Iglesias cree que “el debate sobre la utilidad de la Monarquía” crece pero ve difícil cambios a corto plazo

El vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, ha asegurado este viernes que no se pueden desvincular los delitos de Juan Carlos I de su condición de rey y que la legitimidad de Felipe VI “descansa precisamente” en que es hijo del exmonarca. Iglesias ha recogido la cuerda que lanzó la representante de Podemos en la Mesa del Congreso Gloria Elizo al pedir la abdicación del Rey y un referéndum sobre la Monarquía y se ha mostrado más cauto, aunque igual de tajante, en un texto colgado en sus redes sociales. “Resulta complicado ignorar que la Monarquía es una institución hereditaria en la que la legitimidad descansa precisamente en la filiación”, ha dicho.

Iglesias ha admitido, sin embargo, que “la actual correlación de fuerzas en la política española y los procedimientos que fija nuestro ordenamiento jurídico hacen que un debate de esta naturaleza difícilmente pueda traducirse en cambios a corto plazo”. “Unidas Podemos está comprometido con la Ley aunque algunas leyes no nos gusten y trabajemos para cambiarlas democráticamente”, ha añadido.

El líder de Podemos ha aplaudido además la posición marcada por el presidente Pedro Sánchez tras los últimos escándalos que afectan al rey emérito por su “valentía y sentido de Estado”, en lo que considera una forma de marcar distancias con la posición tradicional que ha mantenido el PSOE y los presidentes del Gobierno sobre la Monarquía. Sánchez resucitó este jueves la propuesta de reformar la Constitución para eliminar la inviolabilidad del jefe del Estado o, al menos, limitarla a las actividades vinculadas a su cargo, no las privadas. “Con sus palabras, el presidente está señalando algo evidente: crece en la sociedad española un debate sobre la utilidad de la Monarquía”, ha dicho Iglesias.

En un mensaje comedido, incluso ha destacado que “la voluntad de Felipe VI de alejarse de la figura de Juan Carlos” I al anunciar, en pleno estado de alarma, la renuncia a su herencia “revelaba sensatez”. Sin embargo, ha continuado, “hay cosas que difícilmente se pueden disociar: resulta complicado desvincular los presuntos delitos cometidos por Juan Carlos I de su condición de rey, que ostentó durante 40 años”.