El taller de una guardia civil conecta el blanqueo del narco ‘Castaña’ con el ‘Messi del hachís’
Antonio Tejón, uno de los grandes capos del hachís, ha sido detenido este jueves antes de salir en libertad de prisión por el error de un juzgado
A bordo de un Audi Q7, uno de esos coches de lujo que tanto gustan a los narcos, el rey del hachís Antonio Tejón el Castaña, recorrió en la madrugada de este viernes los 252 kilómetros que separan la prisión granadina de Albolote de los calabozos de la comandancia de la Guardia Civil de Algeciras. Ocurrió apenas unas horas después de que un error judicial le dejase en libertad para acabar inmediatamente detenido por otra investigación policial. Pero al poderoso traficante aún le esperaba el sobresalto de saberse investigado por un supuesto blanqueo de capitales en el que también está investigada una guardia civil y la pareja de esta.
El puzzle del narco campogibraltareño siempre es susceptible de tener una pieza más para que todo encaje. En el caso de la operación Gums por la que el Castaña acabó este jueves detenido in extremis al salir de prisión es el taller de la pareja de una guardia civil, supuesto nexo de unión del blanqueo del Castaña con otro gran narco de la zona, Abdellah El Haj Sadek el Membri, más conocido como El Messi del hachís. Las dos grandes mafias que controlan el tráfico del hachís en el Estrecho estaban vinculadas por ese negocio de reparación de automóviles que ya apareció en las pesquisas contra El Haj hace un año, en el marco de la investigación Pristina.
Aunque las indagaciones contra El Castaña llevaban ya meses en curso, la operación se aceleró este jueves, justo cuando se supo que el menor de los dos hermanos Tejón iba a salir de la cárcel en la que estaba desde junio de 2018 por otra operación diferente. Su apresamiento en Albolote puso en marcha una inmediata cadena de arrestos y registros que se han efectuado este viernes por la mañana en cuatro domicilios entre las localidades de Algeciras, Los Barrios y Sevilla. Entre los cinco detenidos, además del propio narco, está la guardia civil, llamada Trinidad y perteneciente a la policía judicial de la Comandancia de Algeciras y la pareja de ésta, gerente del taller.
Los investigadores creen que la agente y su compañera sentimental colaboraban en la trama de blanqueo que el Castaña supuestamente urdió mediante sociedades pantalla y una gran cantidad de cuentas bancarias. Cada una de estas cuentas, puestas a nombre de testaferros, recibía multitud de pequeños ingresos en efectivo que luego transferían para complicar su seguimiento. Los investigadores cifran en dos millones de euros el dinero atesorado en estas cuentas. El montante sería solo una pequeña cantidad de toda la fortuna que se le atribuye tanto a Antonio como a su hermano Isco Tejón, líderes de un clan a los que se les suponen más de 30 millones de euros de patrimonio.
A la lista habitual de delitos por la que los Castaña suelen estar investigados —como suele ser blanqueo de capitales, tráfico de drogas o pertenencia a organización criminal— el narco ha sumado un nuevo cargo: cohecho. “Es tanto propio como impropio”, explica un agente cercano al caso. Según sospecha el mando para la lucha contra el narco de la Guardia Civil, la agente investigada supuestamente recibía dinero del narco, tanto por cometer delitos o ilegalidades en su puesto como por desempeñar su tarea en beneficio del traficante. Trinidad compartía además unidad con Joaquín Franco, capitán de la Policía Judicial de Algeciras, que ya acabó detenido también por colaborar con Messi.
La explotación de Gums se ha puesto en marcha en tiempo récord, después de que la Sección en Algeciras de la Audiencia Provincial emitiese este jueves un auto en el que dejaba en libertad provisional y sin fianza a Tejón. Su decisión estaba justificada en la nulidad de un auto del pasado mes de junio por el que el Juzgado Número 2 de La Línea de la Concepción prorrogaba la estancia en prisión del Castaña, cuando legalmente las competencias de tal decisión ya correspondían a la Audiencia y no a esa jueza.
La noticia de la salida de prisión de Tejón produjo una “gran alegría” entre algunos de sus colaboradores en La Línea. “Se pusieron a celebrarlo y mira qué pronto acabó”, ironiza un agente local. La misma frustración se vivió a las puertas de la prisión de Albolote, donde esperaba su esposa, hijos y otros familiares y amigos que encajaron con contrariedad la nueva detención del traficante. Tanto Antonio como su hermano mayor Isco fueron a prisión tras aparecer como principales investigados de la operación Ronal, en 2016.
Tras aquel operativo en el que acabaron detenidos 17 colaboradores, los hermanos consiguieron huir y mantenerse fugados de la Justicia durante meses. El primero en caer fue Antonio, en junio de 2018, mientras visitaba a una amante. En octubre, Isco se entregó. Con la aparente imposibilidad de poder prorrogar la prisión provisional para el hermano menor por esta causa pendiente de juicio—el auto de la Audiencia no admite recurso—, dependerá del juez instructor del nuevo operativo Gums determinar si existen suficientes indicios en su participación en el blanqueo como para poder enviarle de nuevo a la prisión de la que salió justo ayer.
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