Villarejo se suma a Corinna Larsen para intentar frenar la causa de la Audiencia Nacional
El comisario afirma que ya se había jubilado cuando se produjo el supuesto encargo de espionaje
El comisario José Manuel Villarejo se ha sumado a Corinna Larsen, examante de Juan Carlos I, y ha pedido el archivo en la Audiencia Nacional de la bautizada como pieza Carol, donde se investigan las conversaciones que ambos mantuvieron en Londres. En un escrito enviado al juez este lunes, el antiguo agente de la Policía Nacional subraya que ya se había jubilado cuando se produjo el supuesto encargo de espionaje que trata de dilucidar el magistrado y, por tanto, no se le puede atribuir el delito de cohecho pasivo que ha permitido reabrir esta parte de las pesquisas, puesto que este se refiere a los funcionarios que, en el ejercicio de su cargo, reciban una retribución a cambio de incumplir sus deberes.
Según detalla el abogado de Villarejo, Antonio García Cabrera, el comisario se jubiló el 22 de junio de 2016 y los nuevos audios incorporados a la causa son del 7 de octubre de 2016. “Villarejo no era [ya] funcionario público”, sentencia el letrado en su escrito, al que tuvo acceso EL PAÍS, donde también se adhiere a la argumentación esgrimida por Larsen para tratar de frenar esta investigación. La empresaria, citada a declarar como imputada el 8 de septiembre, recurrió este 14 de agosto la reapertura de la pieza Carol, archivada en 2018, y solicitó suspender todos los interrogatorios previstos para principios del próximo mes: el suyo, el de Villarejo, el del abogado Rafael Redondo (socio del comisario jubilado) y el del empresario Juan Villalonga, que habría hecho de intermediario entre el antiguo agente de la Policía Nacional y la amiga del Rey emérito.
La defensa de Larsen tomó esta iniciativa después de que el juez Manuel García-Castellón decidiese reabrir en julio este caso tras recibir dos nuevos audios (llamados Corin 16.10.7 y 16.10.7-a). Según detalló el magistrado, en ellos se escucha como la empresaria comenta a Villarejo sus “inquietudes” sobre la posibilidad de que su ayudante “pudiera estar filtrando información referente a su vida privada” y como le facilitó entonces información a Villarejo para que presuntamente la investigase de forma ilegal. Pero estos hechos, en opinión del abogado de la examante de Juan Carlos I, no guardan ninguna relación con las grabaciones investigadas originalmente en Carol, en las que la imputada atribuía —sin pruebas— al exmonarca el cobro de comisiones y el uso de testaferros para ocultar una supuesta fortuna en Suiza y un terreno en Marrakech.
Por ello, la defensa incide en que “no procede la reapertura de la pieza sino, en su caso, la formación de nueva pieza independiente”. Aunque, el letrado de la empresaria también cuestiona, incluso, que la Audiencia Nacional tenga competencias para hacerse cargo de un presunto delito cometido en el extranjero, ya que la reunión donde se grabó el encuentro se produjo en Londres, y que no ha sido denunciado ni por “la parte ofendida” (la asistente), ni por la Fiscalía.
Las defensas aguardan ahora la respuesta de la Audiencia Nacional sobre esta pieza, la quinta que se abrió en el conocido como caso Villarejo, que tiene ya más de una veintena de líneas de investigación. Carol llevaba dos años archivada. Desde que el magistrado que llevaba la causa entonces, Diego de Egea, concluyese que los primeros audios incluidos en la causa se referían a hechos ocurridos antes de la abdicación de Juan Carlos I, por lo que era entonces inviolable. Pese a ello, reenvió al ministerio público la parte relativa al presunto cobro de comisiones por la obra del AVE a La Meca y, meses después, la Fiscalía del Tribunal Supremo abrió unas diligencias, que son las que han derivado en la investigación al rey emérito.
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