La belleza inquietante del patrimonio olvidado de Europa, en imágenes

Los ‘urbex’, acrónimo de “exploradores urbanos”, encuentran inspiración en espacios deshabitados. Uno de estos curiosos aventureros es el fotógrafo Editorial Jonglez), libro sobre patrimonio abandonado en el que ha plasmado 10 años de exploración. Como es habitual entre los ‘urbex’, Robroek no revela las localizaciones exactas de sus descubrimientos, para evitar el vandalismo. De las capillas e iglesias fuera de uso que asoman en su libro, por ejemplo, solo podemos saber que se encuentran en Italia, Francia y Bélgica. “Echar un vistazo tras las puertas cerradas de un edificio religioso es siempre una experiencia única. A menudo suelo encontrar ropa, libros antiguos u objetos litúrgicos. Estas casas de Dios abandonadas nunca caerán en el olvido”, comenta.Roman Robroek

Robroek tampoco concreta la ubicación de este alojamiento, más allá de que sigue en pie en algún lugar de Alemania. En él incluso se quedó, dejada a su suerte, esta mesa puesta, con su mantel, sus sillas y su jarrón de flores a modo de centro. “Pasear solo por un hotel desértico te transporta más allá de la realidad. Hace menos de 20 años recibía clientes, pero, por problemas financieros, los dueños tuvieron que cerrar sus puertas. Tras el cierre, un incendio arrasó el edificio y lo que pudo salvarse no se ha librado de los elementos del clima. La lluvia que entra por los agujeros del tejado ha hecho que crezcan plantas dentro ofreciendo un espectáculo cuando menos sorprendente”, describe el autor.Roman Robroek

Este antiguo lavadero de lana, construido en 1899, se alza aún en un punto indeterminado de Bélgica. Utilizaba un procedimiento importado de Estados Unidos para desengrasar y lavar las fibras, lo que permitía recuperar subproductos. “Las máquinas a vapor se alimentaban del agua del río, un agua tan pura que prácticamente no tenía cal. Lavaban la lana con agua caliente y jabón, con lo que la lanolina [grasa o cera natural] resultante que flotaba se drenaba, filtraba y purificaba. Antaño, la lanolina estaba muy cotizada en la industria cosmética. Algunas de estas máquinas de vapor seguían funcionando en los albores del siglo XXI”, detalla.Roman Robroek

Uno de los capítulos del libro ‘Oblivion’, titulado ‘La villa sobre la colina’, dedica sus fotos a mostrar “una preciosa villa italiana abandonada” construida a principios del siglo XVI. “Tiene una terraza impresionante cuyas vistas panorámicas envuelven toda la ciudad”. Con su emplazamiento estratégico, en lo alto de una colina, su propietario intentó escapar de la peste que asolaba los alrededores. “En el peor momento de la epidemia, casi un tercio de la población murió en el transcurso de un año”, recuerda Robroek. El edificio pasó por las manos de las familias más antiguas e influyentes de Italia, y cada una fue añadiendo su firma. Por ello tiene multitud de estilos arquitectónicos.Roman Robroek

“Este maravilloso salón de baile neoclásico, cuyo fresco del techo, pintado por el artista belga Henri Depre, representa a los dioses del Olimpo, se construyó a finales del siglo XVIII para albergar un lujoso casino”, arranca Robroek el texto correspondiente a un edificio en forma de L que se alza en Bélgica y que, en los años treinta del siglo XX, fue catalogado como edificio histórico. Su interior pasó a ser, sucesivamente, un hospital militar, una escuela, un orfanato y un museo. “Ahora, en estado de abandono, va a acabar en ruinas”, lamenta. Una de sus alas tendrá que ser incluso demolida. En 1993, una iniciativa ciudadana consiguió inscribirlo en una lista internacional de patrimonio amenazado, según informa el fotógrafo. Una gran parte de la fachada se ha restaurado, pero el interior sigue pendiente de reformas.Roman Robroek

Esta foto, tan repleta de decadencia como falta de contexto, muestra los restos calcinados de un magnífico castillo del siglo XV que, poco antes de quedar destruido casi por completo por las llamas, celebraba lujosas bodas. “Ahora solo queda este antiguo dormitorio; el resto se perdió irremediablemente”, observa el autor de ‘Oblivion’. Un escenario de paredes ahumadas, la lámpara de lágrimas quemada, escombros sobre la cama y la alfombra chamuscada, sillas vencidas... y el detalle del jarrón volcado sobre la mesa vestida con mantel blanco de encaje.Roman Robroek

Cuenta Robroek: “A veces descubro un edificio abandonado especialmente mágico. Esta preciosa casa de campo en el norte de Italia es uno de ellos. A primera vista, parecería estar en reformas. Pero a juzgar por su interior en mal estado, cubierto por una gruesa capa de polvo, la realidad es muy diferente. Esta casa vacía situada sobre una colina tiene unas vistas panorámicas incomparables, con muy pocos edificios a la vista. Toda su magia reside en una jaula para pájaros que cuelga de un cable sujeto al techo. La escena fue tan emotiva que se me puso la piel de gallina. Me he inspirado en ella para sacar numerosas fotografías”.Roman Robroek

Según explica el fotógrafo, el edificio abandonado que se erige sobre el monte Buzludja, a 1.432 metros de altitud, se inauguró en 1981 para conmemorar la liberación de Bulgaria del yugo otomano (1891) y de la dominación nazi (1944). También sirvió como cuartel general simbólico para el partido comunista búlgaro. Miles de voluntarios participaron en su construcción, que costó unos 14 millones de levs búlgaros (unos ocho millones de dólares). Hasta mediados de los noventa, el monumento estuvo protegido por guardias, según se informó Robroek, que precisa que “su enorme tejado, antaño completamente de cobre, fue totalmente saqueado al día siguiente de marcharse los guardias”. Poco después, la estructura ya se encontraba en un estado “lamentable” a causa del robo de sus elementos.Roman Robroek

El tritón alpino es una especie protegida en Europa según el Convenio de Berna (relativo a la conservación de la vida silvestre y del medio natural). Según desgrana Robroek en su libro, el descubrimiento de este pequeño anfibio de unos pocos centímetros de largo en esta “pintoresca cantera” italiana provocó el abandono de la explotación, hace ya muchos años. “El foso fuera de uso de la excavación de mármol es ahora una cuenca de espectaculares reflejos”, explica.Roman Robroek

El Casino Constanța, en la localidad rumana de Constanza (antiguamente Tomis), se está viniendo abajo, lenta e inexorablemente, desde que cerró definitivamente sus puertas en 1990, a pesar de formar parte de los monumentos históricos del Ministerio de Cultura y Asuntos Religiosos del país. Este “edificio modernista adornado con magníficos detalles de inspiración barroca”, e inaugurado en 1910, “fue antaño el más impresionante de Rumanía”, recuerda Robroek. Construido a orillas del mar Negro, se convirtió en hospital durante la II Guerra Mundial y, después, en restaurante durante un breve periodo de tiempo, bajo el régimen comunista. La zona peatonal que lo rodea es ahora la favorita de parejas y familias para pasear.Roman Robroek