Ocho playas para estrenar la primavera
Arenales andaluces y una cala en Ceuta donde en marzo ya se puede disfrutar de las primeras jornadas de sol junto al mar
1 Buceo a la almeriense
Las Negras (Níjar, Almería)
Aun con el azote del levante, la playa de la pedanía de Las Negras representa una piscina protegida por la barrera submarina de Las Esperillas. No hay muelles (estamos en el parque natural del Cabo de Gata), por lo que subir o bajarse de una embarcación implica mojarse los pies. Unos suben a las lanchas rumbo a la playa de San Pedro; otros, los clientes de Buceo Las Negras (buceolasnegras.com), buscan aguas de gran riqueza biológica: meros, delfines, abadejos; en mayo, el pez luna. Y para comer, el restaurante La Sal (lasaldelasnegras.com).
2 Bajo el sol rojo
Regla (Chipiona, Cádiz)
El faro más alto de España (visitable al menos los jueves y sábados) se une por el paseo marítimo Costa de la Luz a esta playa urbana que toma su nombre del santuario de Nuestra Señora de Regla. Al estar orientada al mar, Chipiona se esmera en ofrecer entretenimiento: terrazas, una copa en el Picoco, coquinas en los chiringuitos y moscatel autóctono. La anchura de Regla oscila notablemente por el reflujo mareal, y durante el atardecer el sol se convierte en una bola roja incandescente que se hunde lentamente en el océano.
3 Nudismo cosmopolita
Playazo (Vera, Almería)
En primavera son los centroeuropeos y escandinavos los principales usuarios del Playazo, lámina de 1,5 kilómetros de gruesa arena gris con sectores naturistas donde reina una atmósfera relajada y respetuosa. Lo mejor es entrar por la avenida de Ciudad de Castellón. Una vez en la playa, apenas se entra al mar, se siente la arena más fina bajo los pies, pero hay que desconfiar del escalón. Para tapas y platos combinados tenemos La Alcazaba o Bar de Benito, sito junto al hotel naturista Vera Playa Club (playasenator.com), que reabrirá el 27 de abril.
4 Vuelta a la naturaleza
El Ruso (Albuñol, Granada)
Si en verano hay contados bañistas en este paraíso recóndito al pie del acantilado, qué decir en primavera. Siempre hay espacio para todos mientras escuchamos el sugerente chorreo de agua por las paredes. En la N-340, a medio kilómetro del cartel de salida de La Rábita sentido Motril, aparcamos a la derecha antes de un chalé, donde sale el complicado camino a la playa (en un corto tramo habrá que valerse de manos y pies para avanzar, además de portar la bolsa con todos los bártulos). Para dormir, casa rural La Ventera (laventera.es).
5 Al pie del castillo
Desnarigado (Ceuta)
Además de la playa urbana de La Ribera, los bañistas tienen en Ceuta como alternativa la cala del Desnarigado o de la Potabilizadora. No se puede llegar en autobús; en taxi, el trayecto cuesta unos seis euros. Es la playa a la que van los ceutíes para relajarse y bucear con gafas y aletas. La caleta, de 80 metros de piedras redondeadas, sonríe apetecible al pie del castillo del Desnarigado (hoy museo militar), que prevenía desembarcos en la base del monte Hacho. Al castillo se suma la batería y cuerpo de guardia de la Torrecilla.
6 Del bañador a la nieve
Punta del Río (Salobreña, Granada)
Llegar a la desembocadura del Guadalfeo, responsable del aporte de las playas granadinas, entraña rodear aguazales y, en la margen izquierda, ver el arranque de esta playa larga sin ser desmesurada, perfecta para caminar. Hay campos sin cultivar y cañaverales que advierten de la capa freática. La estampa blanca de Sierra Nevada contrasta con la de los bañistas en el Mediterráneo: dos mundos distintos y complementarios que conviven en la Costa Tropical. Para actividades acuáticas, acudir al 18nudos Surf Club (18nudos.com).
7 Territorio Chanquete
La Caleta de Maro (Nerja, Málaga)
Se cumplen 36 años de la carrera de Pancho anunciando la muerte de Chanquete. Todo un trauma generacional escenificado en la serie de televisión Verano azul. El exterior se rodó en La Caleta; para la ficción, Cala Chica. Carrizales y cañaverales la respaldan, delante de dos islotes y arena negra de grano grueso. Para llegar a La Caleta, mejor dejar el coche en Maro y seguir hacia La Cala de Maro, hasta ver el camino a mano derecha. Entrar y girar de nuevo a la derecha entre dos invernaderos hacia La Caleta.
8 Kilómetros para el paseo
Doñana (Almonte, Huelva)
El hotel Coto es la última construcción de Matalascañas, cerca del chiringuito El Navegante, al que se puede regresar una vez finalizada la visita a la playa para degustar pescado fresco. Más allá se extiende el océano arenoso del parque nacional de Doñana, que comienza con una curiosa garita para control de todoterrenos, tras la cual se extienden 28 kilómetros de playa perfectos para grandes caminatas. Otra opción interesante es quedarse en la escuela de kite y paddle surf (dangerousextreme.com).
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