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operaciones policiales

El amor por la pasta delata a un mafioso italiano

La Guardia Civil detiene a un narcotraficante ligado con la Camorra escondido en la Costa del Sol tras averiguar que frecuentaba restaurantes de su país en Benalmádena

Efectivos de la Policía Nacional en Málaga en una imagen de archivo.
Efectivos de la Policía Nacional en Málaga en una imagen de archivo.Europa Press

El 4 de febrero, la policía italiana daba un duro golpe a dos organizaciones criminales ligadas a la ‘Ndrangheta calabresa y la Camorra napolitana que se habían repartido el mercado de la droga en Roma. Los carabinieri detuvieron a 13 personas en aquella operación, pero les faltó Massimiliano Alieandri, uno de los cabecillas, que había escapado un año antes a la Costa del Sol. Para encontrarlo, dieron algunas pistas a la Guardia Civil, que empezó a vigilar distintas zonas costeras malagueñas. Averiguaron que frecuentaba algunos restaurantes italianos a lo largo del litoral. Y le siguieron la pista hasta que, a finales de febrero, fue identificado y detenido en Benalmádena, según ha comunicado este miércoles el instituto armado. La Audiencia Nacional ha decretado su ingreso en prisión a la espera de su entrega a Italia.

Alieandri es un “importante narcotraficante italiano” y su organización tenía ramificaciones en varios países, según ha explicado la Guardia Civil. Con una condena firme por tráfico de drogas en Italia, se había escondido en la Costa del Sol desde hace más de un año para evitar entrar en prisión, por lo que la Fiscalía Antimafia de Roma lanzó una orden europea de detención y entrega. La gran afluencia turística, las urbanizaciones de lujo, el clima y la facilidad para el anonimato hacen de este rincón de Málaga uno de los preferidos por los fugitivos para esconderse.

El arrestado se movía por varios municipios del litoral malagueño. La policía italiana informaba en enero a la Guardia Civil de que podría estar en Benalmádena y daba algunas pistas sobre su descripción. Pronto la investigación apuntó directamente a varios negocios de origen italiano de la Costa del Sol ―entre ellos algunos restaurantes― y se estableció un servicio de vigilancia para encontrarlo. Finalmente, a finales de febrero, apenas unas semanas después de que su organización criminal fuese desmantelada, fue identificado y detenido.

Con este arresto la policía italiana da la puntilla a “dos consorcios criminales distintos dedicados al tráfico de drogas”, según informaron a principios de febrero los carabinieri. La operación, denominada Akhua y puesta en marcha a solicitud de la dirección contra la mafia de la Fiscalía de Roma, investigaba a 33 personas por narcotráfico y uso de armas. Los agentes realizaron 13 arrestos en Roma, Nápoles, Cagliari, Oristano, Reggio Calabria y Varese. Según subrayó la propia alcaldesa romana, Virginia Raggi, las organizaciones estaban ligadas a dos de las mafias más importantes de Italia: la Camorra napolitana y la ´Ndrangheta calabresa. Ambas se habían aliado para repartirse el mercado de droga en Roma en un acuerdo que los medios locales habían denominado “pax capitale” (la paz en la capital).

Durante la operación, la policía italiana se incautó de 10 kilos de explosivos, cinco armas, 1.648 cartuchos y 30.000 euros en efectivo. También 3 kilos de cocaína, 72 de marihuana y 55 de hachís, así como activos valorados en un millón de euros, entre los que se encuentran un Ferrari y una lancha.

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