Cae una organización que distribuía hachís oculto en latas de tomate desde la Costa del Sol

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Por fuera, todo en orden. Latas de tomate en conserva de un kilo, etiquetadas correctamente y con documentación en regla. Por dentro, bastaba abrir uno de los envases para encontrar una sorpresa. En el interior había tabletas de hachís perfectamente envueltas con las iniciales PUBG como marca. Los envases eran la tapadera que utilizaba un grupo de narcotraficantes asentado en un chalet de lujo en la Costa del Sol para la distribución de esta droga por toda Europa. Labor que han mantenido incluso durante el estado de alarma aprovechando que, supuestamente, eran una empresa de alimentación. Tres personas han sido detenidas en una operación que la Guardia Civil mantiene abierta. Las tres están ya en prisión.

La organización había puesto en marcha una empresa conservera en una vivienda de alto poder adquisitivo en la localidad de Mijas. Allí habían instalado maquinaria “de gran valor industrial” según cuentan los agentes, además de herramientas para el sellado y cierre de las latas de tomate. La banda las compraba vacías y adquiría las etiquetas de una marca legal –y ajena a la actividad- y las llenaba de hachís. Su actividad no había cesado durante el estado de alarma debido a la crisis sanitaria ya que habían creado una empresa ficticia de alimentación, sector que se considera esencial y que tiene permitida la actividad. También con esa documentación podían eludir, sin problemas, los controles en carretera.

Según los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en Málaga, los delincuentes preparaban la mercancía y la empaquetaban en palets, para luego trasladarla a un trastero alquilado en un polígono industrial de Málaga para pasar lo más desapercibidos posibles. Desde allí, finalmente era distribuida en grandes camiones hacia Lituana y otros países del este de Europa.

Fue uno de estos transportes el que precipitó la intervención de la Guardia Civil, que llevaba varias semanas tras la pista de la organización. El pasado Viernes Santo, los ahora arrestados fueron sorprendidos cargando en un camión de matrícula lituana un palet de latas de tomate, aunque en su interior se hallaron 200 kilos de hachís. Los agentes aseguran que la organización enviaba a Lituania “importantes cantidades de hachís” como esta de manera periódica.

También enviaban marihuana que ellos mismos cultivaban. De hecho, en durante el registro del chalet mijeño que ejercía de sede de los narcotraficantes, los agentes encontraron “una sofisticada plantación” de marihuana con gran capacidad de producción. Ese día se intervinieron hasta 700 plantas, que han sido incautadas, así como la maquinaria de envasado, dos coches, un camión, inhibidores de frecuencia, cámaras de seguridad y material informático. La operación permanece abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones.

La Costa del Sol también ha sido protagonista de una operación de la Policía Nacional que se ha saldado con cinco detenidos y la intervención de 1,5 toneladas de clorhidrato de cocaína en el salón de un apartamento de San Pedro de Alcántara (Marbella). La distribución se la droga –que había sido alijada en playas cercanas- se realizaba en vehículos de alta gama, donde la organización preparaba sofisticados compartimentos para esconder hasta 80 kilos de la sustancia estupefaciente. En esta intervención ha colaborado la Fiscalía Especial Antidroga de Málaga en Marbella.