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La Scugnizzeria, el centro cultural en el reino de la Camorra El librero Rosario Esposito La Rossa ha llevado al barrio de Scampia, Nápoles, una compañía de teatro, una radio, una librería y muchas otras actividades. Su espacio es un oasis que surge en una zona sacudida por la violencia de los clanes mafiosos La Scugnizzeria surgió hace dos años y medio en una calle en la frontera entre Scampia, el barrio que Roberto Saviano contó en Gomorra, y Melito. El centro cultural acoge una escuela de teatro, un laboratorio para construir juguetes, una radio, dos editoriales, talleres y muchas otras actividades. Pretende mostrar el camino hacia otro tipo de futuro, lejos de la criminalidad, que en la periferia norte de Nápoles ha causado centenares de víctimas. En la foto, dos niñas eligen una obra gracias a la práctica del libro suspendido, que se inspira en la tradición napolitana del caffé sospeso. Mientras en los bares se suele consumir un espresso y pagar otro más para un desconocido; en La Scugnizzeria quien quiera dona 10 euros y compra un libro que, algún día, se llevará un muchacho del barrio. Paolo Manzo Fuera de la librería se encuentra un tablón que dice: “Libro suspendido. Cógelo, es gratis”. Se trata de obras rescatadas antes de ser destruidas. Rosario Esposito La Rossa (31 años) es el fundador de La Scugnizzeria. Se acercó
a la cultura cuando la Camorra mató por error a su primo, Antonio Landieri, en 2006. Luchó para que el Estado lo reconociera como inocente también a través de un libro que publicó en 2007, en el que relata el día a día en Scampia. En la foto, Esposito La Rossa con dos guarattelle, típicas creaciones napolitanas utilizadas en el teatro de títeres. En su taller de construcción de juguetes se producen con material reciclados. Paolo Manzo La escuela de teatro de Esposito La Rossa y de su pareja, la actriz Maddalena Stornaiuolo, ha enseñado a más de 80 niños y llegado a dar trabajo a algunos de ellos. A menudo acuden actores de Gomorra o de otras series para impartir talleres gratuitos. En la foto, algunos de los alumnos. Incluso llegaron a presentar un cortometraje, Sufficiente, en el Festival de Cine de Venecia. En la foto, los niños de La Scugnizzeria acuden a un espectáculo en el espacio del centro cultural. En 2010, los dueños de la editorial Marotta&Cafiero, con la que Esposito La Rossa publicó su primer libro, se mudaron a Francia y se les ocurrió intentar reconectar el centro con la periferia dejando la actividad en manos del joven escritor. Gratis. Diez años después, el sello edita obras “del sur del mundo”, con una particular atención a los escritores locales. También se planea empezar a utilizar carta reciclada con semillas de abedul, para que el libro pueda enterrarse y florecer. En la foto, Esposito La Rossa en su estudio. Paolo Manzo La Scugnizzeria será en breve también una de las primeras librerías en Italia que permitirá a los clientes imprimir su propio libro. Esposito La Rossa lo define “el hospital de los libros”, porque serán capaz de crearlo desde el principio hasta el final, permitiendo la elección del tipo de letra, de la carta y de una dedicatoria especial. En la foto, los niños visitan el centro. La historia de La Scugnizzeria y el trabajo del equipo de Esposito La Rossa han atraído el interés de la política. Ahí han llegado de visita la expresidenta de la Cámara de Diputados, Laura Boldrini, la presidenta del Senado, Maria Elisabetta Casellati, y el ministro de Cultura, Dario Franceschini. Un día, el librero recibió la llamada de la secretaria del presidente de la República, Sergio Mattarella, que le anunciaba la decisión de concederle el título honorífico de cavaliere. En la foto, Esposito La Rossa en la Cámara de Diputados.