La doble crisis de los coches eléctricos
Los vehículos a pilas, más caros que los de combustión, deben crecer este año un 170% para cumplir con las previsiones
Con crecimientos anuales de matriculaciones del 107,8%, del 59,98% y del 56,3% en los tres últimos ejercicios, según la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive), los coches a pilas iban asomando la cabeza en un terreno incómodo que ahora, por lo que parece, será especialmente inhóspito. Habrá que conjugar la pelea contra las emisiones contaminantes (con las multas de la UE como amenaza), la recesión de la industria y la sacudida de la crisis en los bolsillos de los conductores. "Es imposible hacer una previsión de producción y ventas de coches eléctricos para este año", reconoce el presidente de Aedive, Arturo Pérez de Lucia.
El sector tiende a corto plazo al pesimismo. Lo certifican los cálculos de la asociación de fabricantes, Anfac. "Intentamos trabajar en positivo, pero nuestra previsión es que el mercado en conjunto caiga entre el 40 y un 45% a final del año", señala la directora de Comunicación del organismo, Noemi Navas. Y las cifras que afectan en particular al eléctrico avalan la metáfora fácil: el segmento está en cortocircuito. Según los datos de Aedive y la asociación de vendedores Ganvam, el mes pasado las ventas de eléctricos cayeron un 72,1% respecto al mismo periodo de 2019, con un descenso aún más acusado para los turismos (-86,3%): solo se matricularon 86 en los 30 días de abril.
Esta caída se registró en medio de un desplome general. El mes pasado se vendieron 4.163 coches, los mismos que antes de la crisis se despachaban en un día, esto es, un descenso del 96,5%. Y los números de los vehículos eléctricos (incluidos turismos, camiones, autocares, motos y ciclomotores, entre otros), resultan aún peores puestos en perspectiva, porque hasta febrero acumulaban un crecimiento del 101,9% en relación con el año anterior, cifra que alcanzó el 120% en el caso particular de los coches. Tras la declaración del estado de alarma, el crecimiento acumulado en los cuatro primeros meses del año respecto a 2019 es solo del 31,9% (19,2% para los turismos).
Pocas certezas
Ahora la única certeza es que el transporte público perderá fuerza en la movilidad diaria, pero de ahí a que los conductores decidan cambiar su coche hay un camino largo. "Esta crisis no durará tanto como la de 2008, pero este año no veo más de 700.000 coches vendidos en España. Y para recuperar los 1,2 millones de 2019 pasarán años", se teme el presidente de Suzuki Ibérica, Juan López Frade. El directivo de la marca japonesa participó la semana pasada en una mesa redonda online —organizada por la plataforma de comunicación Newspress—junto con el director general de Kia Motors Iberia, Eduardo Divar, y el director comercial para Europa de Genesis, marca premium subsidiaria de Hyundai, Enrique Lorenzana. "El coche es el medio de transporte más seguro desde el punto de vista sanitario. Eso nos da una ventaja frente a otros sistemas de transporte. En China ha habido un repunte de ventas por esta cuestión", apuntó Lorenzana.
Los coches eléctricos cuentan, sin embargo, con un problema añadido: son bastante más caros que los de combustión. "Ante la incertidumbre de los próximos meses, será complicado convencer a los conductores de que compren coche, que sea nuevo y además eléctrico. Son tres pasos, y no resultará fácil", asume Navas. Aedive y Ganvam han corregido a la baja sus previsiones para el cierre de 2020. El objetivo inicial era la matriculación de unos 65.000 vehículos eléctricos de todo tipo (un 170% más que en 2019) para adecuarse a las fases del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que aspira a que en 2030 circulen en España cinco millones de vehículos eléctricos. Ahora ambas asociaciones asumen que la cifra podría quedarse en 28.000, lo que supondría un aumento del 15% respecto al año pasado. El mercado de ocasión también se hundió en abril, con un retroceso del 90%. El vehículo a pilas fue la excepción con un ascenso del 41,8%, pero el repunte es anecdótico: las 1.096 unidades vendidas representaron un 0,2% del mercado de segunda mano.
Compromiso ecológico
El parque actual de eléctricos en España, que no llega a 75.000 unidades, debe crecer porque los objetivos de descontaminación permanecen en el horizonte. "La electrificación del parque es un compromiso que sigue ahí y no vamos a renunciar a él", explica la portavoz de Anfac. "Por eso pedimos un plan de choque de medidas urgentes. Necesitamos cumplir con los objetivos medioambientales y ahí los vehículos eléctricos tienen una relevancia radical, sin olvidar que todos los coches nuevos ayudan a la reducción de emisiones", añade Navas.
Los conductores contarán al menos con el plan Moves, que probablemente se aprobará a finales de mayo o principios de junio. Cuando esté en marcha (la ejecución depende de las comunidades autónomas), los propietarios recibirán 4.000 euros de ayuda para la compra de coches a pilas, 5.500 en caso de que entreguen a cambio un modelo de más de 10 años. Tendrá unos 65 millones de presupuesto, que a muchos les parece insuficiente. El director general de Kia Motors Iberia, Eduardo Divar, cree que debería superar los 400 millones de y afectar "no solo a coches electrificados, porque hay que renovar el parque". Divar también considera fundamental la "reducción del IVA al 0% para coches electrificados", así como suprimir el impuesto de matriculación" y sustituirlo por otro calculado "por el uso relacionado con las emisiones".
Las multas de la UE
La normativa de emisiones de CO2 de la Unión Europea que entró en vigor el pasado 1 de enero contempla multas para los fabricantes de coches: 95 euros por coche y gramo de más a quien supere los 95 gramos por kilómetro (g/km) en la media de vehículos matriculados en 2020 en Europa. Por ejemplo, una marca con unas emisiones medias de 100 g/km y un millón de unidades, pagará 475 millones de euros. Según un informe de la consultora Jato, solo Smart y Toyota (con medias de 97,3 y 97,5 g/km) se acercaron a la cifra límite en 2019. Esta normativa hacía prever un buen 2020 para los eléctricos, ya que no emiten CO2 y además cada unidad matriculada computará como por dos al hacer los cálculos de cada fabricante, como un incentivo a la descarbonización. Aunque algunas organizaciones han solicitado a la UE una moratoria –como la asociación de fabricantes europeos o la patronal española de concesionarios, Faconauto–, las marcas dan por sentado que no se producirá. Algunas, de hecho, como las alemanas BMW, Daimler o el grupo Volkswagen, apuestan por mantener las reglas del juego. "Este año vamos a vender menos coches, pero hay que respetar la proporción que teníamos planeada para cumplir los objetivos", sostiene el director general de Kia Motors Iberia, Eduardo Divar.
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