La Audiencia Nacional cita como investigada a Corinna Larsen por los audios de Villarejo sobre el rey emérito tras reabrir el caso
El juez cita a declarar como imputados al policía jubilado y al empresario Juan Villalonga
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha acordado este lunes la reapertura de la denominada pieza Carol, donde se investigan los audios del comisario jubilado José Manuel Villarejo con la empresaria Corinna Larsen, que había sido archivada en 2018. El magistrado ha citado a ambos a declarar como investigados los próximos 7 y 8 de septiembre, junto al empresario Juan Villalonga, y al que fuera socio de Villarejo, Rafael Redondo, que también participaban en las conversaciones.
En esos audios Larsen atribuía —sin pruebas— al monarca el cobro de comisiones y el uso de testaferros para ocultar una supuesta fortuna en Suiza y un terreno en Marrakech. La empresaria aseguró también que Juan Carlos I cobró por mediar en la adjudicación a empresas españolas de la construcción del AVE a La Meca, una obra de más de 7.000 millones de euros ejecutada por un consorcio español de 12 firmas, entre las que figuran OHL, Adif o Renfe.
El hallazgo de estos audios dio pie a la apertura de una de las primeras piezas del caso Villarejo, conocida como Carol, que está en el origen de la investigación sobre Juan Carlos I que abrió en junio la Fiscalía del Tribunal Supremo. La Audiencia Nacional cerró Carol en 2018 porque los datos que aportaba Larsen en esa conversación se referían a hechos ocurridos antes de la abdicación de Juan Carlos I, por lo que el Rey era entonces inviolable. No obstante, el entonces instructor del caso, el juez Diego de Egea, envió a la Fiscalía la parte relativa al presunto cobro de comisiones por la obra del AVE y, meses después, Anticorrupción abrió unas diligencias, que son las que han derivado en la investigación al rey emérito.
Mientras tanto, la investigación sobre las conversaciones de Villarejo y Larsen ha permanecido cerrada hasta ahora. Pero en un auto notificado este lunes, el juez García Castellón advierte de que, tras analizar diversa documentación enviada recientemente por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía, existen “indicios suficientes” de delito (”hechos que revisten carácter de infracción penal”, según el juez). Entre estos documentos, el instructor cita un oficio enviado por la Policía el 31 de enero de 2019 con dos nuevos audios de conversaciones entre Villarejo y Larsen encontrados en casa del primero y que, “a juicio policial”, podrían “revestir apariencia delictiva”. Estos nuevos archivos son la base principal para la reapertura del caso, según explica el instructor.
El objetivo de la nueva investigación es esclarecer “la posible existencia de un encargo” por parte de Larsen a Villarejo con el que la antigua amiga del rey emérito pretendería obtener del comisario datos sobre su asistente personal española. El juez quiere “recabar todas las circunstancias que pudieron rodear” esa encomienda, sin descartar que esa investigación pudiera llevar a apreciar nuevos indicios de delito.
El instructor resume en su auto la conversación entre Villarejo y Larsen recogida en esos nuevos archivos que con los que hasta ahora no contaba la justicia. Según este relato, ella le expone “sus inquietudes” respecto a su asistente, quien, según teme Larsen, podría estar filtrando información sobre su vida privada. En el audio se escucha cómo Villarejo le recomienda chequear las llamadas y mensajes de la mujer para saber con quién habla o a quién escribe. El comisario pide a Larsen que le facilite el número de teléfono de su asistente en España y se ofrece a chequearlo él. “Perfecto”, responde la empresaria, a quien esa posibilidad de indagar e el teléfono de la mujer le parece “muy importante”. El instructor explica cómo Villarejo le “vende” sus servicios de forma “insistente”, explicándole que tiene a los “mejores especialistas del mundo” y que además lo hará sin que se entere nadie. El policía se ofrece a Larsen, tanto para lo que ella pueda necesitar como para sus contactos, le insiste en que puede llamarlo en cualquier momento y presume de que puede localizar bienes de cualquier persona en cualquier parte del mundo.
La conversación avanza, Larsen le da los datos de su asistente y Villarejo se compromete a remitirle una respuesta en poco más de un mes. El policía vuelve a reiterar que la puede ayudar en lo que quiera, a lo que la empresaria contesta que pueden hacer “un buen negocio”. Hacia el final de la charla, hablan de un tal “Juan”, que según el juez es el empresario Juan Villalonga, que estuvo presente en la primera charla entre el policía y la antigua amiga del rey emérito. Ambos se refieren a él como la persona que les puso en contacto.
Estos pasajes justifican, según el magistrado, la reapertura de la causa para averiguar si el encargo de Larsen a Villarejo se llegó a materializar, en qué consistió y si se abonó una cantidad o si hubo un ofrecimiento o promesa de compensación, lo que podría ser constitutivo de delitos de cohecho activo y pasivo, señala el juez. La investigación se amplía a Redondo, porque en su casa se encontraron los primeros audios del caso, y a Villalonga, que fue quien, supuestamente, propició el encuentro del comisario y la empresaria.
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