La penúltima reinvención de Mike Tyson, en la portada de julio de ICON

Polémico, contradictorio, pero a la vez fascinante, Mike Tyson se ha convertido en todo un icono pop. Atrás quedan sus años de boxeo y excesos, cuando era capaz de morderle la oreja a su rival, Evander Holyfield, en el ring. Hoy el neoyorquino de 54 años es un próspero hombre de negocios al frente de una empresa dedicada a la producción (legal) de marihuana que factura 500.000 dólares al año. También ha sido actor (Resacón en Las Vegas) y presidiario (se dedicó a leer en la cárcel a Dostoievski) y no descarta subirse de nuevo al ring, aunque solo con fines benéficos. En la entrevista en exclusiva que ha concedido a ICON, apenas queda rastro de la ira de antaño. “El amor es útil para educar a la gente”, asegura. “Se puede luchar sin ser mala persona. Estoy aprendiendo a hacerlo. Quiero dejar esto claro: no deseo herir a nadie”.

No hace tanto, Tyson era considerado por muchos “el tío más malo sobre la faz de la Tierra”, pero hoy reniega de ese apelativo. “Entonces me encantaba ser ese tío. Alimentaba mi ego. Pero es mentira, una broma, y me alegro de que no me lo llamen más. Que lo digan de otro. ¡No es bueno para la salud”, señala en otro momento de la charla, mantenida en Los Ángeles antes y después del confinamiento provocado por la covid-19 y de los disturbios del movimiento Black Lives Matter. “Se necesita un cambio. Para nuestros hijos y para nuestros nietos. No pueden pasar por las mismas injusticias que nosotros”, reflexiona al teléfono.

La trayectoria de Maxi Iglesias, otro de nuestros grandes nombres del número de julio, está muy lejos de los altibajos vividos por el expúgil. El actor madrileño lleva tanto tiempo siendo en un rostro habitual del cine y la televisión en España que cuesta creer que aún no ha cumplido los 30 años (lo hará en 2021). “Con 12 años fui a mi primera prueba atravesando Madrid yo solo en bus, y me tuvieron que dar dinero para volver porque perdí el bono por el camino”, recuerda. Hoy por fin se enfrenta a papeles de hombre maduro, como el subinspector Rodrigo, a quien da vida en la serie de Amazon Prime Video Desaparecidos. “Tengo puestas muchas esperanzas en esta serie. Me moría por hacer género policiaco, donde se toman decisiones importantes en circunstancias muy exigentes”, explica Iglesias.

Angel Olsen, estrella del rock alternativo estadounidense, pasó por Madrid en enero para presentar su último disco, All mirrors, y nos dejó algunas perlas en la sincera entrevista que nos concedió. “Al principio, el éxito fue jodido. De golpe, te va bien y sientes que lo que has hecho es empezar un negocio. Cambia la forma en que relacionas con la gente”, reconoce en las páginas de la revista.

Y más música. El francés Benjamin Biolay, que acaba de lanzar su álbum Grand Prix, el canadiense Caribou, que vuelve seis años después con Suddenly, y la chilena Javiera Mena, instalada desde hace uno en Madrid, donde ha aprovechado el tiempo de confinamiento para producir y presentar su single Corazón astral, ponen aún más ritmo a una revista en la que reflexionamos además acerca de la pérdida de liderazgo de Estados Unidos, perdido entre la errático política de Donald Trump y las duras consecuencias de sus respuestas a la pandemia y a las tensiones raciales.

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