Los lagos más bonitos de Italia

En Italia hay más de 1.500 lagos: glaciares, de origen volcánico, en pueblos o más cerca del mar. En esta lista encontrarás prácticamente de todo, tanto pequeños lagos en los Alpes italianos, como los grandes lagos y más turísticos del país, así como los más desconocidos para descubrir fuera de los circuitos masivos. Para unas vacaciones activas, para una escapada en familia, romántica o en soledad, en estos lagos de Italia todo es posible.

Lago Maggiore o lago Mayor

Estás frente al lago por excelencia del norte de Italia. No hay ninguna guía que no lo incluya en el mapa. Su belleza ha encandilado a todo tipo de artistas y escritores, que se inspiraron en sus orillas. El lago Maggiore es uno de los lagos prealpinos más famosos de Italia y de los más grandes, de ahí su nombre. Su origen es glaciar y se encuentra entre Lombardía, Piamonte y Suiza.

Las montañas y colinas lo protegen de los fuertes vientos del norte y forma parte de una ruta fluvial que conecta el valle del Po con la Europa Central. Además, este lago está salpicado de pequeños pueblos, villas, antiguas ermitas, paseos para hacer senderismo y de 11 islas de enorme belleza. El archipiélago de las islas Borromeas es el más significativo, con su palacio barroco y el Teatro Massimo; también destacan las tres rocas llamadas Castillos de Cannero, con los restos de una fortaleza vitaliana.

Lago de Como

¿Hay alguien que aún no sepa de la existencia de este lago? Seguramente no. El lago de Como es el más famoso de Italia porque combina todo: montañas, jardines y aguas cristalinas. Es también un lugar concurrido por deportistas, senderistas y navegantes. Sus barcos-taxi conectan sus principales atracciones turísticas.

El lago, situado en la región de Lombardía, se expande en 146 km2 entre las provincias de Como y Lecco, siendo uno de los más profundos de Europa, con más de 400 metros de profundidad. Además, es el tercero más grande del país después del lago de Garda y el lago Maggiore. También conocido como Lario (el nombre original en latín), está compuesto por tres brazos: al oeste el de Como, al este el de Lecco y al norte el de Cólico.

Es una excelente zona para hacer senderismo, de hecho se encuentra aquí el antiguo trazado del Sendero del Viandante, aunque muchos también aprovechan los alrededores del lago para hacer barranquismo, escalada, ciclismo o piragüismo.

Algunos de los lugares más bonitos para visitar en el lago son las villas de Bellagio, el paseo de los enamorados de Varenna, y los pueblos de Lecco y Cólico.

Lago de Garda

El gran lago de Garda es el gran lago italiano, con una superficie de 368 km2 y situado en los Alpes italianos, a unos 25 kilómetros de la ciudad de Verona y a unos 27 de la de Brescia. El lago más turístico del país permite un sinfín de posibilidades para conocerlo, ya que abarca Lombardía, Véneto y Trentino-Alto Adigio. En sus paisajes no faltan sus grandes montañas, pueblos bañados por la historia, castillos y verdes llanuras.

En una visita al lago de Garda no puede faltar una parada en la espectacular isola del Garda, cargada de historia y rodeada por una vegetación mágica. Tampoco el elegante pueblo de Sirmione, con la Rocca Scaligera y las Grotte di Catullo, o Desenzano, con su villa romana con mosaicos policromados, la ciudad fortaleza de Peschiera del Garda y Vittoriale degli Italiani y la villa-monumento de Gabriele d’Annunzio.

Lago de Scanno

Tus ojos no te engañan, el lago de Scanno es el más romántico de Italia con su forma de corazón. El río Sagittario, que baja del monte Genzana desde hace más de 12.000 años, forma en el valle del pueblo de Scanno, en la Italia meridional, este precioso lago de montaña. La región de los Abruzos guarda con secreto este rincón natural, que parece haberse quedado fuera de las rutas más turísticas.

Es un lago natural que muchos escogen para pasar el día, porque tiene zonas de pícnic y pequeñas playas de guijarros. Se pueden alquilar barcas de pedales y bicicletas para hacer algunas de las rutas recomendadas. Existen dos: la vuelta al lago que dura unos 40 minutos o una ruta en la Reserva Natural Regional del Lago de San Domenico y del Lago de Pio.

El lago también cuenta con el Sendero del Corazón, que empieza en sus orillas y que llega hasta un mirador conocido como el Observatorio del Corazón. Si no te apetece tanto romanticismo, puedes optar por el Sentiero della Libertà, un camino de unos 60 kilómetros que tiene tres etapas para hacer en tres días.

Lago Iseo

El lago más grande de Lombardía es una auténtica delicia, sobre todo en primavera y otoño, cuando el paisaje cambia de color. Destaca en su centro la bonita isla de Monte Isola, donde viven unas 1.700 personas. El lago, que abarca numerosas poblaciones, como Sarnico, Riva di Solto, Lovere, Iseo, Marone y Sale Marasino, es el paraíso de los deportistas. Sebino, como se le conoce popularmente, permite disfrutar de deportes como vela, piragüismo, wakeboard y SUP, así como practicar kitesurf, windsurf y parapente. Para los que no necesitan tanta adrenalina, hay muchas más opciones: el sendero ciclista-peatonal de Toline a Vello; la Vía Ciclista del Oglio, con 280 kilómetros, y las rutas de senderismo que llevan a Corna Trentapassi y al monte Guglielmo, o un paseo sencillo por la antigua Via Valeriana y la ascensión al Santuario della Ceriola, en lo más alto del monte Isola.

Lago de Bolsena

El lago de Bolsena se encuentra en la región de Tuscia, y es uno de los más visitados de Italia. Quizá sea porque es de los más antiguos, con más de 300.000 años de historia, y porque cuenta con numerosos atractivos turísticos. De origen volcánico, este lago se creó a causa de la separación de dos cráteres de la cadena de los montes Volsinos.

En su forma ovalada, hay dos islas, también destinos de primer nivel: la isla Bisentina y la isla Martana.

El punto principal del lago es Bolsena, un pequeño núcleo medieval muy animado que cuenta con puerto deportivo, restaurantes y un paseo marítimo. Resalta su patrimonio artístico y monumental con el castillo Monaldeschi, del siglo XIII, el palacio renacentista de Drago o la Chiesa della Madonna dei Cacciatori, con un bello fresco conservado del siglo XIII.

Lago de Braies

La imagen del lago de Braies seguro que te resulta familiar, porque es uno de los más bellos del mundo. Situado en Los Dolomitas, a más de 1.000 metros de altitud, es un lago que parece un espejo. En su color verde esmeralda se reflejan los picos dolomitas, destacando uno sobre los demás, el de la Croda de Becco, a más de 2.810 metros de altitud. En el Parque Natural Fanes-Senes-Braies todo es de película: sus bosques, pastos alpinos y el carril bici del Val Pusteria.

Su belleza no le ha protegido del turismo de masas, sino todo lo contrario. Para evitar que el paisaje se degrade, en verano no se puede llegar en coche, solo en bicicleta o en autobús lanzadera que hay que reservar con tiempo. Existe también una ruta de senderismo temático, la de Viktor Wolf Edler von Glanvell, que se recorre en una hora y media.

Lago Sorapis

Una posible alternativa al lago de Braies, también en Los Dolomitas, es el lago Sorapis. Casi tocando el cielo, a unos 1.900 metros de altitud, este lago es casi más de otro mundo que del planeta Tierra. Su color azul turquesa -que proviene del glaciar- y una exuberante naturaleza lo convierten en un paisaje completamente idílico e indispensable. Para conocerlo, una de las rutas de senderismo posible es la de Passo tre Croci, de unas dos horas de duración.

¿Quieres conocer alguno de estos lagos? EL PAÍS VIAJES te ofrece una oportunidad única. El próximo mes de octubre, un grupo de viajeros, de la mano del escritor y enamorado de Italia Kike Gadea, partirá con destino al norte de Italia para conocer y visitar los lagos y Alpes italianos durante siete días. Tienes más información en este enlace.

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