Aerosmith y el Teide

Es catedrático de Estudios Hispánicos en la Universidad de Leeds (Reino Unido). Lo mismo escribe ensayos sobre la Transición que sobre el hip-hop en España. Sus diversos intereses lo llevan a sitios como Tenerife, donde estuvo este verano.

No me engañe: usted iba a la playa a descansar.

Fue una mezcla de trabajo y ocio. Estoy escribiendo sobre el carnaval de Tenerife, sobre la idea de que las fiestas populares en España son algo democrático: ese era un discurso muy de los años setenta que me interesa. Por eso visité el archivo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, para obtener más información. Pero también fue una escapada para escuchar al grupo Aerosmith, que tocaba allí. Fui con mi padre desde Birmingham, como dos viejos rockeros.

¿El concierto fue bueno?

Muy bueno. Aunque el vocalista, Steven Tyler, no tiene la voz de antes, se le notaba entregado. Y el público estaba encantado con ellos.

Tuvieron suerte. Era su gira de despedida.

En efecto, y el último concierto del tour fue en Tenerife. Así se genera otro tipo de turismo, no solamente el de los que buscan sol y playa.

¿Usted y su padre ni pisaron la costa?

Fuimos una vez al Puerto de la Cruz, pero preferimos ir al parque nacional del Teide a caminar. Parece abarrotado al llegar, pero si te alejas un poco puedes pasear en paz.

Como académico, ¿visitó la Universidad de La Laguna?

No como académico, pero sí fuimos un domingo de julio a San Cristóbal de La Laguna y vimos la romería de San Benito Abad. La gente iba vestida con trajes regionales, había bailes típicos y los campesinos llevaban a sus ovejas. Contemplábamos el espectáculo tomándonos una cerveza tranquilamente.

¿Dónde se alojaron?

Pasamos algunas noches en el parador de Las Cañadas del Teide. Es moderno, o sea, que no tiene armaduras y cosas así. Nos gustó mucho la comida. A mí, que soy vegetariano, me venían bien el queso canario y las papas con mojo.