Cae una banda de ladrones a la que se atribuyen al menos 57 robos en la Costa del Sol
La Policía Nacional detiene a diez personas que asaltaron templos religiosos, campos de golf, supermercados, restaurantes, joyerías o negocios de alquiler de coches.
Al más puro estilo de los protagonistas de la saga cinematográfica Ocean´s Eleven, una decena de ladrones planeaba casi al milímetro sus robos en la Costa del Sol. Visitaban su objetivo, hacían fotografías, dibujaban los planos, planificaban el asalto, se repartían funciones y, finalmente, cometían el golpe. No dudaban en solicitar información a empleados o antiguos trabajadores de los lugares que desvalijaban. Su líder les citaba a través de un grupo de Instagram. Y cambiaban de coche y domicilio constantemente para dificultar a la policía su trabajo. Se les atribuyen al menos 57 robos en la provincia de Málaga, tanto en establecimientos comerciales como templos religiosos. Pero hay algo que les difiere del equipo de Danny Ocean y Rusty Ryan, líderes de las películas dirigidas de Steven Soderbergh: a ellos la Policía Nacional sí les ha pillado. Los nueve miembros de esta banda de ladrones han sido detenidos y ya están en prisión. También ha sido arrestada una colaboradora.
La estupa budista de Benalmádena, varios campos de golf, una joyería, una cooperativa de aceites, un negocio de alquiler de coches, un supermercado, restaurantes de comida rápida, la parroquia de San Antonio Abad en Málaga o la de Santo Domingo de Guzmán en Benalmádena muestran el amplio repertorio de lugares donde la organización cometía sus robos. En esta última localidad y Torremolinos se centran la mayor parte de ellos. Y en tiempo récord: acumularon 40 asaltos solo entre septiembre y noviembre. Aunque la geografía no era problema. También actuaron en Antequera, Mijas, Torrox y la capital malagueña, aunque no se descartan otras localidades.
Fue el modus operandi de la organización el que hizo pensar a la policía que los autores de una serie de robos por toda Málaga podrían ser los mismos. Siempre actuaban cuando los establecimientos habían cerrado. Forzaban las cerraduras con herramientas de precisión y sustraían directamente cajas fuertes y máquinas expendedoras o de tabaco. Lo hacían rápido, de manera profesional y utilizando “técnicas sofisticadas”, según la policía, como el uso de inhibidores de frecuencia y microcámaras. Tras los asaltos no solo se esfumaban, también cambiaban de domicilio y vehículo mediante alquileres que tramitaban por internet. Buena parte del botín, además, lo invertían en comprar droga que luego ellos mismos distribuían para obtener más beneficios.
Un chalet como sede de la organización
El pasado mes de enero nueve miembros de esta organización fueron identificados y arrestados. Ocho son españoles y uno, francés. Todos muy jóvenes: tienen entre 19 y 27 años. Sus detenciones fueron la primera fase de la llamada operación Atlanta, en la que la policía realizó también cuatro registros en los que recuperó tres vehículos sustraídos y numerosas herramientas para robar. Pudieron igualmente obtener nueva información, que permitió identificar a otras cuatro personas que ejercían de colaboradoras facilitando información sobre los lugares a robar. “Les contaban qué medidas de seguridad había y dónde estaba el dinero, entre otros aspectos”, cuentan fuentes policiales. Una de estas personas, una mujer de nacionalidad filipina, ya ha sido detenida.
La segunda fase de Atlanta se realizó hace menos de un mes, el 10 de marzo. Aquel día los agentes localizaban un chalet de Benalmádena que los investigados usaban como sede principal de la organización. Las dependencias ejercían de almacén y residencia, ya que algunos de los miembros de la organización dormían allí como ocupas. En sus habitaciones los ladrones abrían con mazas y radiales las cajas fuertes, máquinas de tabaco o cajas registradoras sustraídas sin riesgo a ser detectados. En el registro, la policía encontró 14 teléfonos móviles, 5.000 euros en efectivo y dos vehículos más que se han intervenido, así como 255 gramos de hachís, dos pistolas eléctricas, ganzúas y un kit extractor de bombines.
Fuentes policiales explican que la operación aún está abierta y que no se descarta que en los próximos días se puedan achacar a esta banda más robos. Igualmente, se cree que se podrían llevar a cabo nuevas detenciones. Hasta el momento, nueve de las diez personas arrestadas ya han ingresado en prisión como presuntos responsables de los delitos de pertenencia a grupo criminal, robo con fuerza en las cosas y tráfico de drogas. El caso está en manos del Juzgado de Instrucción número 1 de Torremolinos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.