Pulpo a la brasa junto al mar

Sus mesas avanzan sobre la arena con el suelo entarimado, frente al hotel Puente Romano (Marbella), a pocos metros del agua. Después de la última reforma es difícil discernir si se trata de un chiringuito de altos vuelos o de un restaurante de playa. En un lateral, la típica barca encallada donde se asan con acierto sardinas al espeto, lubinas de ración y otros pescados del día.

En la cocina, el chef Javier León pone a punto platos vistosos, de proporciones generosas. Fuera de carta vale la pena atender las sugerencias de la casa. Entre sus especialidades, el pulpo a la brasa, la pipirrana con langostinos, el gazpacho andaluz, el lenguado a la plancha, la fritura malagueña o el solomillo a la parrilla con salsa bearnesa. Desmerecen los arroces, como el de pollo y verduras, que no dan la talla. En capítulo aparte, algunas especialidades japonesas (nigiri, sashimi y maki rolls) que intentan hacer valer la calidad de las materias primas.

Postres cuidados, incluida una paulova con frutos rojos, y el “negro con helado de vainilla”. La lista de vinos tiene precios elevados. Del servicio de mesas se ocupa con acierto Alejandro García.

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