Locos por Benidorm

Qué destino puede jactarse de registrar un 80% de ocupación hotelera de media anual? Benidorm (www.visitbenidorm.es), lejos de trepidaciones geopolíticas, sigue liderando la temporada media con una efervescencia de ocio que incita a volver de manera recurrente. Una contagiosa alegría que se traslada a parques temáticos, playas con equipamiento óptimo, restaurantes, paseos marítimos, terrazas y conciertos-tributo. Y siempre con el paradigma del buen clima gracias al circo de montañas que lo rodean.

8.30 Repostería creativa

El amanecer nos sorprende en el mirador del castillo (1, pincha aquí para ir al mapa), nívea balaustrada alicatada hasta la orilla en una suerte de insularidad entre playas orientadas al Sur. A tiro de piedra, puede desayunarse en el hotel Villa Venecia (2) (Sant Jaume, 1), como si en un crucero suspendido en el acantilado se tratase. Es necesaria reserva previa (19,20 euros). Tanto para el desayuno como para la merienda, Loola Rose (3) (Antonio Ramos Carratalá, 9) responde a las inclinaciones dulceras con sabrosa repostería norteamericana. El local es un escenario shabby chic, mezcla de elementos británicos antiguos y modernos, y tiene como estrellas las tartas de Toñi Tirado —en especial las de queso y zanahoria— que, junto con bagels, se degustan en el brunch sabático.

Un hotel renovado hace dos años en primera línea de playa es el Villa del Mar (4) (Armada Española, 1; www.hotelvilladelmar.com). Dotado con buenas instalaciones, desde su terraza parece que la isla pudiera rozarse con los dedos. A sus pies se extiende el paseo marítimo de Poniente, que encanta a la par que sorprende por la carga innovadora de sus diseñadores, Carlos Ferrater y Xavier Martí Galí. Las últimas de las 40.000 plazas hoteleras de Benidorm corresponden al Marconfort Essence, para adultos y en régimen todo incluido.

10.30 Curveando por Sierra Helada

El parque temático Terra Mítica (5) celebra sus 15 años de actividad con espectáculos de gran formato, mientras Mundomar (6), donde con tanta cercanía se ven los animales, ofrece este 2015 la posibilidad de interactuar con kinkajous, los llamados osos de la miel, o nadar entre leones marinos. A lo largo del verano Terra Natura (7) inaugurará 250 cabañas familiares.

En tanto que los mayores disfrutan los días frescos en la cala del Mal Pas, buceadores y bañistas acuden a la virginal cala del Tío Ximo (8), último enclave accesible en coche del parque natural de la Sierra Helada. En la parte trasera se puede visitar la mina de ocre (Ximo fue el último minero).

Los 2,5 kilómetros restantes hasta la torre del Cavall se cubren a pie, aunque la reverberación solar anima a iniciarse en la conducción del divertido segway (costablancatour.com; 39 euros). El ciclópeo corte vertical del acantilado, visible desde la torre almenara, constituye el encuentro preferido por los amantes de la naturaleza. Nos flanquean dos islas: Mitjana y Benidorm, en la que el buceo es actividad destacada.

12.00 Degustación doble

El enoturismo tiene en Bodegas Mendoza la punta de lanza de la denominación de origen Alicante. Raro es el restaurante de Benidorm que no sirva mendozas, y nada como maridarlo durante el V Concurso de Tapas y Pinchos (del 9 al 17 de mayo). Lo mejor de la excursión a su bodega de maduración en L’Alfàs del Pi es la cata de seis vinos acompañada de una tabla de quesos y embutidos (20 euros). Si preferimos degustar pinchos y minihamburguesas, lo mejor es acercarse al bar Tragantúa (9) (Quatre Cantons, 8), en la conocida popularmente como zona vasca. Una opción muy tranquila es la terraza chill out Ku Lounge (10) (Alcoi, 6).

14.00 A humo de romero

“Cocina con cariño” es el lema de Laura Sala en el restaurante Le Sol (11) (Dr. Orts Llorca, 7), que fusiona tradición y modernidad bajo la batuta del experto sumiller Guillermo Llopis. Se recomienda apuntarse al menú de cinco platos (20 euros, bebidas no incluidas) y es obligatorio reservar con antelación. Durante la presentación de sus clásicos huevos rotos con jamón se prenden fuego a unas hojas de romero.

El restaurante La Señoría (12) (Señoría, 1, 965 85 80 86), todo un elogio a los arroces caldosos, comparte cocina y cocinera —Trini Mas— con el comedor del restaurante Mal Pas. El hecho de escuchar valencià en las mesas indica la presencia de vecinos de la zona. Llibredorm (13) (Alicante, 31) vende libros “antiguos, usados y dedicados” en una casa secreta del casco viejo, pero ha sabido posicionarse muy bien en Facebook. El matrimonio que lo regenta ofrece café o un vinito a quien hojee libros de Juan Varela o bibliografía referida a Benidorm.

16.00 Arquitectura de playa

La Cala es perfecta para plantar la toalla, donde menos bañistas se arremolinan y la vida transcurre plácidamente. La atención se fija en un homenaje al movimiento moderno de Le Corbusier y Mies van der Rohe: el Gran Hotel Delfín (14) (Vicente Llorca Alós, 19). Sus zonas comunes admiten el paso de visitantes: son las vidrieras de colores, la rejería, los artesonados y los muebles castellanos tallados los que definen este viaje a los años sesenta. Para conseguir el ángulo de visión de la fachada decorada con delfines hay que subir al Falúa Lounge Café. El bar está indicado también para abrevar por la noche tras la recalada en el bar Portús Massai (15) (Vicente Llorca Alós, 22). Es este el chalé de la familia Blum, gestionado por los hijos, donde no faltan cuadros y arenas traídas de medio mundo, a modo de elementos artísticos del padre, Fernando. Un coctelazo junto al ficus del jardín o en alguna de las terrazas compensa sobradamente cualquier dificultad a la hora de aparcar.

22.00 Seduce ‘Benidormication’

Los conciertos de rock —a las 16.00 y 22.00— del HeartBreak (16) (Alcoi, 22) son muy recomendables. De hecho, los domingos entre 16.30 y medianoche acontece la que definiremos como gran cita rockera de la Costa Blanca. Uno de los habituales, Pablo Bloom, es intérprete de la descacharrante Benidormication a ritmo de los Red Hot Chili Peppers. A cinco minutos de paseo daremos con la cena gastro-bar-lounge sustentada en el joven equipo del Solotúla (17) (Esperanto, 16). Sara Gómez nos propone tallarín de sepia con tartar de berberechos, regada toda la cena con cava Ferret-Guasch. ¡Sorpresa gourmet!

En el Marrs Bar (18) (Los Gatos, 4), la primera copa informal —mojito con fresa— supone un estímulo en sí mismo a la hora de diseñar la noche. Lo comanda un perfecto bilingüe, James Marr, quien cultiva una carrera como creador plástico (kaufman.es). En cuanto anochece, el bullicio se convierte en una fiesta continua en el RockStar (19) (Gerona, 17). Hay conciertos, futbolines y campeonatos de beer-pong, copas y ese cosmopolitismo musical que hace tan especial a Benidorm, sin que falten los abonados al Low Festival, la gran cita musical —del 24 al 26 de julio— en la que este año tendrá rango de acontecimiento el reagrupamiento de The Libertines.

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