El ‘Messi del hachís’ se fuga por “la enorme presión policial” a la que se siente sometido
El investigado se encontraba en libertad bajo fianza desde 2017, tras un polémico acuerdo con el fiscal de la zona y una primera fuga
Dice Abdellah El Haj Sadek que tiene miedo, que padece acoso policial, que teme sufrir una detención “injusta” y que, por todo ello, ha decidido “desaparecer por un tiempo”. Y eso en boca de alguien apodado el Messi del hachís, investigado por ser, supuestamente, uno de los mayores narcos del Campo de Gibraltar, ya es decir mucho. Sobre todo si la opción de fugarse llega después de haber protagonizado una primera huida de película y de alcanzar, en noviembre de 2017, un polémico acuerdo con el fiscal jefe de Algeciras para entregarse a cambio de quedar en libertad bajo fianza.
El Haj tenía obligación de comparecer diariamente en los juzgados de Algeciras, hasta la llegada de un juicio que no estaba previsto, al menos, hasta 2020. Así lo estuvo haciendo hasta el pasado 12 de marzo, según confirman fuentes judiciales. Pero no ha sido hasta la noche de este pasado miércoles cuando la fuga ha trascendido por boca del propio huido. Uno de los abogados del Messi ha remitido un comunicado al periódico local Europa Sur en el que informa de la decisión, supuestamente, por boca de su propio cliente.
“Comunico mi decisión de desaparecer por un tiempo, por tener verdadero miedo por mi integridad y la de mi familia. Todo ello a causa de la enorme presión policial a la que estoy siendo sometido”, arranca el escrito, reproducido íntegramente por este medio. El Haj dice que los seguimientos policiales “son cada vez más implacables” y que su estabilidad emocional se ha visto tan comprometida que sufre una depresión que se está teniendo que tratar.
El investigado por narcotráfico refiere un suceso vivido la semana pasada como punto de inflexión. El Haj fue objeto de un seguimiento policial durante una visita a Madrid donde asegura que sufrió “acoso físico”. “Al salir de la estación de Atocha, fui objeto de una verdadera encerrona de coches siguiéndome hasta el hotel donde me hospedé con mi familia”, reconoce en el escrito. “Todos mis movimientos son sometidos a una implacable fiscalización policial, mi familia es igualmente acosada”, añade.
En sus años de mayor actividad, El Haj se convirtió en uno de los narcos más poderosos del Campo de Gibraltar, según coinciden fuentes policiales. Su éxito consistió en ser capaz de poner en marcha una mafia compuesta por pequeños clanes capaces de funcionar de forma autónoma. Fue justo antes de que los agentes intentaran detenerle en mayo de 2017 en una persecución de película en la que el Messi consiguió huir a Marruecos con la ayuda de sus secuaces.
Las andanzas del Messi, de unos 35 años, parecieron acabar el 29 de noviembre de ese año, tras acabar detenido. Sin embargo, apenas unos días después consiguió la libertad tras pagar una fianza de 80.000 euros y a cambio de presentarse a firmar diariamente en los juzgados. Fue gracias a un polémico acuerdo firmado con el fiscal jefe de Algeciras, Juan Cisneros. El entendimiento con El Haj, rubricado justo en el tiempo en el que se estaba consumando el relevo del titular antidroga en la zona, generó un importante malestar entre los agentes implicados en la lucha contra el hachís del Estrecho.
El fiscal Cisneros justificó la firma con el narco el pasado mes de mayo de 2018, en una entrevista con EL PAÍS: “Era un señor huido de la justicia, un marroquí escapado en Marruecos, con medios económicos, y por medios policiales era imposible detenerlo; el acuerdo fue ponerlo a disposición judicial y tiene que presentarse diariamente en el juzgado”.
Y precisamente a Marruecos es donde distintos agentes del Campo de Gibraltar creen que El Haj se ha vuelto a fugar. “Se ha reído en la cara de todos… Ahora que lo busquen y saquen de la mansión en el Rif”, se queja amargamente un guardia civil. Un policía de la zona resume la decepción y la impotencia que la fuga del Messi ha generado entre todos los implicados en la lucha contra el narco, especialmente intensificada en los últimos meses: “No creo que haya sorprendido a nadie. Llevo un año diciéndolo. Ahora que cada palo aguante su vela”.
Antes de huir, el Messi ha asegurado ser un “chico normal” que ya ha pedido perdón por sus errores. Pero los agentes de la zona no tienen tan claro esa supuesta candidez. No hace ni un mes y medio que 200 agentes de la policía y de Vigilancia Aduanera protagonizaron una macrorredada contra los supuestos sucesores del clan de El Haj donde medio centenar de personas acabaron investigadas, en el marco del Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar de la Secretaría de Estado de Seguridad. Entre los investigados se encontraba Emilio el Moro, considerado uno de los lugartenientes del narco.
En los círculos policiales sospechan que El Haj continúa vinculado de alguna forma a los negocios del hachís. “Ese sigue”, reconocía uno de los agentes implicados en esa última operación. Pero él se defiende en su misiva: “Se está induciendo a personas de mi entorno para que me acusen falsamente de la comisión de ilícitos en los que no tengo intervención alguna (…). Tengo el temor de sufrir una detención injusta y arbitraria, porque me consta que se están pergeñando en mi contra diligencias policiales sin base alguna”.
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