2020, el turno de Rafael
De Roma a Londres, la celebración del 500 aniversario de su muerte contará con grandes exposiciones dedicadas al pintor renacentista
Después de un intenso año dedicado a Leonardo Da Vinci, llega el momento de dar protagonismo a uno de los artistas más importantes del Alto Renacimiento: Rafael Sanzio. El 500 aniversario de su muerte es el pretexto para que el mundo pueda volver a admirar y consagrar su obra en los principales museos europeos. Y la aureola casi novelesca que acompaña su vida es, sin duda, un atractivo extra para atraer el masivo interés del público. Nacido en Urbino el día de Viernes Santo de 1484, murió el día de su 37 cumpleaños, el 6 de abril de 1520, también en viernes santo. Y para redondear las curiosidades, la causa del repentino fallecimiento del bello Rafael fue una noche de excesos sexuales junto a su musa y amante, conocida como La Fornarina. Triunfador y adorado desde muy joven, fue despedido con un grandioso funeral en el Vaticano y enterrado en el Panteón.
Como cabe suponer, será Italia el país que más exposiciones dedique a Rafael a lo largo de todo el año, en Roma, Urbino y Milán. Pero, como maestro universal, también Inglaterra, Francia y Alemania preparan sus respectivas exposiciones con diferentes tamaños, formatos y enfoques. Todos han respetado las fechas de los demás para hacer posible que algunos préstamos puedan visitar diferentes museos. Su trascendencia como pintor, diseñador y arquitecto da para mucho.
La primera gran muestra sobre el pintor será en el Palacio del Quirinale de Roma, con varios tesoros prestados por la Galería de los Uffizi
La competencia para conseguir obras prestadas ha sido feroz. La política y la diplomacia han tenido un endiablado trabajo hasta lograr un resultado feliz. Aun así, la confidencialidad de esas negociaciones hace que hasta última hora no se conozca con exactitud el contenido de cada una de las exposiciones más reseñables.
El primer gran homenaje se celebrará en el Palacio del Quirinale, en Roma, desde el 5 de marzo hasta el 14 de junio de 2020, realizada en colaboración con la florentina galería de los Uffizi, que prestará algunos de sus tesoros más célebres formando el núcleo central de la exposición romana. Rafael se instaló en Florencia, capital de la Toscana, en 1504, cuando Miguel Ángel y Leonardo estaban revolucionando el renacimiento florentino con sus dramáticas batallas para el Palacio Vecchio. Allí pasó Rafael tres fértiles años antes de su traslado definitivo a Roma contratado por el papa Julio II a comienzos de 1509. Entre las obras prestadas por los Uffizi se encuentra el autorretrato de 1504-06, pintado cuando el artista urbinés tenía poco más de 20 años, los retratos de Agnolo y Maddalena Doni (1504-07) o la extraordinaria Madonna del jilguero (hacia el año 1506). Del también florentino palacio Pitti se anuncia la suma de cuatro óleos fundamentales de Rafael: Madona de la silla (1513-1514), La Velada (1515), Madona del gran duque (hacia 1505) y la Madona del baldaquino (1506).
Un importante grupo de obras saldrán de museos romanos. Se da por hecha la inclusión —con grandes honores— del retrato de La Fornarina (1518-19), su modelo y amante, retratada con gran sensualidad, pieza propiedad de la Galería Nacional de Arte Antiguo de Roma, en el Palacio Barberini.
Las aportaciones pictóricas alcanzarán un mínimo de 50 cuadros, pero museos como el Louvre, la National Gallery de Londres o el Prado no han dado a conocer hasta el momento en qué consistirán sus aportaciones.
Pinturas, grabados y dibujos
De manera tangencial, Rafael estará presente en las salas del Louvre, dentro de la exposición Cuerpo y alma que la pinacoteca parisiense organiza en colaboración con el Museo Castello Sforzesco de Milán (del 6 de mayo al 17 de agosto). La muestra busca sacar a la luz los grandes temas e ideas desarrolladas en Italia durante la segunda mitad del Quattrocento. La escultura será la forma de expresión fundamental, pero también la pintura, grabado y dibujo.
Donde el homenaje está ya más definido es en la National Gallery. La dirección del museo londinense asegura que contará con obras prestadas por el Louvre, los Museos Vaticanos, la Galería de los Uffizi, la Galería Nacional de Arte de Washington y el Museo del Prado. Entre las pinturas comprometidas para la muestra (del 3 de octubre al 24 de enero de 2021) se encuentra también la Esterházy Madonna (1508), del Museo de Bellas Artes de Budapest. Y, por supuesto, no faltarán las 10 obras maestras de Rafael que forman parte de la colección permanente del museo —como el Retrato de Julio II y la Virgen de los claveles, entre otras—, que servirán como eje central para describir a un artista que fue sobresaliente no solo como pintor, también como dibujante, arquitecto, arqueólogo y poeta.
‘La Perla’ y otras joyas en el Prado
El Museo del Prado cuenta con una notable representación de Rafael en su colección. Todas son de contenido religioso, si se incluye el soberbio retrato titulado El cardenal (1510 - 1511), un prelado cuya identidad no está del todo confirmada, aunque todas las pistas apuntan a Francesco Alidosi.
Una de los cuadros más conocidos es Sagrada Familia, un óleo sobre tabla (147,4 x 116 cm) pintado hacia 1518. Se considera una obra tardía del artista en la que recoge la influencia de Leonardo tras su reencuentro en Roma entre 1513 y 1516; especialmente evidente en la disposición piramidal de las figuras y los contrastes lumínicos. Registrada en el inventario del museo como La Perla, se cuenta que fue el monarca Felipe IV quien al verla exclamó “¡He aquí la perla de mis cuadros”!. El rey la envió a El Escorial, donde permaneció hasta poco antes de su traslado, por las tropas francesas, a París en 1813. Fue devuelta en 1818 al monasterio español y en 1857 ingresó en el Museo del Prado.
Las otras joyas propiedad del Prado son Sagrada Familia del Cordero, óleo sobre tabla (1507), Sagrada Familia con Rafael, Tobías y San Jerónimo, o Virgen del pez (1513 - 1514), Caída en el camino del Calvario (1515 - 1516), La Visitación (hacia 1517), Sagrada Familia con San Juanito, o Virgen de la rosa, (hacia 1517) y Sagrada Familia del roble (1518 - 1520).
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