Malkoa 2015, un fresco ‘txakoli’

Convertir el txakoli de trago tabernario en blanco moderno fue una hazaña enológica en su día. Desde entonces ha ido escalando peldaños en la difícil escalera de la calidad, algo no tan fácil con sus variedades autóctonas y el condicionante climático. Pero ahí están éxitos como Doniene, o Itsasmendi Artizar, este último creación de una experta en la materia, Ana Martín, con el concurso de Pepe Hidalgo, pareja imbatible en ciencia enológica. Y ahora suben un peldaño más con Malkoa edición limitada. Se trata de un txakoli de parcela, elaborado con una selección de las cepas más viejas de hondarrabi zuri que rodean la bodega (cuyo caserío data del siglo XVIII), 10 hectáreas ubicadas en el precioso valle de Ayala a 300 metros sobre el nivel del mar.

Para su elaboración utilizan un depósito ovoide de hormigón donde ha permanecido 20 meses con sus lías, mecido por las corrientes internas generadas por las oscilaciones térmicas. Luego, un imprescindible reposo en botella. Logran así que su aroma afrutado se llene de matices, donde la evocación atlántica se cubre de frescura cítrica, recuerdos de hierbas balsámicas y bollo especiado. Y que en boca su fuerza sápida termine con un sutil amargor.