Un tinto atlántico

No contentos con elaborar chacolís de máxima categoría como el soberbio Urezti y el Nº 7, Itsasmendi, la bodega de Gari Ríos, ha creado, de la mano de la enóloga Ana Martín y bajo el influjo del profesor Pepe Hidalgo, un tinto de sorprendente modernidad y fascinante perfil, Eklipse, que eclipsa todos los intentos vizcaínos anteriores por dotarse de un vino negro de categoría.

No era empresa fácil. Para conseguirlo, se basan en los trabajos de I+D realizados en colaboración con la DO Bizkaiko Txakolina. Parten de dos cepas tan dispares —y sin embargo cercanas— como la pinot noir francesa y la autóctona hondarribi beltza. Son uvas procedentes de viñas de 20 años ubicadas cerca del mar, en Gorliz (una hectárea) y Muskiz (0,75 hectáreas), dentro de lo que se conoce como el encinar cantábrico, sobre suelos de origen calizo.

Una fermentación en depósitos troncocónicos y posterior crianza de seis meses en tina de roble francés de 2.000 litros completan el diseño de este tinto atlántico, caracterizado por su hermoso color rubí con matices grana, de nobles aromas a frutillos rojos (grosellas y moras), roble cremoso, especias y flores (violeta) de gran persistencia. Su textura sedosa ofrece agradables y mórbidas sensaciones táctiles envolventes. En resumen, un vino fresco y delicado, seductor, en línea con el espíritu de la añada que respeta la natural elegancia del pinot noir.