Hotel Oku Ibiza, vacaciones de inspiración ‘wabi-sabi’ frente al Mediterráneo
Un alojamiento con estética japonesa donde esperan dos restaurantes y la piscina más larga de la isla balear
Puntuación: 8,5 | |
Arquitectura | 9 |
Decoración | 8 |
Mantenimiento | 9 |
Confortabilidad | 8 |
Aseos | 8 |
Ambiente | 9 |
Desayuno | 8 |
Atención | 9 |
Tranquilidad | 8 |
Instalaciones | 8 |
Pocos destinos turísticos en el mundo se han remecido tan intensamente como Ibiza, cuyos hoteles empiezan a considerarse hoy como los grandes referentes de la vida con estilo y la modernidad sin complejos. Y quién iba a decirnos, además, que el nuevo icono de la bulliciosa villa de Sant Antoni de Portmany iba a ser un emprendimiento griego incrustado entre las colinas de la bahía de Cala Gració... Un extraño Olimpo de aires mediterráneos y sabiduría oriental wabi-sabi diseñado por la firma de arquitectura MG&AG con una vistosa fachada de hormigón y piel de madera listada, entre palmeras, plataneras y otras plantas tropicales en las antípodas de la imagen de la isla pitiusa encalada y vaporosa.
Sí, nace hoy otra Ibiza. Y, con ella, un nuevo estereotipo de clubbing veraniego ducho en el manejo del Instagram y la criptomanía del metaverso. El hotel Oku Ibiza ha sido concebido para un nuevo tipo de viajero que busca un lujo relajado, sin artificios ni pretensiones. Pero con mucho estilo a la hora de comer —tiene dos restaurantes: The Oku y To Kima, este último más informal, junto a la piscina—, en la manera de nadar —alberga dos piscinas comunes y otra, de corte minimalista, dentro de una villa privada con cuatro dormitorios— o en tiempo de dormir, si es que las estupendas vistas desde las terrazas nos lo permiten.
Habitar estos espacios de gran simbolismo japonés, con el olor de la madera, la vaporosidad del lino, la geometría precisa de las formas y la espiritualidad del tao, produce una elevación como ninguna rave ibicenca lo conseguiría. Protegidas de la solana por unas persianas correderas que sustentan la estética de la fachada, las habitaciones despliegan sus terrazas sobre la lámina de agua más larga de la isla: 50 metros lineales. Si la amplitud y el confort de las camas invita a zambullirse entre las sábanas, la bañera es un ofuro de enormes proporciones que compite con la ducha, otro espacio de igual portento. Da gusto dejarse llevar por una lectura de haikus… “Oh, luciérnaga / Pronto desapareces… / La luz del día”.
Otra piscina casi tan grande como la principal sigue su curso mínimo junto a un edificio más pequeño donde se articulan la recepción y las habitaciones para familias. En esa zona se sustancian los desayunos en un gran salón abierto al exterior mediante grandes cristaleras correderas.
Si los desayunos son una condición imprescindible de la estancia, las cenas tampoco se deberían soslayar, aunque exija un esfuerzo al bolsillo. Verdaderamente, la ofrenda de unos lomos de waygu a la piedra caliente, realizada en la misma mesa del comensal por un servicio perfectamente instruido, define una cocina equiparable a la de los restaurantes kaiseki de Kobe, Osaka o Tokio.
Oku Ibiza
- Dirección: Camí del Portixol, 2. Sant Antoni de Portmany (Ibiza).
- Teléfono: 971 34 84 77.
- Web: okuhotels.com.
- Instalaciones: garaje, jardines, dos piscinas comunes, spa y gimnasio, salones de estar, Juice Bar, bar piscina, dos restaurantes: The Oku y To Kima Ibiza.
- Habitaciones: 184 dobles y suites.
- Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados; animales domésticos tolerados.
- Precios: desde 247 euros la habitación doble, IVA incluido; desayuno, 25 euros, IVA incluido.
- Cierra: de noviembre a abril (este año reabre el próximo 29 de abril).
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