Azores, saudade volcánica en el Atlántico Norte
Las Azores son nueve puntitos volcánicos perdidos en la inmensidad del Atlántico Norte. Cada isla tiene su peculiaridad. En este vídeo te cuento qué ver y hacer en São Miguel, la isla verde y también más grande del archipiélago
Perdidos en la soledad del Atlántico Norte emergen nueve peñascos volcánicos. Es el archipiélago de las Azores, un Portugal en el que el tiempo se detuvo y donde la saudade rezuma más nostalgia, si cabe. Tan diferente del Portugal continental que los 1.400 que les separan de la capital parecen más años luz que kilómetros.
El mayor atractivo de las Azores para un turista es que no viven del turismo. A diferencia de otras islas de la Macaronesia, ya sean españolas o portuguesas (Canarias, Madeira), aquí se sigue llevando una vida apegada a la tierra, igual que se ha vivido desde que arribaron las primeras naves portuguesas a mediados del siglo XV. De la agricultura y del mar, no de los macrocomplejos hoteleros. De hecho, en São Miguel, la isla principal y donde está la capital, la primera industria es la leche. Las Azores representan solo el 2,6% de la superficie total de Portugal, pero producen un tercio de la leche del país.
Cada isla, además, es un mundo. Nada que ver Pico y sus escarpadas laderas con la pequeña Flores. São Miguel, la de mayor superficie, es la isla verde, con suelos muy fecundos, soberbios cráteres aún reconocibles y la única plantación de té de Europa. Una isla perfecta para amantes del senderismo y la naturaleza. En este vídeo grabado en una reciente visita te cuento todo lo que no te puedes perder en São Miguel.
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