaratado un nuevo intento de François Leiser de librarse del juicio que se avecina por la denominada Operación Emperador, que sirvió para desarticular en 2012 una macroorganización criminal presuntamente liderada por el ciudadano chino Gao Ping y dedicada al fraude fiscal y blanqueo de capitales a gran escala desde España. El juez ha rechazado el recurso presentado por Leiser, un belga de 80 años que se ha dedicado durante décadas a que las grandes fortunas no paguen impuestos. Leiser alegó que ya “había sido previamente condenado en un procedimiento penal en Suiza” por los hechos que se le atribuyen en esta causa. Un argumento que tumba Calama en un auto, donde mantiene la decisión de sentarlo en el banquillo junto a más de 100 personas.

El magistrado detalla que, tras analizar el escrito del imputado, una figura clave en la trama y a quien se conocía con el alias de El jefe, pidió información a Suiza para “conocer el contenido y alcance de la investigación” que allí se había desarrollado contra él. Las autoridades del país helvético le contestaron entonces que, aunque se había puesto en marcha un caso por haber supuestamente participado en operaciones de blanqueo, la Fiscalía suiza había renunciado finalmente a acusarle y se ordenó el archivo del procedimiento abierto contra Leiser. Según explica Calama, esa decisión del ministerio público no equivale a dar la “cosa por juzgada”. Ni es una “sentencia firme”, ni un “sobreseimiento libre”, dice el instructor.

Este octogenario es un viejo conocido de la Policía. Su nombre aparece desde la década de los setenta del siglo pasado en investigaciones por fraude fiscal y tráfico ilegal de divisas. En el sumario de la Operación Emperador se le otorga, además, un papel fundamental. Según el juez, “es la persona que en última instancia dirige y determina las operaciones financieras” delictivas. Lideraba supuestamente la parte dedicada al blanqueo internacional, a cambio de una comisión de entre el 2% y el 3%. En un entramado que sacaba al extranjero entre cuatro y cinco millones de euros mensuales, según las pesquisas.

Las distintas partes de la trama

Los investigadores concluyeron que los implicados diseñaron una “compleja” organización criminal encabezada por Gao Ping, un ciudadano de origen chino asentado en España desde 1989 y que, junto a sus múltiples negocios, ejercía de promotor de arte. La trama importaba al año cerca de mil contenedores de artículos de bazar fabricados en China, sin declarar gran parte del contenido. A continuación, acumulaba todos esos productos en naves industriales y se vendían después al por menor en comercios. “Las mercancías se cobraban en efectivo, lo que generaba a la organización una inconmensurable cantidad de dinero en metálico”, detalló el juez en su auto de procesamiento.

Leiser entraba entonces en juego. Lideraba presuntamente el grupo de “intermediarios”, que ponía en contacto a personas con elevados saldos bancarios en paraísos fiscales que requerían dinero efectivo en España, y a quienes tenían dinero en metálico en España y querían transferirlo ilícitamente a cuantas bancarias localizadas en el exterior. “De este modo surge la comunidad de intereses entre Gao Ping y François Leiser”, apunta Calama, que añade: “La trama estaba compuesta de sucesivos grupos y escalones perfectamente estructurados y jerarquizados, cuyo único y común propósito es llevar a cabo una actividad sistemática de fraude fiscal y blanqueo de capitales, constituyendo al efecto un entramado de sociedades pantalla, al frente de las cuales se sitúa a diferentes testaferros, y confeccionando los correspondientes documentos mercantiles (facturas) y públicos (pasaportes) que resultan necesarios para dar soporte a estas actividades delictivas”.

Un agente de la Policía

Calama sí ha aceptado, en cambio, el recurso presentado por Miguel Ángel Gómez Gordo, un inspector de la Brigada de Extranjería de la Policía Nacional, procesado el pasado julio junto al resto de implicados. En su auto, fechado este martes, el magistrado entiende, tal y como expone la defensa, que todos los hechos relacionados con el agente fueron investigados en una pieza separada y que la Sala de lo Penal ya ordenó el sobreseimiento en lo que a él respecta. Por ello, el juez da carpetazo a esta parte de la investigación que se dirigía contra Gómez Gordo y lo saca del grupo propuesto para enviar a juicio.

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Sobre la firma

J. J. Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

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