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Un día con los fundadores de Barikama

El caporalato es una forma de contratación y explotación ilegal de trabajadores agrícolas (generalmente inmigrantes). Un grupo de jóvenes africanos recalados en el sur de Italia han escapado de ese sistema y fundado una cooperativa agrícola de éxito

Roma - 13 may 2020 - 09:03CEST

Aboubakar y Saydun, dos miembros de la cooperativa Barikama, esperan a que su compañero de trabajo, el maliense Modibo, termine de arar el campo con un tractor en el lago Martignano (Roma). Aboubakar viene de Mali y Saydun es originario de Gambia.

Modibo, un joven maliense y miembro de la cooperativa, trabaja con un tractor comprado gracias a algunas ayudas otorgadas por varias asociaciones que apoyan el proyecto Barikama.

Aboubakar, otro joven maliense y miembro de Barikama, descansa entre los campos en los que trabaja durante una fría mañana de febrero. La cooperativa produce yogur y recolecta vegetales en las orillas del lago Martignano desde su creación.

Saydunn un joven gambiano miembro de la cooperativa, Barikama, se dedica a plantar lechugas durante una fría mañana de febrero.

Saydun transporta lechugas para plantarlas en un campo a orillas del lago Martignano (Roma).

Cheikh, senegalés de 34 años, vive desde 2007 en Italia. Antes de llegar a este país, era jugador de fútbol y estudió biología. Fue convocado para una prueba en el equipo Benfica, en Portugal, pero no tuvo éxito. Entonces llegó a Italia y durante dos años trabajó en Puglia y Rosarno, donde huyó del sistema del 'caporalato', una forma de contratación y explotación ilegal de jornaleros. Luego fue a Roma y se convirtió en miembro fundador de la cooperativa Barikama.

Cheikh e Ismail recogen repollos en una de las orillas del lago Martignano (Roma). Ismail es de Benin y llegó a Italia en 2007. Hoy es uno de los miembros más activos de la cooperativa.

Ismail, Lorenzo y Cheikh transportan cajas llenas de coles recién cortadas. Lorenzo no es migrante como los otros; él procede de Roma y trabaja todos los martes desde hace dos años ya en Martignano con la cooperativa Barikama.

Ismail lava hojas de brócoli recién cortadas. El brócoli se empaquetará y venderá en los mercados con los que trabaja la cooperativa.

Tony trabaja en el Mercado de Trieste atendiendo el puesto de frutas y verduras de Barikama. En la imagen, empaqueta el pedido que acaba de comprar una clienta.

Cheikh conduce la camioneta utilizada por la cooperativa Barikama para entregar sus productos en Roma y en algunas aldeas cercanas.

Cheikh, durante una entrega en el Casale Podere Rosa. Este espacio forma parte de la Red GAS (Grupos de Compra Solidaria) en Italia. En esta foto, Francesca, miembro de la iniciativa, verifica la entrega de yogur de Barikama con Cheikh.

Después de llenar de leche los frascos de vidrio, Modibo rellena el recipiente con agua antes de cerrarlo para terminar la preparación diaria del yogur. Añadir agua permite que el calor se distribuya de manera más uniforme.

Modibo, en el dormitorio de su casa en Roma. Como a menudo trabaja en el lago Martignano hasta altas horas de la noche, y no tienen coche, tarda más de dos horas en llegar a la capital en autobús y metro.

Vista del lago Martignano, donde se encuentra la granja que acoge las actividades de la cooperativa Barikama desde hace algunos años. En el fondo se ve también el lago de Bracciano.

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