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Al rico pincho de revolconas

La ermita de la Virgen de la Vega, las rosquillas de la pastelería Riti, el palacio de los duques de Alba... los lugares favoritos del actor Juanma Díez en Piedrahíta

El actor Juanma Díez.
El actor Juanma Díez.

Como actor ha viajado por España y Latinoamérica, pero este otoño pasará muchas tardes en el Teatro Maravillas de Madrid con el divertido espec­tácu­lo de improvisación Jamming Sessions, perfecto para comenzar la temporada teatral con optimismo. En esta ocasión, Juanma Díez nos quiere hablar de un lugar cercano y esencial para él: Piedrahíta, el pueblo de su familia, en la provincia de Ávila.

¿Qué recuerda de sus vacaciones de infancia allí?

Las rosquillas y las bambas de nata de la pastelería Riti, que sigue abierta. Era de la abuela de un amigo y allí todo sigue siendo artesanal. También recuerdo la noche de San Lorenzo, el 10 de agosto, en la que se ve una lluvia de estrellas fugaces. De adolescentes íbamos con el saco de dormir al parque y pasábamos allí la noche.

La plaza Mayor de Piedrahíta, en la provincia de Ávila.
La plaza Mayor de Piedrahíta, en la provincia de Ávila.LucasFotoArt (getty images)

¿Es un pueblo monumental?

El principal monumento es el palacio de los duques de Alba, del siglo XVIII y estilo francés. Lo mandó construir el duque Fernando de Silva y se empleó como residencia veraniega para la familia. Allí recibían visitas de pintores como Goya, y todo indica que sus cartones para tapices La vendimia y El verano los pintó allí. Hoy el palacio es un colegio público y sus jardines son el parque de Piedrahíta.

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Imagino que el pueblo tendrá su río…

En efecto, el Corneja. Pero para bañarme prefiero ir al Tormes, que es más caudaloso y está cerca, en la sierra de Gredos. Tiene pozas con pequeñas cascadas, por ejemplo, en un paraje llamado Pozo de las Paredes.

Para dar un paseo, ¿por dónde nos llevaría?

Sin duda, a la ermita de la Virgen de la Vega en un atardecer de verano. Desde allí se ve toda la sierra de Peñanegra, que es por donde se tiran muchos aficionados al parapente. En julio el pueblo se llena de lo que llamamos “los guiris del parapente”, porque vienen de todo el mundo.

Y para comer, ¿qué sugiere?

Buena carne, en concreto el chuletón de Ávila. Y las patatas revolconas machacadas con trozos de torrezno, que también se sirven como pincho.

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