Un paseo por San Juan de Miraflores

En las últimas décadas, la ciudad de Lima ha experimentado una explosión demográfica. Familias de la sierra y de la selva peruana han ido estableciendo sus casas en las afueras de la capital. Muchos no tienen título de propiedad, por lo que el Gobierno local no les instala agua ni electricidad.

Las calles del sector Pamplona Alta son de barro. La fina y constante lluvia del invierno las convierte en un lodazal, haciendo que las condiciones de vida sean muy complicadas.

La basura se acumula en las calles del barrio. En verano, debido al calor, se convierte en un foco de enfermedades infecciosas. Además, las ratas y otros roedores crecen y provocan un alto riesgo de propagar tales enfermedades.

Muchas de las familias de Pamplona Alta no tienen acceso a agua potable. Un camión cisterna recorre el barrio distribuyendo este recurso a un precio más alto del que podrían conseguirla si el Ayuntamiento se la hiciera llegar a sus casas.

Los vecinos del barrio Casa Huertas provienen en su mayoría de la sierra peruana. Han dejado atrás sus tierras, pero mantienen sus costumbres y vestimentas.

Las casas de los asentamientos están levantadas con ladrillos, madera o chapa. No están bien aisladas ni aireadas, por lo que el riesgo de contraer enfermedades es alto.

La ONG Global Health Initiative imparte cada sábado talleres sobre salud preventiva para niños. Estos aprenden, entre otras cosas, cómo las verduras, plantas y frutas pueden ayudarles a prevenir enfermedades.

Las señoras tienen un papel muy importante en la comunidad. Crian a los hijos, cuidan de la casa y muchas de ellas tienen empleos fuera del hogar. Además, sacan tiempo para acudir a los talleres, donde aprenden hábitos higiénicos y saludables. En este cursillo aprendieron a hacer recetas creativas con la avena, un cereal nutritivo y económico.

El Gobierno peruano obliga a las empresas alimenticias a etiquetar los productos altos en grasas y azúcares.

Muchas familias crían animales en sus casas como gallinas, conejos y cerdos. Estos hábitos pueden provocar la propagación de enfermedades parasitarias entre la población.

En el mercado venden insecticidas para acabar con las ratas y los mosquitos y, así, prevenir infecciones transmitidas por insectos y parásitos.

Las vecinas del barrio Casa Huertas, en Pamplona Alta, gestionan el comedor comunal donde preparan desayunos y almuerzos sanos a precios populares.

Los niños menores de cinco años son los más vulnerables a padecer enfermedades diarreicas y respiratorias. Una buena alimentación puede ayudarles a prevenirlas.

Cada cierto tiempo, la ONG Solidarios en Marcha realiza campañas de salud para los habitantes de los asentamientos. Realizan revisiones dentales, de talla y peso, de fisioterapia y reparten fármacos.

En los asentamientos se llevan a cabo campañas para concienciar sobre la necesidad de vivir en un ambiente saludable, higiénico y respetuoso con el medio ambiente.