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El PSOE elige a un nuevo portavoz junto a Gabilondo para reforzar la oposición en Madrid

Cepeda, senador y diputado autonómico, asumirá una de las dos portavocías adjuntas vacante desde el nombramiento de Rodríguez Uribes como ministro de Cultura. La otra ya la desempeña Sánchez Acera

José Cepeda, en el centro de la fotografía en una imagen de archivo en la Asamblea de Madrid.
José Cepeda, en el centro de la fotografía en una imagen de archivo en la Asamblea de Madrid.ÁLVARO GARCÍA
José Marcos

Dar respuesta a Isabel Díaz Ayuso, que durante la crisis del coronavirus rivalizó con el president catalán, Quim Torra, por erigirse en la voz autonómica más crítica con el Gobierno, era una de las prioridades de Pedro Sánchez. El PSOE movió ficha este miércoles ante la falta de contundencia de Ángel Gabilondo y nombró a José Cepeda, uno de los parlamentarios más veteranos de la Asamblea de Madrid, para contrarrestar el discurso de la dirigente del PP. Los socialistas incidirán en la gestión de las residencias, la falta de recursos de la sanidad pública y la estancia de Ayuso en un apartahotel de un empresario durante la crisis.

El PSOE madrileño resolvió, tras semanas de rumores, la designación de Cepeda, un clásico del socialismo madrileño, para dotar de más pegada a Gabilondo. La dirección permanente -el núcleo de mayor confianza de José Manuel Franco, el líder territorial del partido y delegado del Gobierno- aprobó en una reunión vespertina la propuesta. No hubo sorpresas, aunque la tendrá que ratificar el grupo parlamentario en la Asamblea. Cepeda, que en las últimas primarias apoyó a Susana Díaz, contaba con el beneplácito de La Moncloa y Ferraz. Concluía así la incógnita que desde mediados de junio tenía pendiente al partido después de que EL PAÍS adelantase los planes de Sánchez de endurecer la oposición en Madrid. No al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida (PP), que durante la pandemia sanitaria, en la que Madrid se convirtió en la región con más contagios y fallecidos, se trabajó el respaldo de las fuerzas de izquierda. El objetivo era encontrar un contrapeso a Ayuso, la gran apuesta de Pablo Casado en la comunidad fetiche de los populares (con permiso de Galicia). La joya de la corona del PP, con el PIB más abultado. Donde gobierna sin interrupción desde 1995. Tres décadas y media en las que la han convertido en el laboratorio de ideas y campo de pruebas de las políticas que Génova expandía al resto del país.

Cepeda (Ciudad Real, 1968), diputado desde 2003 y senador por designación autonómica, asumirá una de las dos portavocías adjuntas que dejó vacante José Manuel Rodríguez Uribes tras ser nombrado el pasado enero ministro de Cultura y Deporte. La otra la desempeña Pilar Sánchez Acera, que además será la portavoz en la comisión de reconstrucción del Parlamento autonómico. Las otras opciones que se barajaron como alternativa a Cepeda fueron Purificación Causapié, Rafael Gómez Montoya y José Luis García. Pero el elegido era la opción preferida desde la reunión del 12 de junio en la que el PSOE concluyó que tenían que incrementar el tono en Madrid. Ese día, horas después de que se archivase el caso del 8-M en el que estaba imputado Franco, se celebró una comida en Ferraz a la que asistieron Sánchez; su jefe de gabinete, Iván Redondo; Félix Bolaños, secretario general de Presidencia; Santos Cerdán, secretario de Coordinación Territorial del PSOE; y el delegado del Gobierno.

La reflexión fue que había que dar rearmarse tras los choques reiterados, y buscados, de Ayuso con Sánchez en las conferencias de presidentes. Los barones del PSOE también lo creían necesario, después de asistir una semana tras otra a las provocaciones de la presidenta de Madrid en la cumbre de líderes territoriales. Dos ejemplos: en una ocasión se incorporó dos horas tarde para recibir a un avión con material sanitario. En otra estuvo unos minutos antes de irse a una misa por las víctimas. Y lejos de la autocrítica, siempre responsabilizaba al Gobierno del impacto dramático del coronavirus en Madrid. El PSOE se volcará en la investigación del escándalo de las residencias de ancianos. Y sin descuidar las carencias de la sanidad pública, no se olvidará de los dos meses que Ayuso residió en un apartamento de lujo del empresario Kike Sarasola en plena crisis de la covid-19. La presidenta afirmó que abonó 80 euros diarios (2.400 euros al mes), un descuento considerable respecto al precio de mercado.

Cortejo a Ciudadanos pensando en la primavera

El PSOE ganó las últimas elecciones madrileñas con 37 escaños, siete más que el PP. La victoria, que no se conseguía desde 1987, fue pírrica. Ayuso, pese a firmar el peor resultado histórico de los populares, con 18 diputados menos que Cristina Cifuentes en 2015, fue investida presidenta del primer Gobierno de coalición de la región tras cerrar un acuerdo con Ciudadanos. Vox lo mantiene desde fuera. Pero la fractura entre los dos socios del Ejecutivo, con las residencias como mayor punto de fricción, invitan al PSOE a pensar en una posible moción. Como pronto llegaría en primavera si los Presupuestos vuelven a ser prorrogados. La presidencia de Ayuso depende de Ciudadanos.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.

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