En casa del tiburón blanco
Bucear en las aguas que rodean Port Elizabeth requiere de neopreno, botellas y una jaula. Ruta por la costa y el interior de Suráfrica, gracias a las propuestas de los lectores
Para los navegantes, el mundo se acabó, durante muchos siglos, en la punta sur de Suráfrica: el Cabo Agulhas. Actualmente se trata de una de las diversas reservas naturales que rodean a Ciudad del Cabo, el gran reclamo urbano del país, desde cuyos sugerentes alrededores, como las playas de Camps Bay, parte una ruta que pasa por las calles de Soweto, las montañas Bankberg, las aguas cercanas a Port Elizabeth (territorio habitual del tiburón blanco) o el mercado dominical de Rosebank, gracias a las recomendaciones de los lectores.
Babuinos en el parabrisas
Como reconoce John All Arte, "la capital económica de Suráfrica es de visita obligada", pero asegura también que "no lo son menos sus alrededores". Desde Hermanus, "donde avistar ballenas durante el invierno austral", hasta las increíbles playas de Camps Bay, en la ruta del Cabo de Buena Esperanza. En esta misma zona, John recomienda también una visita a Hout Bay, "donde las focas juegan en el puerto alrededor de viejos barcos de pesca, y recorrer hacia el sur una carretera costera hasta llegar al Cabo de Good Hope, que es una reserva natural, donde los monos intentan quitarte la comida". Para volver a la ciudad, este lector recomienda "tomar la carreta oriental, parando en la preciosa colonia de pingüinos de Simon?s Town".
Suráfrica sin maquillaje
Hasta que no llegó a Soweto, Carla Elena confiesa que tuvo "la sensación de pasear por un África descafeinada, un poco de postal, de safari. Al entrar en "esta especie de ciudad a las afueras de Johanesburgo" asegura que "entras de lleno en la historia de Sudáfrica, en el arresto de Mandela, en el apartheid, en un mundo donde se mezclan chabolas y casas bien... Y gente maravillosa".
El mejor parque
"Sudáfrica es un lugar fascinante". Lo afirma Pedro Molina, y sin recurrir a tópicos. Para él se resume en "una tierra sobrecogedora poblada por una gente especial". La lista de lugares recomendables es amplia, pero se queda con el parque nacional Addo. "No es ni de lejos el más grande, ni el más famoso, pero en este parque, con paciencia, se pueden ver algunos de los habitantes más bellos del país: el león, el rinoceronte, el elefante, el leopardo, focas, pingüinos y hasta el tiburón blanco. Está al sur, en la costa del mar Índico, cerca de Port Elizabeth. Desde esta ciudad se puede contratar las visitas. ¡Paciencia y tino con la cámara!"
Hluhluwe-Unfolozi
De parque en parque, porque Carlos García apuesta por Hluhluwe-Unfolozi, "un pequeño parque cerca de Durban. Tienes las mismas posibilidades de ver animales que en otros de más renombre como el Kruger, pero a diferencia de éste es más manejable, tiene un nuevo campo, el Hilltop, y está cerca de Saint Lucia, un estuario que se debe visitar con la posibilidad de ver ballenas y de degustar comida India en la ciudad de Durban... ¡una joya! ¡Ánimo!
Entre felinos, antílopes y 200 tipos de aves
En las laderas de las montañas Bankberg, Yolanda de Pablos cierra una pequeña trilogía al aire libre con el Mountain Zebra National Park. "Una visita ineludible para los amantes de las reservas naturales y los viajes ecoturísticos y de aventura. Este parque está actualmente protegido tras haber sido considerado en otro tiempo un importante objetivo para cazadores furtivos. Además, contiene una variada fauna con diversos tipos de felinos; antílopes de gran tamaño como el kudu, eland o ñu; roedores de varios tipos; y más de 200 especies distintas de aves". Las suaves ondulaciones y espesos bosques que caracterizan a estas pequeñas cordilleras, por las que fluye el río Wilgerboom, "ofrece bellas panorámicas y paisajes deslumbrantes. Y puedes alojarte en cabañas de paja".
Mercado de Rosebank
Contra el pesado estigma de inseguridad que sufre el país, Juan Valle recomienda una ruta urbana por Rosebank. Asegura que es bastante segura, pero igualmente "se recomienda no ir solo por las noches a los turistas". Y aunque, añade, "la ciudad en sí pueda no parecer muy deslumbrante, choca ver edificios altos con chabolas que se intercalan. Además, existe un mercado dominical en Rosebank en el que podemos encontrar casi de todo (sobre todo muebles y elementos decorativos africanos) a muy buen precio. Lo bueno, es alquilar un coche y visitar los alrededores para tener una buena perspectiva de lo que es Suráfrica".
Un pinchazo por prudencia
Antes de viajar, Jessica Villegas recomienda tomar precauciones en forma de vacunas. "No es necesario aunque sí recomendable protegerse contra la fiebre amarilla y la hepatitis B. Pero si está pensando en viajar a zonas rurales y alejadas, como yo hice, es mejor tomar antipalúdicos puesto que la malaria está esparcida".
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