Las mejores almohadas de embarazo y cojines de lactancia

La ganadora

La ganadora es la almohada de Koala Babycare Hugs Plus porque está cuidada al detalle y es perfecta para aquellas embarazadas que necesiten mejorar su postura durante la noche y sufran especialmente en la zona lumbar.

Cuanto más avanza un embarazo, más difícil es estar cómoda en la cama y descansar. Por eso, hay almohadas que han sido especialmente diseñadas para facilitar una buena postura y aliviar los dolores en la espalda: con diseño en forma de U o de C, invitan a dormir de lado (la postura más adecuada, según los especialistas), apoyando la tripa sobre ellas y colocándolas entre las piernas, de tal manera que se favorece una postura más equilibrada de la pelvis y la columna vertebral.

La mayoría de estos modelos, además, están pensados para seguir utilizándose una vez que haya nacido el bebé, colocados alrededor de la cintura como cojines de lactancia.

Lumbares descansadas: Koala Babycare Hugs Plus

Para quién es: para aquellas embarazadas que necesiten mejorar su postura durante la noche y sufran especialmente en la zona lumbar.

Por qué lo recomendamos: en esta almohada se ha cuidado cada detalle: el uso de una tela de algodón desmontable muy fácilmente y lavable, opta por un relleno interior de poliéster bastante firme, se han añadido cordones para colocarla en distintas formas y darle diferentes usos… Y es que está pensada para dormir en posición lateral con las piernas ligeramente dobladas y abrazando el cojín con ellas y los brazos.

De este modo, se mantiene la barriga elevada gracias a su soporte lumbar, permite sentarse empleándolo como soporte cervical o para levantar las piernas, entre otros. Es la que más me ha gustado para este uso. Además, sirve como cojín de lactancia, aunque, en este caso, no me ha resultado tan cómodo: es muy grande y el bebé no queda sujeto firmemente.

Sus puntos débiles: no es cómodo durante la lactancia por su gran tamaño.

Convertible: Babymoov B.Love

Para quién es: mamás que desean tener ambos tipos de almohada y no utilizar la misma para los dos usos.

Por qué lo recomendamos: el sistema, que permite elegir su uso entre una almohada para dormir mejor durante el embarazo o para la lactancia, es simplemente genial. Basta con quitar la funda, y nos encontramos con que, en realidad, el tejido de la almohada tiene las dos formas unidas (algo similar a la forma de una X). En función de dónde coloquemos el relleno, tendremos una u otra y se tarda menos de un minuto en hacer el cambio. Luego se pone la funda específica (de estas sí hay dos) y listo.

En este sentido, hay que hacer dos apreciaciones: es más firme en su modo compacto (el de lactancia) y el relleno es de micro esferas, por lo que se nota una textura diferente a las de espuma. Hay que acostumbrarse. Las fundas están fabricadas con un algodón ultra suave con certificación GOTS (Global Organic Textile Standard).

Sus puntos débiles: al estar rellena de micro esferas, la textura no es a priori tan cómoda como en otros modelos.

Tres posiciones: Jané Cojín de lactancia XXL

Para quién es: aquellas que busquen un modelo sencillo que cumpla su función.

Por qué lo recomendamos: de dureza media, está relleno de micro perlas y se adapta muy bien al cuerpo al dormir, aunque se nota algo la textura desde el exterior. El fabricante habla de tres usos: como cojín maternal, cojín de lactancia y protector antivuelco.

Para ir adaptándolo tiene unos cordones en sus extremos pensados para atarse. Dicho esto, como más me ha gustado es como cojín maternal para dormir. Para dar el pecho al bebé me resulta incómodo que sea tan grande, y tengo preferencia por modelos más rígidos. Y como cojín anti vuelco le falta rigidez.

Sus puntos débiles: nada que destacar, es muy sencillo y hace su función.

Relleno firme: Niimo Cojín Embarazada XXL

Para quién es: para aquellas que busquen un relleno firme.

Por qué lo recomendamos: es el modelo que aparece como recomendado por Amazon al buscar cojines de lactancia o maternidad. Con una clásica forma en ‘U’, se caracteriza por un buen acabado en el que se usan cremalleras invisibles, un relleno de fibra de poliéster 100% silicona y una funda exterior de algodón muy suave.

No incluye elementos adicionales más allá de un cierre de madera en los extremos que ayuda a usarlo como almohada de lactancia: es el uso que más me ha gustado, aunque este pequeño elemento es molesto si ‘por casualidad’ te tumbas justo encima.

Sus puntos débiles: al principio es un poco firme, pero va ablandándose con el uso.

Otros modelos de almohadas de maternidad interesantes

Si estás buscando una para dormir: esta almohada de maternidad es extra grande. En ella, los dos extremos quedan situados a cada uno de los lados del cuerpo y la unión de ambos bajo la cabeza.

Si estás buscando un modelo súper compacto: más que una almohada, este modelo es un cojín con soporte para lumbares y tripa.

Si estás buscando un cojín de lactancia: este modelo está relleno de relleno de fibra hueca siliconada y disponible en cuatro acabados diferentes.

Cómo hemos elegido y probado los productos

Durante mi primer embarazo me convertí en una fan absoluta de las almohadas de maternidad: gracias a una de ellas, conseguí eliminar los dolores de espalda que me habían acompañado durante semanas y disfrutar de noches de sueño reparador.

En mi segundo embarazo he vuelto a hacer uso de ellas de forma continua y, además, las he aprovechado después para conseguir una postura cómoda —y liberar un poco las manos— al dar de mamar a mi bebé tanto en la cama como en el sofá. Actualmente mi hija tiene 7 meses, por lo que las horas que he dedicado a probar estos productos se cuentan por cientos.

¿Qué recomiendo tener en cuenta a la hora de elegir un modelo?

• Diseño. Relacionado con su tamaño, el grosor del cojín y su flexibilidad, así como la calidad del acabado y los materiales empleados.
• Comodidad. Cómo se adapta al cuerpo durante la noche, la facilidad para adoptar distintas posturas o cambiar de lado.
• Versatilidad. Tanto en lo que se refiere a los componentes que incluye (algunas cuentan con un pequeño cojín adicional para las lumbares y otros usos) como a la hora de emplearla una vez superado el embarazo a modo de cojín de lactancia.
• Otros. Desde la durabilidad del relleno del cojín (si se deforma con el tiempo, por ejemplo), hasta su facilidad de desmontaje y limpieza.

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*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 2 de junio de 2024.

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