El refugio de La Oreja de Van Gogh
Del 'glamour' del María Cristina a los bajos de la Concha, recorrido imprescindible por San Sebastián junto al quinteto donostiarra, que estrena disco
Después de casi un año de gira por España y Latinoamérica, La Oreja de Van Gogh regresa a su ciudad natal. El quinteto, que acaba de publicar nuevo trabajo, Nuestra casa a la izquierda del tiempo, eligen San Sebastián como su lugar en el mundo y excelente destino viajero.
Leire, Xabi, Pablo, Álvaro y Haritz hablan de Donosti como su "refugio" además de ser "un lugar precioso donde la gente es muy maja" y es que San Sebastián tiene de todo para perderse. La playa de La Concha es uno de sus rincones favoritos para disfrutar, tanto desde la arena como desde lo alto del Monte Igueldo, que regala una de las vistas más espectaculares de la bahía y de una ciudad conocida no sólo por su festival internacional de cine, sino por su elogiada gastronomía.
Por unanimidad, el grupo tienen claro qué recomendar a los viajeros interesados en el buen comer: el restaurante Anastasio (www.restauranteanastasio.com), situado apenas a cien metros de la playa, y lugar único para saborear la "cocina tradicional, casera y los platos de cuchara", remata Álvaro, el bajista.
Majestuosidad en Amara
Lo único necesario para disfrutar de unas vacaciones es "tiempo y buena compañía" afirma Leire, algo imprescindible también en este pequeño paraíso que les ha acompañado siempre, y así se refleja en toda su discografía. De nuevo en ruta, recomiendan la Catedral del Buen Pastor, en el ensanche de Amara, y la majestuosidad con la que se erige sobre una ciudad cada vez más cosmopolita e internacional gracias al Festival Internacional de Cine que cada septiembre hacen que paseen por el casco viejo las figuras internacionales más relevantes.
El Palacio de Miramar, entre la playa de la Concha y la de Ondarreta, y el Teatro Victoria Eugenia (www.victoriaeugenia.com) son enclaves turísticos fundamentales e imprescindibles para el grupo, sobre todo cuando el glamour hace su aparición estelar a final de verano y San Sebastián se convierten en epicentro del celuloide y el lujo.
De Okendo a los bajos
Tal y como en su último trabajo recogen temas clásicos, igualmente notables en San Sebastián son los hoteles que recomiendan para hospedarse, pensando en todos los bolsillos. Para "un presupuesto que tiene que ser infinito", apunta Pablo, aconsejan descansar y pasar las noches de verano e invierno en el hotel María Cristina, que preside la céntrica calle de Okendo, en pleno corazón de la ciudad. Pasar una noche en este edificio del siglo XIX cuesta alrededor de 300 euros, de ahí el apunte del guitarrista del grupo.
Más asequible, el Hotel Londres puede resulta una excelente segunda opción, pues desde sus habitaciones también se pueden divisar las aguas cantábricas que bañan San Sebastián. Además, no está falto de ilustres huéspedes: el rey Alfonso XIII o la mismísima reina Victoria de Inglaterra. Si el presupuesto disponible tampoco alcanza, Xabi bromea con la inagotable oferta de alojamientos existente "en los bajos de La Concha". Donosti auténtico, sin duda.
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