15 cosas diferentes que hacer en Estambul
Esta es una ciudad mágica, diferente a todas. Aquí van unos consejos para descubrirla más allá de los lugares obvios que encontrarás en cualquier guía
Pocas ciudades han sido tan deseadas y tan disputadas en la historia como la antigua Constantinopla. Su posición estratégica en el cruce de caminos entre Europa y Asia la convirtieron en objeto de deseo y en niña mimada de todos los reyes, emperadores y sultanes que la gobernaron. Y que la engrandecieron con todo tipo de construcciones civiles y religiosas. Por eso la ciudad turca tiene tantas miradas, tantos lugares que ver. Más allá de los obvios (la mezquita Azul, Santa Sofía, Gran Bazar, etcétera), te cuento otros 15 menos trillados pero igual de interesantes para descubrir la verdadera Estambul.
1. Samatya, el barrio de los pescadores
Kumkapi es el antiguo barrio de pescadores de Estambul, hoy gentrificado y transformado en una sucesión de restaurantes para turistas. Si quieres uno igual pero más auténtico, y solo frecuentado por turcos, visita Samatya, otro barrio pesquero a unos tres kilómetros del centro por la avenida Kennedy. Por la noche, la placita y todos sus restaurantes y terrazas ofrecen el genuino ambiente local que ya se ha perdido en Kumkapi. Si quieres disfrutar de buenas vistas, te recomiendo la terraza del Forsa Restaurant.
2. Las mejores 'baklavas'
La baklava es un pastel elaborado con una pasta de pistachos o nueces trituradas y distribuida en una masa filo bañada en almíbar o miel. Son tipiquísimas de Turquía y las hacen estupendas en las confiterías Hafiz Mustafá, fundadas en 1864 durante el reinado del sultán Abdulaziz Khan. Tienen varias tiendas en la ciudad. Una en la céntrica plaza Taksim y dos más en el número 37 y en el 121 de la calle İstiklal.
3. Tomar un té o fumar unas 'shishas' en Corlulu Ali Pasa
Corlulu Ali Pasa es un cafetín en el patio de una antigua mezquita en el 38 de Yeniçeriler Caddesi, la céntrica calle que va de la plaza de las mezquitas al Gran Bazar. Remanso de vida local en una zona muy turística donde nada más entrar ya te están poniendo las brasas para los narguiles. El servicio de los camareros es muy eficiente.
4. Visitar el bazar de los libros
En la calle que queda entre el Gran Bazar y la mezquita Beyazit hay un arco de piedra que da acceso a un bazar de libros. Muy pequeño y poca cosa de apariencia, pero genial si te gustan los libros y los grabados.
5. Deambular por Yerebatan Caddesi
Se trata de una calle de tráfico ligero llena de hoteles, tiendas de souvenirs, alfombras y antigüedades con restaurantes y terrazas abiertas hasta bien tarde y que desemboca en una esquina de la plaza Sultanahmet (la de las mezquitas). Un buen lugar para cenar tarde o disfrutar de una bebida.
6. Tomar un café en el Pera Palace
El histórico hotel construido en 1892 para hospedar a los pasajeros del Orient Express y donde Agatha Christie escribió buena parte de su obra Asesinato en el Orient Express tiene también una cafetería mítica. El Orient Bar abre de 15.00 a 18.00, solo bajo reserva. Si no encuentras plaza, puedes consolarte en su patisserie, con dulces, café, té y entrada libre.
7. Cenar bajo el puente de Gálata
No te dé pereza reservar mesa en alguno de los restaurantes que hay bajo el puente de Gálata. Es verdad que son más caros que la media en la ciudad y muy turísticos, pero resultan todo un espectáculo. Las vistas son espectaculares.
8. Recuerdos más baratos que en el Gran Bazar
Pasear por la calle que sube del Pera Palace a la torre Gálata es también un festín de sensaciones. Está repleta de cafeterías, tiendas y buen ambiente. Los precios de los souvenirs son aquí más económicos que en el Gran Bazar.
9. Comida turca en un ambiente local
Cicek Pasaji es un pequeño pasaje comercial acristalado en forma de L que sale de la popular calle İstiklal y en cuyo interior encontrarás varios restaurantes de cocina tradicional turca.
10. Pasear por Nevizade Sokak
Un estrecho callejón estrecho en cuesta al lado del Cicek Pasaji y repleto de bares donde suelen ir los aficionados del Galatasaray cuando hay partido. Ambientazo local con pocos turistas.
11. Visitar el palacio de Dolmabahçe
Fue el que sustituyó a Topkapi como residencia de los sultanes desde 1856 hasta 1924, año en el que se abolió el califato. Selamlik —la parte que albergaba las dependencias administrativas y los salones oficiales—, el harén y las dependencias privadas del sultán y su familia son lo más interesante.
12. La mezquita Ortaköy
Ortaköy es una preciosa mezquita a orillas del Bósforo, una de las más bellas y armónicas de Estambul. Es perfecta para combinar con la visita al palacio de Dolmabahçe, del que no está muy lejos. En los alrededores hay mucho ambiente de terrazas y cafés. También, muchas joyerías. Los domingos montan un pequeño mercadillo de ropa. Un buen sitio para probar el kumpir, una patata gigante que se rellena con todo de salsas e ingredientes: es la comida callejera más típica de la ciudad turca.
13. Un té con vistas
Tomar un té al atardecer en alguna de las terraza que hay cerca de la mezquita Süleymanye mientras suenan los cánticos del almuecín desde los minaretes es una experiencia sensorial inolvidable. Tendrás las mejores vistas sobre la ciudad con la soberbia silueta de la mezquita a un lado, el Cuerno de Oro, la torre Gálata y Beyoğlu, al otro; y al fondo, Asía. El barrio está muy deteriorado, pero la experiencia merece la pena.
14. Probar un bocadillo de caballa en el puente Gálata
En turco es balik ekmek y los hacen estupendos en Tarihi Eminönü, uno de los quioscos de comida callejera que hay a los pies del puente Gálata. Locales y turistas se rinden ante este manjar.
15. Cruzar a Asia
No puedes dejar de cruzar a Üsküdar, el barrio en la zona asiática de Estambul. Los ferris salen desde Eminönü, en el lado europeo. Una vez allí, visita la mezquita Mihrimah, su mercado —mucho mas local y auténtico que otros—, y recorrer la costa hasta Kiz Kulesi, la Torre del la Doncella, situada en un islote en el estrecho del Bósforo, que ha inspirado mitos y leyendas.
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