Una deliciosa terraza al Cantábrico en la playa de Salinas
En la meca asturiana del surf , el restaurante-chiringuito Ewan Salinas invita a disfrutar del mar

Esta terraza icónica de la costa asturiana se localiza en la playa de Salinas, en Castrillón, y se deja abducir por la burbuja de bienestar que desprende el club náutico y el exquisito restaurante Real Balneario de Salinas. La forma habitual de adentrarse en el Ewan Salinas tiene mucho de paseíllo. Antes de sentarse, la mayoría cruza su terraza de punta a cabo, hasta dar con la barandilla lindante con el paseo marítimo sintiéndose como en la proa de un barco. La vista se fija en La Peñona y el colindante museo de anclas, perfecto para pasear. A naciente, el faro de Nieva.
El Ewan, que tiene abierta sucursal a 20 kilómetros, en Luanco (Gozón), se vertebra en tres sectores. La terraza descubierta mide 275 metros cuadrados y combina el mobiliario blanco y el rojo en sombrillas y macetas a modo de papeleras, todo resguardado con hileras de cortavientos transparentes que sirven a su vez de respaldo a las bancadas. La sorpresa viene al saber que esta terraza a cielo abierto abre 365 días al año. Además, hay sector de terraza cubierta y una sala interior acristalada –admite reservas-, idónea para orbayos y temporales. Y es que la costa verde impone sus propias reglas.

En verano, los surfistas, muchos de ellos novatos en este sector playero, atraen la vista una y otra vez, mientras la muy problemática acústica de este tipo de terrazas es uniforme gracias al reparto de pantallas de sonido por toda la tarima. Si el tiempo acompaña, no faltan dj’s por la tarde-noche.
La propuesta culinaria es el fuerte del Ewan. Una carta que incide en la comida rápida estadounidense, pero con vitola gastronómica, empezando por el café y acabando por los postres caseros. En el reverso de la carta figuran, de cada plato, sus ingredientes, valor nutricional y alérgenos, según análisis del médico nutriólogo Jesús Bernardo, asesor del Comité Olímpico Español (COE). Desde el desayuno, con la tranquilidad y el viento noreste amortiguado a esta hora para el bagel con salmón, hasta un mojito con fresas, frutos rojos, kiwi o mango a última hora, el día playero se alarga en esta terraza.
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