Feijóo mide su fortaleza en Galicia frente al bloque de la izquierda

No hay encuestas que valgan. Ni siquiera para el PP, al que los sondeos auguran en estas singulares elecciones una cómoda mayoría. Alberto Núñez Feijóo, que aspira a emular la gesta de los cuatro mandatos consecutivos de Manuel Fraga en su particular Baviera, repite la fórmula de éxitos pasados: trasladar la idea de la necesidad de un Gobierno estable que ha sabido gestionar una pandemia frente a un tripartito de PSdeG, BNG y Galicia en Común-Anova-Mareas (la unión de Podemos, Esquerda Unida, Anova, Marea Atlántica y Compostela Aberta).

Como es ya habitual, el PP centrará la campaña en Feijóo. Su imagen anulará a la del partido pese a que, en el intento por arañar cualquier voto en cualquier esquina, contará con Mariano Rajoy para que se patee las aldeas y con Pablo Casado para pasear por las urbes. Los tres coincidirán en un mitin. Con Cs y Vox aspirando a situarse en el tablero gallego, el PP no descarta contar también con Cayetana Álvarez de Toledo. Feijóo buscará potenciar su lado más humano (frente a la fría imagen de contable que se le atribuye) e iniciará también en esta ocasión la campaña en su pueblo natal de A Peroxa (Ourense) en donde suele presentarse como “el nieto de Eladia” y en donde suele, además, emocionarse.

Para el PSdeG liderado por Gonzalo Caballero el reto es volver a la casilla de salida en la que estaba en marzo, antes de la pandemia, con la ciudadanía muy centrada en la crisis y alejada del PP. Los socialistas gallegos, a quienes las encuestas les auguran un ligero crecimiento, confían en recuperar el respaldo de buena parte del medio millón de gallegos que el año pasado les votaron. Están convencidos de que las elecciones no serán un desfile militar para Feijóo. La campaña, en la que se estrena el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este sábado en Ourense, estará enfocada a impedir el trasvase de voto del electorado “asentado” de izquierda.

El BNG, al que el CIS augura entre 12 y 14 escaños frente a los seis actuales, centrará la campaña en su líder, Ana Pontón. Trazarán, sin esconder sus siglas, un perfil de candidata solvente, de larga trayectoria política avalada con una gestión interna que permitió el retorno del partido al Congreso de los diputados. Junto a la imagen de “partido serio y fiable” el BNG incidirá en la condición femenina de la candidata, con la idea de que podría ser la primera mujer al frente de la Xunta. Los nacionalistas proyectarán una campaña a dos (Feijóo versus Pontón) convencidos de que ella liderará el bloque ideológico de la izquierda.

La confluencia de Podemos con Anova (el partido fundado por Xosé Manuel Beiras) y las Mareas, a la que el CIS pronostica un considerable varapalo, son conscientes de que el triunfo de un gobierno progresista depende de ellos. El candidato, Antón Gómez-Reino, secretario general de Podemos-Galicia, estará respaldado en sus mítines por miembros del Gobierno como Pablo Iglesias e Irene Montero así como por referentes gallegos como la ministra Yolanda Díaz, que figurará en la cartelería o Beiras. Todos se volcarán en la búsqueda del voto, principalmente joven, que pueda propiciar un gobierno progresista que marque el fin de la era Feijóo. Gobernando con el PSOE y con el apoyo del BNG en Madrid, su campaña evidenciará la amistad con las fuerzas de izquierda con las que no competirá.