San Prudentzio, chacolí con vistas balsámicas
Un hotel con viñedo y un mirador sobre la costa vasca y el Ratón de Getaria
Solo por la liturgia de saborear un rodaballo asado a la parrilla de carbón, bien sea en el restaurante Elkano o en el Kaia-Kaipe, se hace liviano el gasto de una noche en Getaria. Y en ningún sitio mejor que en el nuevo hotel de las hermanas Ainhoa y Nerea Lazkano, abierto hace cuatro años después de renovar el hostal que sus abuelos fundaron en los años cincuenta en el barrio alto de San Prudentzio. Sorprende constatar la modernidad del viejo edificio en una costa tan proclive al historicismo regionalista. Hasta que el acta fundacional nos revela la identidad del arquitecto, Javier Guibert, heredero junto a su socio Fernando Redón de los trabajos inspiradores de José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún.
Puntuación: 7 | |
Arquitectura | 8 |
Decoración | 6 |
Estado de conservación | 8 |
Confortabilidad habitaciones | 6 |
Aseos | 6 |
Ambiente | 7 |
Desayuno | 6 |
Atención | 8 |
Tranquilidad | 9 |
Instalaciones | 6 |
Las propietarias reciben en persona a sus huéspedes. Solo han de bajar unas escaleras, pues viven en la mejor zona de la casa, la que aparece entre unos amplios ventanales bajo cubierta, con unas espectaculares vistas sobre el mar y el viñedo. Estas viñas de la familia siguen dando un fruto que transforman luego en chacolí y embotellan en Txomin Etxaniz, para deleite de los comensales que acceden a comer o desayunar en el denominado Txoko Gourmet, un espacio de autoservicio creado con mucho estilo junto a una terraza exterior dotada también de unas soberbias vistas al mar.
A semejanza del racionalismo arquitectónico, el interiorismo es abiertamente contemporáneo, en tonos neutros, pulcro y luminoso, aunque abundan las referencias de la primera época del hostal. Allá un aparador y, sobre él, un tocadiscos de los llamados pick-ups. En una estantería, el antiguo libro de registros a mano.
Arriba se distribuyen 8 de las 10 habitaciones. Muy someras. A lo largo de la fachada se alinean sus balcones orientados al Ratón de Getaria y, todo hay que decirlo, a las cubiertas de unas enormes naves industriales. La más alegre de todas es la número 1. Los dos restantes dormitorios se sitúan a ras de calle. La número 10 se ha convertido en el aposento más amplio y luminoso del hotel, desde cuyo mirador se celebra salivando la llegada del crepúsculo con sus estelas cantábricas. Es la hora del rodaballo.
San Prudentzio
- Categoría: 2 estrellas.
- Dirección: Barrio de San Prudentzio, s/n. Getaria, Gipuzkoa.
- Teléfonos: +34 943 14 04 11 y +34 943 14 02 02.
- Web: www.hotelsanprudentzio.com
- Instalaciones: jardín, huerta, viñedos de chacolí, salón con chimenea y zona de lectura, bar, comedor autoservicio Txoko Gourmet.
- Habitaciones: 9 dobles, 1 junior suite.
- Servicios: una habitación adaptada para discapacitados; animales domésticos prohibidos.
- Precios: desde 80 euros la doble, desayuno e IVA incluidos.
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