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La “muerte blanca” sobrevuela Argentina En el último año se registraron 10.320 casos de tuberculosis por contagio o recaída. Alrededor de 2010, el número de enfermos, que no había dejado de descender desde la década de 1980, volvió a aumentar Cristian Molina, de 26 años, toma la medicación contra la tuberculosis en su casa del poblado chabolista de Luján, en Buenos Aires, Argentina, el 26 de septiembre de 2019. Le han prescrito 11 pastillas diarias, siete por la mañana y cuatro por la noche, que a menudo le dan dolor de estómago. Molina, que contrajo la tuberculosis a principios de año, comparte casa con sus padres, sus seis hermanos y cuatro sobrinos. Los médicos creen que uno de los hermanos se contagió de la enfermedad en la cárcel y la transmitió a su familia al volver a casa. Una muestra que dio positivo por tuberculosis vista al microscopio en Buenos Aires, Argentina, el 29 de marzo de 2019. Los casos de la llamada "muerte blanca", estrechamente conectada con la pobreza, la malnutrición y la infravivienda, han ido en aumento desde el cambio de década en paralelo con las repetidas recesiones y la inflación que han castigado a la tercera economía de Latinoamérica. Johanna, de 26 años y enferma de tuberculosis, se arregla para salir con sus amigos en Buenos Aires, Argentina, el 29 de marzo de 2019. El doctor Decarolis, especialista en enfermos de sida y tuberculosis, visita a los pacientes hospitalizados en aislamiento debido a la doble infección en el hospital público Muñiz de Buenos Aires, Argentina, el 29 de marzo de 2019. Cristian Molina, en la tienda de comestibles de su familia, instalada en la misma casa donde viven en el poblado chabolista de Luján, en Buenos Aires, Argentina, el 26 de septiembre de 2019. En los últimos dos años, los Molina han tenido que cerrar el establecimiento seis veces debido a que no podían permitirse comprar mercancía para abastecerlo. Fernando Saldarini, jefe del Departamento de Neumología, revisa la radiografía de un paciente de cinco años, del que se sospecha que padece tuberculosis, en el hospital público Santojanni de Buenos Aires, Argentina, el 29 de agosto de 2019. Estos son los medicamentos de Cristian Molina contra la tuberculosis. Le han prescrito 11 pastillas diarias, siete por la mañana y cuatro por la noche, que a menudo le dan dolor de estómago. Cristian Molina (derecha), de 26 años, bebe una taza de mate con sus hermanos Xoana (izquierda) y Manuel en el poblado chabolista de Luján, en Buenos Aires, Argentina, el 17 de agosto de 2019. Nora Costa (izquierda), directora del Laboratorio Micobacteriológico Doctor Abel Cetrangolo, y su compañera Liliana Neira realizan pruebas de tuberculosis en las instalaciones del organismo de investigación en Buenos Aires, Argentina, el 29 de marzo de 2019. El peruano Arturo Maldonado, de 25 años, recibe tratamiento para la tuberculosis en el hospital público Muñiz de Buenos Aires, Argentina, el 11 de enero de 2019. Lucas, que tiene 24 años y estuvo enfermo de tuberculosis, charla con un compañero durante la pausa de mediodía en la Organización Masantonio de Buenos Aires, Argentina, el 11 de enero de 2019. Lucas trabaja para la organización. Su tarea consiste en visitar a enfermos de tuberculosis sin familia y ayudarlos con el tratamiento y la recuperación. Brígida Simaniz (a la derecha, no aparece en la foto) mira a su hijo Nicolás, de siete años, mientras la doctora Laura Lagrutta, neumóloga especialista en tuberculosis pediátrica, lo reconoce en el Instituto Doctor Raúl Vaccarezza de Buenos Aires, Argentina, el 26 de marzo de 2019. Simaniz acabó su tratamiento contra la tuberculosis en mayo de este año. Actualmente trabaja en un taller textil, donde gana 70 pesos (1,19 dólares) a la hora, y vive con sus dos hijos en el barrio chabolista de Bajo Flores. Los tres comparten la misma cama. Simaniz tenía miedo de contagiar la enfermedad a sus hijos. "Cuando me dieron el diagnóstico me asusté mucho porque no sabía que existía la enfermedad. Siempre seguí el tratamiento tal como me dijeron los médicos porque tenía miedo de contagiar a mis hijos. Aunque hiciese frío, por la noche abría las ventanas de la habitación para que circulase el aire". Laura Lagrutta (derecha) y Nicolás Castiglioni, ambos neumólogos especializados en tuberculosis pediátrica, charlan en la consulta de Lagrutta en el Instituto Doctor Raúl Vaccarezza de Buenos Aires, Argentina, el 26 de marzo de 2019. "La tuberculosis es el efecto secundario de la pobreza", denuncia Lagrutta. Luis Barraga, de 40 años y enfermo de tuberculosis, espera que le sirvan la comida en su habitación del hospital público Muñiz de Buenos Aires, Argentina, el 8 de octubre de 2019. Cuando lo ingresaron, Barraga vivía en la calle y pesaba 45 kilos. En las dos semanas que lleva en el hospital ha aumentado hasta los 60 kilos. Un paciente toma el aire en el pasillo del Pabellón Koch, una unidad hospitalaria utilizada exclusivamente para pacientes de tuberculosis en el hospital público Muñiz de Buenos Aires, Argentina, el 5 de febrero de 2019. Patricia Figueroa, trabajadora social del hospital, explica que el centro se enfrenta a un problema de saturación debido al ingreso de un número cada vez mayor de enfermos de tuberculosis, que califica de "récord en la historia reciente". Johanna, de 27 años, juega con su hija Mora, de 10, en Buenos Aires, Argentina, el 9 de septiembre de 2019. Johanna se curó de la tuberculosis tras ocho meses de tratamiento y empezó a buscar un trabajo con la esperanza de encontrar un sitio en el que vivir con su hija. Mariela, especialista en enfermedades infecciosas, examina la radiografía de Jorge, un paciente de 24 años en tratamiento contra la tuberculosis, en Buenos Aires, Argentina, el 29 de enero de 2019. Un niño juega en la piscina del barrio chabolista de Zavaletta, en Buenos Aires, Argentina, el 26 de enero de 2019. Una comida a base de pan y azúcar, servida en la mesa de la casa familiar de Cristian Molina en el poblado chabolista de Luján, en Buenos Aires, Argentina, el 17 de agosto de 2019. Molina contrajo la tuberculosis a principios de año. Luli, de 19 años, juega con su hijo en su casa de Villa 31, un barrio chabolista marginal densamente poblado de Buenos Aires, Argentina, el 29 de marzo de 2019. Luli, de 19 años, lleva un año de tratamiento desde que contrajo la enfermedad estando embarazada. Cuenta que, por fortuna, la enfermedad no afectó al bebé, que ahora tiene nueve meses. La joven vive con su hijo y su pareja en un piso con un dormitorio y una cocina. La casa no tiene baño y los tres duermen en la misma habitación. "Nos estamos mudando continuamente porque los alquileres son muy caros", explica. Vista de Villa 31, un barrio chabolista marginal densamente poblado de Buenos Aires, Argentina, el 5 de marzo de 2019. Los casos de la llamada "muerte blanca", estrechamente conectada con la pobreza, la malnutrición y la infravivienda, han ido en aumento desde el cambio de década al mismo tiempo que las repetidas recesiones y la inflación castigaban a la tercera economía de Latinoamérica. Johanna, de 26 años y enferma de tuberculosis, viaja en tren para visitar a su hermana en Buenos Aires, Argentina, el 1 de marzo de 2019. Óscar traslada a un paciente a su habitación en el hospital público Muñiz de Buenos Aires, Argentina, el 27 de febrero de 2019. Óscar lleva más de 20 años trabajando como camillero transportando a los pacientes por el hospital.