Alcalá, cuna del infinito Cervantes
Tapas contundentes, dulces ligeros, el Corral de Comedias y mosaicos romanos en la ciudad donde nació el gran autor del ‘Quijote’, cuyo segundo tomo se publicó hace ahora 400 años
Cervantes siempre ha estado de moda, sí, pero ahora está que lo peta. Se conmemora el IV centenario de la edición de la segunda parte del Quijote (1615) y ya se están preparando los fastos para celebrar el año que viene los 400 años de su muerte (1616). En Alcalá de Henares, el lugar que lo vio nacer y que, con más derecho que muchos otros, lo utiliza como reclamo, han acuñado el eslogan Cervantes infinito,que resume bien este no parar y el casi inagotable patrimonio cervantino de la ciudad.
9.00 Levadura madre
Si vamos a seguir los pasos de alguien infinito, más nos vale desayunar bien. En Cosmen Alcalá (1) (Mayor, 92), el café se toma con tostadas de pan natural de levadura madre y, para untar, hay cremas de chocolate Orgániko, hechas en esta ciudad con ingredientes ecológicos. Para desayunar más, o para llevar, ahí mismo está la confitería Maiig (Mayor, 78), donde a esta hora obran la típica costrada y las rosquillas alcalaínas (con cobertura de yema). En la calle Mayor hay también dos delicatessen (Esencias del Gourmet, en el número 52, y Las Viandas de Sancho, en el 91) que ofrecen, por ejemplo, la cerveza artesana local Enigma Origen.
10.00 Visiones quijotescas
La Casa Natal de Cervantes (2) (www.museocasanataldecervantes.org) no tiene pérdida. Es la única de la calle Mayor con un jardín delante en vez de soportales: un lujo que no pudo tener la casa original, siendo propiedad de un cirujano sangrador, que eso era el padre del escritor, poco más que un barbero. Otro lujo, el patio con pozo octogonal y columnas procedentes del Palacio Arzobispal. Y otro, la exposición Don Quijote, visiones actuales, con dibujos de Saura, Picasso y Dalí (del 18 de febrero al 31 de mayo).
11.00 A vista de cigüeña
Por la calle Mayor salimos a la plaza de Cervantes, la principal de Alcalá. Aquí, además de la oficina de turismo (www.turismoalcala.es), está el centro de interpretación Los Universos de Cervantes (3), donde se enseña la pila en la que fue bautizado y la partida bautismal, por si había dudas. Al lado, la torre de Santa María (4), de 34 metros, es ideal para ver la ciudad como la ven las muchas cigüeñas (111, según el último censo). Para ver a las propias cigüeñas hay una ruta guiada y gratuita que organiza el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento (918 88 33 00, extensión 3284). La torre de la catedral (5) (www.catedraldealcala.org), en la plaza de los Santos Niños, tampoco es mal mirador.
12.00 Patios y almendras garrapiñadas
Cuando Cervantes aprendió a andar, ya llevaba medio siglo en pie el Colegio Mayor de San Ildefonso (6) (www.visitasalcala.es), el origen de la universidad alcalaína (1499). Nada nos cuesta imaginar a Miguel correteando por los patios (muy distintos de los actuales, eso sí) y asomándose curioso al Paraninfo, bajo cuyo artesonado de armadura morisca ahora se entrega, cada 23 de abril, el Premio Cervantes. Ya estaba también allí, al otro lado de la plaza de San Diego, el convento de las Clarisas (7), con ese torno que es como un tambor de ametralladora del que salen sin cesar almendras garrapiñadas.
14.00 Una tosta llamada Sanchito
Platos cervantinos, como los duelos y quebrantos o el tiznao de bacalao, son habituales en la carta de la Hostería del Estudiante (8) (Colegios, 3; www.parador.es), que está justo detrás de la universidad, pegada al precioso patio Trilingüe. Huelga decir que el estudiante en Alcalá, salvo que sea rico, pisa poco la Hostería y mucho, en cambio, el Indalo Tapas (9) (Libreros, 9; www.indalotapas.com), donde por 2,70 euros dan un tercio de cerveza y un plato de huevos rotos con morcilla, por ejemplo. Otro buen sitio para picotear nada caro es el mesón Las Cuadras de Rocinante (10) (Carmen Calzado, 1; www.mesonlascuadrasderocinante.es): raro es el que no pide aquí la tosta Sanchito.
15.30 Paseo artístico o natural
La tosta Sanchito es una bomba (pan de hogaza, lomo, beicon, huevo, salsas varias…), así que toca desactivarla dando un paseo. Podemos bordear las murallas desde la Puerta de Madrid, por las calles de Andrés Saborit y Vía Complutense (11), si disponemos de más tiempo (unas tres horas), podemos acercarnos al paraje natural de los Cerros de Alcalá (12) (www.loscerrosdealcala.es), que está en la otra orilla del Henares, al sur de la ciudad, y seguir la senda del Castillo Árabe, admirando el bosque ribereño y los restos de la fortaleza de Qal’at Abd al-Salam, la Alcalá musulmana.
16.30 Recuerdos de Complutum
Otra Alcalá que fue y que apetece mucho explorar es la romana (www.complutum.com). En la avenida de Madrid, junto al polideportivo El Juncal, se halla la Casa de Hippolytus (13), el colegio al que iban los jóvenes de Complutum, con mosaicos tan espectaculares como el del patio central, una escena de pesca en la que aparecen 22 animales distintos: delfines, pulpos, langostas, erizos, peces globo, sierpes, morenas… Muy cerca, en el camino del Juncal, se ven los restos del foro monumental, y en el Museo Arqueológico Regional (14) (plaza de las Bernardas, s/n; www.madrid.org/museoarqueologicoregional), más mosaicos curiosos, como aquel en el que aparece Baco en cueros, con una tajada de campeonato y abrazado a un sátiro negro.
20.30 Siglo de Oro
Vuelta a la plaza de Cervantes, y a su época, para conocer el Corral de Comedias (15) (www.corraldealcala.com), de 1601, un cuarto de siglo más viejo que el de Almagro. Se pueden explorar todos sus vericuetos con un guía (cinco visitas al día; 918 82 13 54) o se puede asistir a alguno de los espectáculos que programa regularmente el Teatro de la Abadía. Y a tener en cuenta también la programación del Teatro Cervantes (Cervantes, 7). Después, lo que cuadra es cenar en La Cúpula (16) (Santiago, 18; www.lacupularestaurante.com), bajo las bóvedas de una antigua iglesia barroca, y tomarse unos tragos en La Corrala Lounge Drink (17) (Damas, 9).
23.30 Convento con ‘spa’
Al final del día, el que puede duerme en el parador de Alcalá (18) (www.parador.es), un antiguo convento del siglo XVII, rehabilitado con arquitectura e interiorismo del XXI, que esconde un spa de ciencia-ficción en sus entrañas monacales. Los arquitectos María José Aranguren y José González Gallegos son los responsables de este inspirado proyecto que reproduce el mundo de claustros y patios de Alcalá de Henares con un sentido de jardín horizontal. Otra recomendación para alojarse es el Evenia (19) (www.eveniahotels.com), un hotel boutique emplazado en una casa de postas del XVI, con bonito patio y bodega.
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