23 fotosMadrid, hora de merendarFOTORRELATO del Delic a Mama Framboise, 19 cafés madrileños donde la merienda se convierte en un pequeño lujoSalomé García14 sept 2012 - 06:43CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlace» Un oasis de entrada gratuita escondido dentro del Museo del Romanticismo, justo frente a la tienda de souvenirs. Una tarde cualquiera te puedes topar con una tertulia de literatura gótica, dos jubiladas de cháchara y tres modernos aprovechando el wifi gratuito. En el jardín interior al arrullo de una fuente o, si hace malo, en el salón de té interior con mantel de hilo, lámparas de cristales y suelo de parqué. Las raciones de tarta salen por cinco euros, pero son generosas. La estrella es la de zanahoria casera, aunque seguida de cerca por el budín de calabaza (3,50 euros) elaborado por un catering ovolactovegetariano. En ocasiones también tienen muffins y bizcochos sin huevo. » Museo del Romanticismo. Calle de San Mateo, 13. Madrid. www.cafedeljardin.comAlfredo Arias» Un clásico moderno (abrió en 1998). Con la impronta de Elena García Guereta (la remodelación es obra de su tío, el arquitecto Francisco García de Paredes). Sobre la barra cuelgan las lámparas-calabaza de Coderch. Y a la vista, tartas de zanahoria, de calabacín, de chocolate y avellanas, de plátano y dulce de leche, de amapolas… Punto de encuentro de bohemios. Buen café colombiano, aunque la carta de cafés, donde no falta el Barraquito canario o el Delic (con Drambuie y nata), es para tomársela con calma. El café con leche puede ser con leche de soja y no nos extrañemos si nuestro vecino de mesa se pide un mojito, otro éxito del local. » Costanilla de San Andrés, 14. Madrid. www.delic.esAlfredo Arias» Con la experiencia de su hermano mayor frente a la Puerta de Alcalá (ambos con interiorismo de Carmen Baudín), este Harina sigue apostando por los panes de masa madre caseros. Hay sándwiches, pequeños y primorosamente cortados y elaborados con pan de espinacas, amapolas o de nueces y pasas. Los más dulces vienen por las tartas caseras. A saber: tarta de remolacha y chocolate, con harina integral, cubierta con crema de queso; de zanahoria, con harina integral y azúcar moreno, o de chocolate fondant con frambuesa. Y zumos naturales antioxidantes. » Augusto Figueroa, 2. Madrid. www.harinamadrid.comAlfredo AriasEl café Harina de la calle de Augusta Figueroa, en Madrid.Alfredo AriasDesde que abrió, hace un año, no hay día que a la hora de la merienda no tenga todas las mesas llenas. ¿El secreto? Una cálida atmósfera provenzal, ingredientes de primera calidad y la buena mano de Alejandro Montes (medalla de oro en 2010 en el Open francés de postres) y Ángel Sánchez. Obsesionados con “recuperar la merienda de toda la vida, la del bollo que nos llevaban las madres a la puerta del colegio”, y que ahora recrean en sus cruasanes de mantequilla, panes de chocolate, la tostada de brioche con mermelada y mantequilla o una rebanada de bizcocho de la abuela. Para los niños: muñecos de galleta de jengibre. » Fernando VI, 23. Madrid. www.mamaframboise.comAlfredo AriasCruasanes, muffins y galletas de jenjibre. Una merienda de lujo en Mama Framboise, en el número 23 de la calle de Fernando VI.Alfredo AriasEl lugar perfecto para disfrutar del té de las cinco con todo el ritual y en una atmósfera netamente inglesa con sus mesas con mantel de hilo, paredes empapeladas con diseños florales, visillos y adornos victorianos. Y como el teatime es una comida en toda regla no faltan los expositores de dos pisos para ofrecer todo lo necesario para merendar como todo un lord británico: scones con clotted cream, pastas de té, sándwiches y muffins. También hay chocolate Cadbury caliente recubierto de nata y tarta de naranja con bizcocho relleno de queso cremoso. Parte de los beneficios del salón de té se destina a la fundación humanitaria AGH. » Santa Engracia, 4. Madrid. www.livinginlondon.esAlfredo Arias'Scons', pasteles y 'muffins' en Living in London.Alfredo AriasMás que una tienda o un café se trata de un espacio montado primorosamente por Lucía Ruiz-Rivas donde se vende moda de diseñadores no convencionales, muebles y accesorios de decoración para el hogar, detalles de papelería y revistas difíciles de encontrar. Además, sus paredes blancas de ladrillo visto funcionan como sala de exposiciones para creadores emergentes. En este espacio donde todo se puede ver y comprar hay dos mesas para tomarse una pausa, un café o un té. Antes había tres mesas, pero una se vendió. Es la filosofía de Do: todo en movimiento. » Fernando VI, 13. Madrid. www.dodesign.esAlfredo AriasEn el barrio de Salamanca, pero alejado del bullicio de los tramos más comerciales, en una calle tranquila abre sus puertas este coqueto salón de té. Servido sin prisas y acompañado de repostería más propia del gusto francés, como los cruasanes de mantequilla, los macarons o sus míticas berlinesas rellenas de manzana o dulce de leche. Jugosos, tentadores, bien preservados en expositores y a la vista de los clientes a escasos metros de sus mesas. En cuanto al té, lo difícil es elegir entre las cincuenta variedades de la carta y más de cien en la tienda. Aunque sus clientes parecen tener predilección por el Mélange O, un té negro con higo, loto, cítricos, jazmín y rosas. La merienda completa incluye té (o café), macarons, un cruasán, pastas de té, dos sándwiches y una porción de tarta. » General Pardiñas, 54. Madrid. www.vailima.esAlfredo AriasDetalle del café Vailima, en General Pardiñas, 54.Alfredo AriasFernando Camino y Natalia Cisterna madrugan a diario para amasar panes caseros. De trigo, maíz, centeno o espelta. Incluso con chocolate belga. Su otro fuerte es su tarta lemon pie, de limón y merengue. “Hay un cliente que viene a diario a tomar su porción”. Usan ingredientes ecológicos y ofrecen leche de soja, leche de avena, granola casera y sirope de agave en vez de sacarina. “Y hacemos nuestra propia mantequilla”, añaden. Los domingos este pequeño local se llena de trasnochadores dispuestos a apurar el fin de semana en sus míticas meriendas-cenas hasta las 22.00. » Lope de Vega, 7. Madrid. http://lacocinadelamojigata.blogspot.com.esAlfredo AriasComo meterse en la máquina del tiempo y aterrizar en los años cincuenta o sesenta. Las meriendas llevan a EE UU con 15 tipos de tés e infusiones de California. Y que no falte la tarta Red Velvet, el brownie caliente con helado de vainilla y dulce de leche, los cupcakes o, si se quiere a la española, una de pan con Nocilla, con un vaso de Cola-Cao o Nesquik. O la tarta Muerte por Chocolate, con cinco tipos. » Espíritu Santo, 9. Madrid. www.lolinacafe.comAlfredo AriasEl espacio es bonito, entre Berlín y Buenos Aires. Para los vecinos del barrio es, sencillamente, el bar de la tarta de dulce de leche, seguido por su bizcocho de manzana. Lo suyo es acompañarlos con un capuchino o con un chocolate caliente. Hay que elegir: clásico, de avellana, con plátano, naranja, menta o chocolate blanco. Se toma en la barra de cinc, de esas que ya casi no quedan, o en una de sus mesas de madera sin pulir, leyendo un buen libro, que para eso está en el Barrio de las Letras. También se da por buena una merienda con empanadas chilenas. » León, 9. Madrid. http://barlapiola.blogspot.com.esAlfredo AriasEl local de la travesía de San Mateo nos descubrió que el fast food puede ser saludable, así que en el nuevo establecimiento de Columela solo quedaba que no fuera tan rápido, que hubiera más sitio para sentarse y disfrutar de la comida, del wifi, de la prensa internacional y del aprovechamiento del espacio interior distribuido en dos plantas, obra del Estudio Juan Carlos Fernández Arquitectos, que ha logrado darle ese toque escandinavo y acogedor. Frecuentado por gente guapa y amantes de la vida sana, aquí se estila merendar bagels, sándwiches con pan de cereal o zumos naturales, aunque un día es un día y siempre hay espacio para una tarta de zanahoria o el pastel de limón. » Columela, 4. Madrid. www.magasand.comAlfredo AriasTiene el encanto de esos locales amables, tan europeos y nada pretenciosos, que parecen la casa de un amigo, con estanterías de bricolaje llenas de libros de editoriales independientes, cómics y vinilos sin extinguir, donde se charla animadamente sobre cine, literatura y otras artes, pasiones y desdichas humanas y, por qué no, se merienda un Cola-Cao con galletas caseras de chocolate, avena o jengibre. O unos bizcochos de cereza y almendra, plátano y nuez o de manzana que se elaboran a diario. Algunos días se organizan tertulias, conciertos o pequeñas exposiciones de arte. Hasta que baje el mercurio ofrecerán, además de bebidas calientes, también té frío con azúcar y miel. » La Ruda, 19. Madrid. www.cafemolar.tumblr.comAlfredo AriasA dos pasos del barrio de Chueca, este acogedor café tiene el encanto de esos lugares donde los muebles dispares cuentan historias de otros tiempos. Aquí los sillones son de anticuario y las sillas de los años cincuenta proceden del centro de FP de los jesuitas Revillagigedo de Gijón. Para la iluminación, lámparas antiguas del norte de Italia. Sus propietarios son asturianos, de ahí su pasión por los milhojas. Otro fuerte son los bizcochos con merengue recién hechos en el obrador de la cercana Pomme Sucre. A la hora de la merienda lo mismo encuentras parejas de modernos que señoras que adoran tomar el café en tazas de porcelana. O un chocolate caliente. También se puede optar por los zumos naturales. » Hortaleza, 30. Madrid. www.facebook.com/pages/Oita-Cafe/237596712918596Alfredo AriasEl reino del chocolate en todas sus dimensiones en un local de líneas depuradas que hacen que el chocolate hasta parezca más ligero. La arquitectura interior es obra de Antoni Arola, y la identidad de marca, de Pati Núñez. Su cuidado objetivo: reflejar el mercado del cacao y la cultura del cacao. Entre los clientes, fans del chocolate, vecinos del barrio y oficinistas de los alrededores. Chocolates calientes, espesos, batidos de chocolate negro con frambuesa, de chocolate blanco con naranja… Como manda la tradición, con el chocolate se sirve un vaso de agua. La merienda se acompaña con cruasanes o la tarta del día, de tres chocolates o de queso con miel y piñones. » Orellana, 4. Madrid. www.cacaosampaka.comAlfredo AriasHay a quien le gusta quedar a merendar con alguien especial en un lugar también especial como puede ser una librería. A La Buena Vida, nombrada en homenaje a la película de David Trueba (su hermano Jesús es el librero), se va a hojear buenos libros antes de comprarlos, a curiosear entre las novedades en cds y dvds y a saciar el apetito intelectual dando sosiego al estómago con un café italiano y una ración de tarta o de bizcochos. No hay comedor propiamente dicho, las mesas se dispersan por la librería como las musas entre los buenos autores. Y al igual que hay literatura para todos los gustos, si no place un atracón de dulce siempre nos queda una ración de ibéricos y queso. » Vergara, 10. Madrid. www.labuenavidaweb.wordpress.comAlfredo AriasLos amantes del buen café siempre andan con la cantinela de que en Madrid no es fácil encontrar un buen café. Uno bueno se encuentre en esta librería especializada en literatura italiana que también funciona como café. Luca es italiano y trata con esmero la oscura bebida "regulando la máquina a la italiana para obtener el correcto equilibrio entre temperatura y presión". Las meriendas saben a chocolate, con tostaditas con Nutella o una porción de tarta de chocolate (www.lamejortartadechocolatedelmundo.com). Los domingos por la tarde se llena. » Corredera Baja de San Pablo, 10. Madrid.Alfredo AriasEn Malasaña también se merienda. Y gustan las meriendas de toda la vida, aunque con un guiño rebelde, el que pone la tarta de cerveza Guinness. Las hacen en Buenas y Dulces, repostería a la antigua usanza al otro lado de la calle. Es probable ver a media tarde llegar una tarta de Tigretón o de Pantera Rosa con la cobertura aún fresca. Se toman con un café o, por qué no, con un gin-tonic de Petazetas. » San Andrés, 26. Madrid. www.restauranteonze.comAlfredo AriasJulio Blanco (discípulo de Paco Torreblanca) es el pastelero que trajo a Madrid los dulces de su famoso obrador de Gijón, su ciudad natal. Los cruasanes de este espacio se cuentan entre los mejores de Madrid, y hay clientes fieles que van a diario a por su ración. Tal vez la culpa sea de ese aroma a mantequilla fresca que emana del obrador donde bizcochos, milhojas y hojaldres caseros se hacen con el esmero de toda la vida. El suyo es un sitio de paso con pasteles recién hechos que se compran y se llevan a casa, aunque pueden disfrutarse, si hay suerte, en alguna de las pocas mesas del establecimiento. Recomendable: un milhojas de merengue y crema con un café servido en porcelana de Limoges. Vajilla y cubertería están en venta, todo es de El Anticuario de Belén (Belén, 11). » Barquillo, 49. Madrid. www.pommesucre.comAlfredo AriasNada tan madrileño como el chocolate con churros, elaborados en el propio local durante todo el día, para que siempre estén crujientes. O con porras, que en esto nunca nos ponemos de acuerdo. El chocolate, caliente y muy espeso. Aunque también lo tienen con leche. O sin azúcar. O a la francesa: chocolate puro con leche desnatada, servido frío, en taza de cristal y coronado con una bola de helado de vainilla o nata. O el suizo, en taza y bajo una montaña de nata cubierta con virutas de chocolate. El local, moderno, trata de evocar las chocolaterías tradicionales. » Conde de Peñalver, 43. Madrid. www.chocolateriasvalor.esAlfredo Arias