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Detenido en Málaga un médico buscado por falsificar recetas de Viagra

El cirujano trabajaba en el hospital Virgen del Rocío, en Sevilla, pero se esfumó en 2016 tras ser condenado a cinco años de prisión por falsedad documental y estafa

Pastillas del medicamento Viagra.
Pastillas del medicamento Viagra.EFE
Nacho Sánchez

En diciembre de 2016, un cirujano que trabajaba en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla se esfumó. Desapareció sin dejar rastro poco después de que el Tribunal Supremo confirmase una condena por haber falsificado recetas para obtener más de 500 pastillas de Viagra, medicamento recomendado para hombres con incapacidad para obtener o mantener una erección suficiente para una actividad sexual satisfactoria. Le cayeron cinco años de prisión y decidió fugarse. Comenzó entonces un periplo por pequeñas localidades de las provincias de Málaga y Sevilla para evitar su encierro. En este tiempo y para despistar a los investigadores, se ha disfrazado varias veces para cambiar su aspecto y ha llegado a recluirse durante meses en una vivienda sin apenas salir a la calle. Hasta que, finalmente, la Guardia Civil lo ha localizado en Mollina, una población de 5.149 habitantes al norte de la provincia de Málaga donde se refugiaba bajo fuertes medidas de seguridad. Ya ha ingresado en prisión.

La Audiencia de Sevilla consideró probado que el cirujano pidió a un compañero de trabajo que le rellenase una receta para pacientes ambulatorios, haciéndole creer que era para un familiar suyo, que en realidad había fallecido. Con el documento, el ahora arrestado se dirigió al servicio de Farmacia del Hospital Virgen del Rocío donde le facilitaron 280 comprimidos de sildenafilo, es decir, Viagra. La acción fue repetida en otra ocasión, en la que recibió otras 244 unidades del medicamento. El tribunal le condenó a cuatro años y medio de cárcel por un delito de falsedad en documento oficial y seis meses más por otro delito de estafa. También le obligó a pagar 2.169 euros ―el valor de las recetas― al Servicio Andaluz de Salud.

El condenado recurrió al Tribunal Supremo, pero se confirmó la pena de prisión. Nunca ingresó, porque “tras recibir la noticia de la sentencia firme que le condenaba, comenzó un periplo de traslados de su domicilio a varias poblaciones andaluzas, ocultando siempre su verdadera identidad”, explican desde la Guardia Civil.

Los agentes le han estado siguiendo la pista desde entonces. Sin embargo, el fugado ha sido capaz de frustrar su arresto durante varias operaciones “justo en el momento en el que los guardias civiles iban a detenerlo”. Para conseguir despistarles, se llegó a disfrazar con distintos atuendos para esconder su fisonomía y así pasar desapercibido. En otra ocasión salió de un inmueble escondido en el maletero de un coche. También fue capaz de recluirse en una vivienda “durante meses” y sin salir prácticamente al exterior.

Recientemente, la Guardia Civil averiguó que se ocultaba en un domicilio de Mollina, donde adoptaba fuertes medidas de seguridad para evitar su localización. Los agentes comprobaron que realmente era la persona a la que buscaban y, finalmente, procedieron a su detención. El médico, que fue puesto a disposición judicial, ha ingresado ya en el centro penitenciario de Archidona, donde deberá cumplir los cinco años de prisión que tenía pendientes.

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