De Troya a Creta: un viaje en el tiempo
¿Te imaginas viajar en el tiempo? ¿Recorrer las civilizaciones más antiguas de Europa y Asia Menor? Te proponemos un viaje que no podrás rechazar


Si pudieras viajar en el tiempo, ¿dónde sería? Si eres fan de la historia es posible que quieras adentrarte en los secretos de la Antigua Grecia, cómo fue aquella civilización para poder conocer los templos, las primeras ciudades en las que vivieron personajes históricos y que han trascendido hasta hoy. En esta ocasión navegamos siglos atrás para conocer desde las ruinas de la antigua Troya hasta el espléndido palacio minoico de Cnosos en Creta, cuna de la civilización europea. Visitamos ciudades milenarias e importantes en la Antigüedad como Mileto, Priene, Pérgamo y Éfeso, así como los vestigios y localizaciones de varias maravillas del Mundo Antiguo, como el templo de Artemisa en Éfeso, el mausoleo de Halicarnaso o el coloso de Rodas. Sin olvidar los primeros rastros del cristianismo en Oriente. Un viaje por la costa oeste de Turquía y las islas griegas de Rodas y Creta para los amantes del arte, las civilizaciones antiguas y la exploración. Suena bien, ¿verdad? Este viaje, que está a punto de comenzar, puedes hacerlo realidad ya que EL PAÍS Viajes organiza una nueva aventura que te llevará, de la mano del guía experto en la materia Álvaro Planchuelo, por todos estos lugares. Haz las maletas, el próximo 7 de septiembre de 2025 y hasta el día 17 de ese mismo mes, te esperan. ¡Pide más información en este enlace!

Primera parada: Çanakkale, la Troya de Homero
¿Existió una ciudad llamada Troya o se la inventó el poeta Homero? Lo cierto es que nunca se sabrá con exactitud, porque los historiadores no acaban de ponerse de acuerdo sobre este hecho. En la Ilíada, de Homero (que se estima que vivió a finales del siglo VIII antes de Cristo), aparece una ciudad llamada Troya, y según el relato épico, fue un lugar que los griegos quisieron conquistar entre 1194 y 1184 antes de Cristo —una fecha ampliamente aceptada por algunos estudiosos modernos—. Sería en esta fecha cuando se libraría la famosa guerra de Troya que terminaría con una ciudad completamente arrasada por los griegos. Durante los siglos posteriores todo quedó en los escritos y en el arte, donde esta guerra y toda la mitología alrededor de ella ha sido ampliamente retratada, pero fue en 1871 cuando la supuesta ciudad se descubre. Y lo hizo un millonario y enamorado de la arqueología y de la obra de Homero llamado Heinrich Schliemann. Este señor, junto a su esposa, lideraría unas excavaciones que quedarían en entredicho por sus métodos pero que se aceptarían como válidas. De estas excavaciones saldría el tesoro de Príamo (rey de Troya) y restos arqueológicos que más tarde, en 1998, serían declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco.
La ciudad de Çanakkale está situada a ambos lados de los Dardanelos y es el lugar, en Turquía, donde se encuentra el museo dedicado a la antigua ciudad de los persas, además de las ruinas arqueológicas. Las excavaciones realizadas aquí han revelado la existencia de nueve periodos de colonización distintos, además de las ruinas de las murallas de la ciudad, cimientos de casas, un templo y un teatro. Un simbólico caballo troyano de madera conmemora la famosa guerra.

Segunda parada: Pérgamo, la ciudad de la antigua Grecia
Pérgamo fue una de las ciudades más importantes de la antigua Grecia. Fue sede de la biblioteca más importante de la Antigüedad, después de la de Alejandría, y lugar donde se perfeccionó la técnica de elaboración del pergamino. En 2014, la Unesco designó a Pérgamo como patrimonio de la humanidad. En la actualidad, Bergama es la ciudad construida sobre Pérgamo, allí se pueden visitar las ruinas de la acrópolis con su gran teatro, el templo de Atenea y Zeus, además de Asclepion, un templo dedicado a la curación, un gimnasio y la Basílica Roja (construida por los romanos).

Tercera parada: Esmirna, de los griegos a Alejandro Magno
La ciudad de Esmirna, situada en el extremo occidental de Turquía, es, además de una de las ciudades más pobladas del mar Egeo y un importante puerto comercial, por detrás de Estambul, una ciudad histórica con más de 3.000 años de vida urbana y 8.500 en términos de asentamiento humano. Izmir, como se la conoce en turco, se mantuvo en guerra durante muchos años con ciudades cercanas como Éfeso y Pérgamo, y cayó en decadencia hasta que Alejandro Magno en el 340 antes de Cristo construyó, muy cerca de ella, una nueva ciudad.
Podemos perseguir esta y otras historias antiguas en algunos puntos de la ciudad: se puede visitar un ágora, un museo y los restos arqueológicos de la antigua Esmirna, así como la Torre del Reloj, la mezquita Hisar y la mezquita Konak, y el ascensor histórico para disfrutar de una vista panorámica de la ciudad.

Cuarta parada: La hermosa ciudad de Éfeso, uno de los sitios arqueológicos más importantes del mundo
Éfeso fue un importante centro cultural, comercial y religioso desde la Antigüedad. Aunque hay varias leyendas acerca de su creación —una de ellas dice que fueron las Amazonas quienes la fundaron—, no hay datos hasta más o menos el siglo VII antes de Cristo de su presencia. Éfeso, como decimos, es una ciudad bíblica de la época del apóstol Pablo y una de las siete primeras iglesias (comunidades) mencionadas en el Apocalipsis. Hay mucho por ver, no es casualidad que la Unesco la añadiera en su lista de patrimonio de la humanidad en 2015. Conserva un teatro, un ágora, el odeón, la fuente de Trajano, el templo de Adriano y la excelente biblioteca de Celso, uno de los edificios romanos mejor conservados que existen. También las casas aterrazadas con pinturas murales en un excelente grado de conservación, el Artemisión (una de las siete maravillas del Mundo Antiguo, aunque solo queda una columna), las ruinas de la basílica de San Juan, donde se encuentra la tumba de san Juan, y el Museo de Éfeso con las esculturas de la diosa Artemisa. Como curiosidad también se puede visitar la casa de la Virgen, una pequeña construcción fuera de la ciudad donde se presume que la Virgen María pasó sus últimos años de vida. Está declarada reliquia por la Iglesia católica desde 1896.

Quinta parada: Priene, la antigua ciudad griega colgada en la montaña
A 120 kilómetros de Esmirna, Priene sigue la historia de este viaje. Esta ciudad, que pertenece a Turquía, fue de Grecia durante muchos años. Tras la Edad Media fue abandonada completamente, pero hoy se pueden visitar algunas partes de aquella importante ciudad griega, como su teatro y el templo de Atenea.

Sexta parada: Dídima y el templo de Apolo
Dídima, también conocida como Branquidas, es conocida por el santuario consagrado a Apolo, uno de los mejor conservados de la costa jonia. Esta ciudad estaba muy ligada a Mileto, antigua ciudad griega de la costa de Anatolia, considerada como una de las más ricas de toda la Antigua Grecia. En Dídima, hoy se puede visitar este templo helenístico dedicado al dios Apolo, comparable en conservación e importancia con el templo de Artemisa en Éfeso.

Séptima parada: El mausoleo de Halicarnaso, una de las siete maravillas del Mundo Antiguo
Llegamos a la península de Bodrum, donde se encuentra el mausoleo de Halicarnaso, una de las siete maravillas del Mundo Antiguo, el castillo de Bodrum de 500 años y el anfiteatro. Este monumento funerario tan imponente en su época fue construido entre el año 353 y el 350 antes de Cristo en Halicarnaso (actualmente Bodrum, Turquía) para Mausolo, un sátrapa del imperio persa. El edificio fue encargado por su esposa y hermana, Artemisia II de Caria, a los arquitectos griegos Sátiro y Piteo.

Octava y última parada: Creta y el palacio minoico de Cnosos
Llegamos a la parte final de este viaje por la historia y nos detenemos en Creta, la mayor de las islas griegas. Creta fue el asentamiento principal de la civilización minoica, una de las más antiguas registradas en Europa. Ya hay referencias sobre Creta en textos griegos en el XV antes de Cristo. Así que su legado es antiquísimo. Obviamente, es difícil abarcar todo en un primer viaje, pero se puede empezar por el palacio minoico de Cnosos, conocido como el mítico laberinto de Homero. Aquí se puede explorar un área excepcional de 22.000 metros cuadrados, una ciudad prehistórica, que representa el origen y desarrollo de la civilización europea más antigua, establecida hace aproximadamente 5.000 años. También se debe conocer el Heraklion, donde se contemplan monumentos significativos del periodo veneciano y otomano, tales como la fuente veneciana de Morosini, la basílica de San Marcos, la logia veneciana, la iglesia del Apóstol Tito y la fortaleza veneciana de Rocca a Mare, entre otros.
La visita a la más extensa colección de artefactos prehistóricos de Grecia, el Museo Arqueológico de Heraklion, es también de obligada visita para conocer el legado de este icónico lugar en el Mediterráneo. Por último, hay que conocer el prestigioso palacio de Malia, ubicado en la costa norte de Creta, al este de Heraklion, y rodeado por las montañas de Lasithi.
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