8 fotosDECORACIÓNBlanca serenidadEsta es una casa desnuda, pensada para el descanso, la desconexión y la meditación. Una vivienda colectiva y de temporada. Un edificio que transforma el centenario inmueble original en Menorca y que aspira a hacer lo mismo con quienes lo habiten.El País Semanal25 mar 2022 - 17:40CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceUna colección de cojines de lana Livingstones (producidos por Smarin) diseñados por la francesa Stephanie Marin amuebla el salón de la casa.Esta es una casa colectiva, un espacio doméstico donde también se puede trabajar. Está pensado como lugar para vivir y teletrabajar cerca de la naturaleza. Y diseñado para un uso cambiante. Su dueña, la arquitecta Anna Truyol, pasó los veranos de su infancia en Menorca. Relacionaba el lugar con la tranquilidad. Y quiso trasladar esa idea al edificio. Fue su socia, Emma Martí, quien la convenció para que ese descanso fuera también visual. Juntas decidieron aprovechar la arquitectura popular mediterránea centenaria y añadirle un interior japonés, desnudo pero cómodo. Eso es este proyecto. En Sant Lluís, en el extremo suroriental de la isla, las arquitectas limpiaron el edifico de las sucesivas intervenciones que había sufrido y lo dejaron con su forma original. Lo desnudaron, deshaciendo tabiques, y pintaron la piedra local de marés, con sus imperfecciones, de blanco. Hoy la planta baja es una cocina con salida al patio. Las mesas se pueden unir o separar. Y hay una pizarra-pared para pensar, jugar o planificar. En la planta superior, el estudio Archimboldi que lidera Truyol ideó cubos-dormitorio fabricados con pino de Flandes. Los amuebló con futones de algodón y los cerró, como alcobas, con cortinas de lino. En el exterior, la piscina conforma un microclima con comedor y zona de estar construida con bancos corridos y pino de Flandes tratado para resistir la intemperie. El resultado es una vivienda sencilla, serena, actual y atemporal a la vez. Pol ViladomsLa piscina-alberca, diseñada por Emma Martí, está revestida con microcemento blanco.Pol ViladomsLa cocina, lacada en blanco, con encimeras de mármol de Macael y abierta, es un diseño de Cristina Pons realizado por Carpintería Biniarroca. La gran mesa está formada por varias unidades del modelo Smart Tables, ideados por Archimboldi. La silla Belloch, diseñada por Lagranja, la produce Santa &Cole. La vajilla de bambú es de Ekobo. La lámpara de techo la produjo, a mano, la empresa danesa Knit Wit.Pol ViladomsLa estantería fue adquirida en un anticuario belga. Pol ViladomsLa lámpara Cesta, diseñada por Miguel Milá, ilumina el patio. La butaca de madera es un diseño de los Eames que produce Vitra.Pol ViladomsLos dormitorios son alcobas de pino de Flandes y tableros contrachapados construidas dentro de la casa centenaria. El sofá es de la empresa danesa Hay. Las mantas, de Teixidors. El aplique es elmodelo 265 que Paolo Rizzato diseñó en 1973 para la empresa Flos.Pol ViladomsLas cortinas de lino son de Ikea.Pol ViladomsEl mobiliario exterior es de madera de pino de Flandes tratada en autoclave y barnizada en mate.Pol Viladoms