Acceso para todos

Fitur, la Feria Internacional del Turismo, se anuncia cercana. Y pocos hoteles madrileños ofrecen tanta proximidad al recinto ferial Juan Carlos I como este de la marca Confortel... Sí, la cadena de los ciegos, como se la reconoce, aunque el lifting a que ha sido sometida su imagen por los gestores de la ONCE tiende a identificarla ahora para todos los públicos. Y eso que es la única cadena en España que cumple 100% las exigencias de accesibilidad Aenor, lo que le otorga el certificado correspondiente. Su director general, José Ángel Preciados, la ha llevado a lo más alto. Confortel quiere así recordarnos su responsabilidad social corporativa, empezando por la honorabilidad y el buen desempeño de su plantilla en este establecimiento madrileño.

El edificio posee un sesgo contemporáneo equilibrado, geométrico, gustoso y bien integrado en su línea de calle. Un espacio polivalente, a un lateral del atrio vestibular, saluda al huésped para sugerirle toda clase de atenciones: sentarse a tomar algo, ver la tele, manejarse en Internet desde varios puestos con ordenadores o mantener una pequeña reunión de negocios. Es un espacio diáfano y muy luminoso, con autoservicio de bar. Mayor funcionalismo, imposible.

Y es que el hotel se gestiona casi solo... O por lo menos con una ratio de empleados por habitación insólita en otros países y otros hoteles de negocios. Pero funciona. Y funciona bien. En parte gracias al esfuerzo personal y entrega servicial de la plantilla, compuesta la mayoría por trabajadores discapacitados. Nadie lo nota. Pero da alegría verlos trabajar. Y sentirlos esmerarse en servir el desayuno.

Algo desabrido parece al principio el salón de desayunos, aunque resulta bien interesante la hilera de puestos asistidos con un pequeño monitor de televisión para ver Los desayunos de TVE. Nadie la usa, quizá porque está relegada contra un muro, no en la zona central. La clientela individual prefiere sentarse en mesas dobles.

Entre todas las habitaciones, las de la sexta planta nos parecen más amplias y cómodas. Sus tonos neutros, su mobiliario pulcro y utilitario, su cuarto de baño aquilatado a la necesidad básica de las abluciones diarias, más el lujo accesorio de una buena ducha, convencen a quien solo pretende un lugar oxigenado para dormir y poco más. Una mesa generosa con un flexo resuelve las urgencias de quien viaja por negocios.

Aunque lo parezca por su amplitud de espacios, el hotel no está vacío. Disfruta de una ocupación razonable quizá porque el grueso de las reservas provienen de Internet. Confortel es una de las cadenas que antes han comprendido el impacto de las redes sociales y las aplicaciones móviles en el turismo.

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