Bruselas, medio siglo después de la Exposición Universal
Un decálogo de propuestas para disfrutar de la capital de Europa en una escapada breve
Bruselas, corazón de Europa y órgano vital común de los belgas francófonos y flamencos, celebra este año el 50º Aniversario de la Exposición Universal. La capital de Bélgica se ha convertido en una ciudad de gran atractivo por los contrastes que sorprenden al visitante en cada rincón. Edificios históricos junto a rascacielos, fachadas medievales a un paso de ornamentos del mundo del cómic y el siempre presente activismo cultural de los bruselenses.
Tradición y modernidad con aroma de gaufre, chocolate y mejillones que hacen de Bruselas una ciudad sorprendente e imprescindible. EL VIAJERO sugiere diez propuestas para una escapada breve a esta fascinante urbe:
1. El punto de partida de una visita a Bruselas, medio siglo después de la Exposición Universal que proyectó la ciudad al mundo, sólo puede ser el Atomium. Una molécula gigante concebida para representar a Bélgica en la emblemática Expo de 1958. El Atomium estaba destinado a vivir únicamente durante los seis meses del evento y, sin embargo, 50 años más tarde, esta joya arquitectónica sigue siendo uno de los edificios más visitados del mundo.
Parcialmente renovado entre 2003 y 2006, este símbolo de la Europa moderna reabrió, el pasado 18 de febrero, su laberinto de tubos de escaleras mecánicas que conectan sus nueve esferas. Una aventura futurista que culmina a 102 metros de altura con un restaurante panorámico.
- Junto al Bruparck. Metro 1-A (Heysel). www.atomium.be; Tel: 0032 (0) 24 75 47 75. Horario: 10-18 horas. Adultos, 9 euros; niños, 4 euros.
2. Pero el verdadero símbolo histórico de Bruselas se localiza en el corazón de su almendra central. La adoquinada Grand Place presume de ser una de las plazas más bellas del mundo, flanqueada por la riqueza ornamental de las fachadas de sus edificios: las casas de los gremios, el Ayuntamiento y la Casa del Rey. De hecho, la Unesco incluyó a la plaza mayor bruselense en la lista de lugares Patrimonio de la Humanidad en 1998 y es, junto con el Atomium y el Manneken Pis, el destino preferido de los visitantes de la ciudad.
3. El aroma que desprenden los variados gaufres belgas atrae al viajero hacia la Rue Charles Buls y su prolongación por la Rue de l'Etuve, una de las calles más turísticas del centro histórico de la ciudad, que desemboca ante el archifamoso Manneken Pis. La diminuta escultura representa a un niño pequeño desnudo -que, a menudo, es disfrazado por las distintas asociaciones culturales-, orinando en un cuenco a modo de fuente.
Si ese melifluo olor guía al visitante hasta el pequeño meón de bronce, un aroma bien distinto le lleva al otro lado de la Grand Place. Entre restaurantes de Moules Frites (mejillones con patatas fritas), el plato nacional belga, el Impasse de la Fidélité y la Rue des Bouchers, el turista acaba frente a la réplica femenina del Manneken Pis: la Jeanneke Pis.
De unos 50 centímetros de alto y tallada en piedra, encarna a una niña con coletas, orinando en cuclillas y está situada a aproximadamente la misma distancia de la plaza que el niño de bronce, pero al otro lado y justo en frente de una de las cervecerías más famosas de Bruselas. Delirium Tremens presume de ofrecer una carta con más de 1001 cervezas distintas.
4. La Bruselas monumental. A dos pasos de la Grand Place, por la Rue de la Colline y la Rue du Marché aux Herbes, se alcanza la Plaza de España, donde la estatua de Don Quijote y Sancho Panza marca al visitante el camino hacia la catedral. La Cathédrale Saint-Michel et Gudule, que se erige en la cima de una colina, refleja tres fases del estilo gótico. En su interior destacan los vestigios de la antigua colegiata románica, las vidrieras del siglo XVI, las estatuas de los apóstoles de la nave, el púlpito de estilo barroco y el gran órgano.
5. La ruta del cómic. Bruselas es conocida por ser una de las capitales mundiales del cómic. Ese orgullo le ha permitido sacarlo a la calle e integrarlo sin pudor en el paisaje urbano, decorando fachadas de edificios. La fiebre belga por el tebeo ha derivado en una ruta, al norte de la Grand Place, en busca de las 13 viñetas principales. Destacan la de Tintín (Rue de l'Etuve), la de Lucky Luke (Rue Buanderie) y la que decora los andenes de la estación de metro Stockel, dedicada también a Tintín y sus amigos.
- Ruta de las fachadas: www.brusselsinternational.be)
6. Partiendo del parque de Bruselas es una buena idea dejar atrás la almendra central y recorrer a pie la Rue de la Loi que conduce al visitante a Schuman, el corazón institucional de Europa. El distrito comunitario acoge las sedes de la Comisión Europea, el Consejo y el Parlamento Europeo, así como una buena representación diplomática, todo ello junto a un apacible barrio residencial, donde suelen habitar los numerosos funcionarios de distintas nacionalidades. Los fines de semana el barrio de Schuman queda casi desierto.
7. La Bruselas comercial: Los amantes de las compras tienen una cita ineludible en torno al Boulevard Anspach, la calle más animada de Bruselas. Saliendo de la Grand Place por la Rue au Beurre, se alcanza el edificio de la Bolsa, cuyos aledaños están plagados de restaurantes para todos los gustos. Al otro lado del boulevard, la Rue Auguste Orts y, sobre todo, su prolongación la Rue Antoine Dansaert son las calles de la moda y los diseñadores. En paralelo al Boulevard Anspach, el visitante disfrutará también de las compras en la Place de la Monnaie y la peatonal Rue Neuve.
8. La Basílica del Sagrado Corazón o de Koekelberg es la sexta mayor iglesia del mundo y bien merece una visita. A pesar de ubicarse a las afueras del núcleo metropolitano, está a sólo unos minutos del centro en transporte público. La iglesia Art Deco, de 89 metros de alto y 167 de largo, se construyó para conmemorar el 75º aniversario de la independencia de Bélgica. Dispone de una gran terraza corredor a 53 metros de altura, parcialmente accesible en ascensor, que permite excepcionales vistas de la ciudad.
- Metro: Simonis / Tranvía: 19 / Autobús: 49 y 87 / www.basilique.be
9. La Bruselas verde. Toda la ciudad esta volcada hacia los espacios verdes con grandes parques y lagos que amenizan el tiempo de esparcimiento de los bruselenses. Desde el parque Leopold, que envuelve al Parlamente Europeo, al parque del Cincuentenario, que conmemora la independencia belga junto al barrio de Schuman, pasando por espacios más grandes como el parque real (metro Parc) o el enorme parque de Laeken, que alberga el Atomium y el recinto ferial.
10. Ciudad de museos. En la parte alta del casco histórico de Bruselas, se encuentran palacios y edificios reales, así como construcciones modernistas reliquias de la Europa colonial. En el Monte de las Artes se ubican los museos de pintura más importantes: el de Bellas Artes, que incluye una notable selección de obras de Rubens, cuadros de Bruegel y Van Dyck, y el Museo de Arte Moderno, con tendencias desde el Fauvismo al Surrealismo y obras de Matisse, Dalí o Picasso.
Otros museos interesantes son el Museo del Arte y de Historia, dentro del parque del Cincuentenario, que muestra antigüedades de civilizaciones antiguas y restos arqueologicos en su mayoria restos no europeos; y el Museo del Cómic.
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